Desarticulan una organización criminal por prostitución
◎ Agentes de la Policía Nacional han detenido a cinco personas por estos hechos ◎ La investigación comenzó en un club de alterne en Zaragoza el año pasado
ZARAGOZA.- Agentes de la Policía Nacional han detenido, en Zaragoza, a cuatro personas como presuntas autoras de los delitos de pertenencia a organización criminal, prostitución coactiva y delito contra la salud pública, y a un quinto miembro imputado por los delitos de pertenencia a organización criminal y delito contra la salud pública, dentro de la denominada operación ‘Paisa’.
La investigación se inició en noviembre del año pasado, cuando agentes de la Unidad Contra Redes de Inmigración y Falsedades Documentales (Ucrif) de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Zaragoza tuvieron conocimiento, a través del servicio de atención a víctimas de Trata de Seres Humanos, de la posible explotación sexual en un club de alterne de reconocido nombre en la capital aragonesa.
La organización, afincada en Zaragoza, era dirigida por una varón, que a través del tiempo había construido una perfecta organización criminal dedicada a la explotación sexual de mujeres jóvenes provenientes en su mayoría de países de Latinoamérica, informó la Jefatura Superior de Policía de Aragón.
Para eso, facilitaban, a través de una página web, un número de teléfono donde contactar con ellos y ofrecían a mujeres la posibilidad de ganar dinero a través del tráfico sexual y alojamiento, casi todas ellas provenientes de distintas provincias de la geografía española y algunas de ellas directamente de sus países de origen, otorgándole a la organización un carácter nacional o incluso internacional.
Una vez las mujeres contactaban, procedían a imponerles unas condiciones totalmente abusivas, similares a la esclavitud, y les obligaban a mantener relaciones sexuales con cualquier persona que acudiese al club de alterne, así como a facilitar la compra de drogas en el mismo local a los clientes.
Durante su estancia en el club, permanecían en régimen cerrado, teniendo que ser autorizadas en caso de querer abandonar el mismo en algún momento, ejerciendo la organización un estricto control sobre las víctimas, las cuales no denunciaban los hechos por miedo a las represalias de la organización.
Del ejercicio de la prostitución en el local, la organización se repartía una comisión, y de la venta de droga, en concreto cocaína, la totalidad de las ganancias eran para el líder de la organización, quien a posteriori realizaba distintos pagos al resto, en concepto de actividades laborales legales, como portero, recepcionista o encargado del local. ●