Monzón Templar Escolar reúne a 2.000 chavales
La carrera fomenta la práctica deportiva, la vida saludable y la creación de una cuna de deportistas
MONZÓN Templar Escolar es una carrera abierta al público que se celebró recientemente en la capital mediocinqueña. La iniciativa surge en el colegio Aragón para que todo el alumnado pueda disfrutar de un evento cultural que se ha convertido en una cita imprescindible para la ciudadanía montisonense. El fin es fomentar la adhesión a la práctica deportiva, a un estilo de vida saludable y seguir creando cuna de deportistas.
En esta segunda edición se repitió ubicación y hubo novedades. Al Colegio Aragón se sumaron el resto de centros de Monzón, el Joaquín Costa, Santa Ana, Minte, Alegría, Monzón 3 y también el CRA El trébol y el CRA Arco Iris.
En total, la Monzón Templar Escolar reunió a unos 2.000 chavales en edad escolar, que disfrutaron de una mañana de convivencia llena de emociones. Representantes de todos los colegios participantes trabajaron de manera coordinada durante los últimos meses para que este evento se pudiera llevar a cabo.
Ese trabajo dio como resultado un cambio en el diseño del recorrido con nuevos obstáculos y teniendo como máxima imprescindible la seguridad y la diversión del alumnado. “Resultó una jornada muy bonita y todos acabamos muy satisfechos y contentos. Tuvimos unos cien voluntarios que nos ayudaron a montar y a desmontar la carrera. Eran en su mayoría papás y mamás que estaban en diferentes puntos de la carrera supervisando los obstáculos para que nadie se hiciera daño, no se desorientaran en el recorrido y para velar porque el público no entrara en las zonas marcadas de la carrera”, explica Luis Guiral Sanz director del colegio Aragón, y coordinador de la carrera junto a Silvia Pallas, ambos profesores de Educación Física de dicho centro.
En cuanto a los obstáculos, Luis Guiral apunta que se utilizaron ruedas de coches, contenedores que llenaron de agua, también montaron un bosque de cuerdas por el que tenían que pasar esquivándolas, otra zona de redes que debían sortear reptando, otra con bancos para una prueba de equilibrio, o una zona de datchball donde unos voluntarios tiraban pelotas que los chavales tenían que apartarse. “Además, montamos una pirámide de red de tres metros de altura en la que subían por un lado y bajaban por otro, y había otros obstáculos que eran más sensoriales, para los alumnos de educación especial del colegio la Alegría. Y el circuito no era el mismo para todos porque las pruebas más difíciles estaban reservadas para los más mayores, y se adaptaban a las diferentes edades”.
Silvia Pallas apunta que todos los participantes “recibieron una pulsera de recuerdo con la inscripción Monzón Templar Escolar 2023. El objetivo era que todos se divirtieran y creo que lo conseguimos con creces, disfrutaron tanto los niños y niñas como las familias y el público. Los organizadores estamos muy contentos del ambiente que se creó, fue algo mágico y con una energía increíble donde no faltó una sonrisa por parte de cualquier persona implicada”.
Jornada de convivencia
La actividad resultó una jornada de convivencia entre los colegios de Monzón y los CRA. “Queríamos que conviviesen y que no fuese una carrera competitiva sino de disfrute y que pasar por los obstáculos fuese para ellos un reto que superar. Previamente los profesores de Educación Física de todos los colegios la habíamos preparado con unidades didácticas relacionadas”.
La organización “agradece a todas las personas que han confiado en esta iniciativa y han apoyado de alguna manera su realización. Gracias al Ayuntamiento por ceder sus servicios y por su apoyo económico, a las empresas colaboradoras con material y obstáculos, a todos los colegios implicados, a las familias del alumnado siempre sumando, y por supuesto a Nicolás Fortuño quien confió en la creación de esta carrera que se ha convertido en una bonita locura”, concluyen los coordinadores del evento.●