290 DÍAS DE SECUESTRO
LETRAS DE ORO
EL EMPRESARIO mexicano Alberto de la Fuente y de la Concha, secuestrado durante 290 días en México en un habitáculo de dos metros por metro y medio, narra en un libro divulgado esta semana y titulado La caja su experiencia de esa etapa recluido.
Hijo de un financiero, Alberto fue asaltado en su vehículo el 29 de noviembre de 2016 en el municipio de San Andrés Cholula, del estado de Puebla, tras haber dejado a su pequeño hijo en la escuela, por unos ocho hombres armados que se lo llevaron y lo encerraron en un habitáculo hasta el 14 de septiembre de 2017, lo que constituye uno de los secuestros más largos en México.
Durante sus 290 días de cautiverio, Alberto, que tenía entonces 36 años, en esa “caja” no vio la luz solar, tenía constantemente una música “espantosa” y solo se comunicaba por escrito a través de una libreta con sus secuestradores, que le proporcionaban comida y le cambiaban el sanitario una vez al día, explicó en Santiago de Compostela a un grupo de periodistas en la presentación del libro.
En los siete primeros meses de detención recibía “tres comidas” diarias, “no puedo decir abundantes, pero con mucho contenido nutricional”, indicó, consciente de que era “mercancía” para negociar un rescate y debía estar “bien, dentro de lo que cabe”.
Un día los secuestradores “entraron con trajes bacteriológicos blancos, una especie de respirador rojo y visera anti-reflejante”, momento en que cambió la relación inicial.
En los últimos tres meses, la comida se limitó a un “plato de alubias” que debía racionar, además de que le quitaron el “uniforme carcelario” facilitado inicialmente, por lo que lo dejaron desnudo y lo desposeyeron del colchón como método para presionar al pago del rescate.
Alberto, vigilado constantemente por los secuestradores por cámaras de televisión, sufrió “torturas psicológicas y físicas” y temía inicialmente más por la “mutilación”, que le cortasen dedos u orejas “como se estila” para “acelerar la negociación”, que por la muerte, confesó. ●