Ritmos y soplidos
Concierto de Ken Vandermark y Damon Locks en el Centro Manuel Benito Moliner
ALO LARGO de los últimos 40 años, en los que la programación jazz ha contado con fuerte presencia en Huesca, se ha podido ver dar sus primeros pasos a no pocos proyectos. Este domingo, en el Antiguo Matadero, con la actuación de Ken Vandermark y Damon Locks, pudimos asistir al nacimiento de uno. Con esta actuación, el dúo abría una pequeña gira europea, que bien podría ser el nacimiento oficial de este proyecto. Como dúo ya habían tocado en una de esas cosas “de casa” de la escena de Chicago, hace un dos años, pero no pasó de ser un primer contacto. Un nacimiento que a falta de documentación de la dirección del proyecto podía generar ciertas dudas. Se podía pensar que el encuentro entre el saxofonista Ken Vandermark y el manipulador electrónico Damon Locks, terminara en un choque de trenes, acústico-electrónico. Pero no hubo ni choques ni actuación accidentada. La suya fue más bien un ir ensamblando piezas en un puzzle que se iba creando en tiempo real.
La base del discurso se apoyaba, básicamente, en Damon, que aportaba bases rítmicas y discursivas pregrabadas. Hubo temas/base ornitológicos, callejeros, etno africanistas… A estas les iba añadiendo muestreos, loops, fragmentos radiofónicos… o su propia voz, manipulando tempos, sonoridades… Por su parte, Ken (que alternó el tenor con el clarinete) solo tenía que cabalgar sobre esas líneas que le iban creando (en ocasiones sobre el sampleo de algunas notas o pequeñas frases suyas). Para un saxofonista de su nivel y con gusto por los temas igual funkys que más libres, ningún problema. Memorable la conjunción entre ambos en uno de esos temas/fragmento en las que jugaron con los acentos, marcando tiempos.
En la escena callejera de Chicago de Damon, la denuncia del racismo está a la orden del día (esa herencia de la Great Black Music de los 60 en plan urbano) y curiosamente en uno de esos temas, Damon conectó la radio y coincidió con Ancelotti y la polémica de los insultos a Vinicius. No creo (no habla español) que fuera consciente de que la señal que manipulaba era una denuncia en vivo y en directo de sus principios.
Por cierto, en la prueba de sonido, Damon uso un sampleo del programa de media tarde de flamenco en Radio3 e hizo unos sorpresivos loops con la voz de una cantaora. Hubiera estado bien ver a qué terrenos les llevaba esto con Ken soplando.
La criatura está bien. ●
Ken Vandermark y Damon Locks
Jazz
Centro Manuel Benito Moliner