“La riqueza de las lenguas es la música de esta tierra”
La cineasta altoaragonesa ha ganado el premio Agora x l’aragonés del festival Espiello
Calle Antonio Angulo Araguás 4, 22005 Huesca. Teléfono: 974215656 (Centralita). Depósito Legal: HU 256/1985
GRAUS.- Lola Gracia, por su película Luz de Setiembre, ganó el pasado sábado el premio Agora x l’aragonés de Espiello, Festival Internacional de Documental Etnográfico de Sobrarbe.
“Muchas gracias al Festival y al jurado y larga vida a Espiello, al aragonés y al cine”, exclamaba la autora de la Puebla de Fantova, “muy contenta” con este premio y con la respuesta que está teniendo Luz de septiembre (2023), su segunda película, tras Cosetas d’adentro (2011).
Tras su estreno en Graus el pasado mes de agosto y después de recorrer otras de las poblaciones donde se rodó Luz de septiembre, como Fonz o Sahún, la película ha estado en Benasque, Laspaúles, Monzón, Castejón de Sos, Aínsa, Jaca, Estadilla y Zaragoza y, en fechas próximas visitará Huesca y Sabiñánigo.
“La película está subtitulada y aunque esté en varias lenguas, la gente entiende lo que hablamos. El catalán de la zona de Fraga se entiende, el ribagorzano también lo entendía todo el mundo, el patués les costaba más”, comenta asegurando que “la riqueza de las lenguas es la música de esta tierra”. “En Zaragoza preguntaban algo más por las lenguas, pero sobre todo, la gente me pregunta por la historia”, asegura la directora, “agradecida porque gusta, hay gente que la ha visto varias veces”.
Ambientada en los años 30 en Ribagorza, “el esplendor antes de la emigración masiva”, Gracia se inspiró en la película Las horas (2002), de Stephen Daldry para tejer la historia con tres personajes y bebió de grandes como Isabel Coixet, pero sobre todo, de las conversaciones de los abuelos de la Puebla de Fantova en el ‘pedrizo’.
“Empezaban hablando de ‘las almendreras’ y acababan hablando de mujeres o de la guerra, sobre todo de la guerra”, recordó.
La zona de Graus fue republicana hasta marzo del 38, cuando entraron los nacionales, por lo que “los que marcharon en el 37 iban con la república y, a partir del 38, con los nacionales. Estaban unos en un lado del Ebro y los otros en el otro. Mi tío tenía enfrente a su tío y a su primo porque era un año mayor. Lo hablaban con dolor. No tenían resentimiento entre ellos. La mayoría de la gente de aquí no tenía ideología y les tocaba lo que tocaba”, prosigue.
El marco del espléndido territorio acompaña la historia de Luz de septiembre y marca “el recorrido que hace uno de los personajes con el coche, que sube desde Fonz hasta los Baños de Benasque y recorre toda la Ribagorza. Lo hago pasar por Barasona, por Graus, por Seira. El que sale de Arén ve el dolmen de Cornudella, el río Isábena, el Turbón y llega hasta Cerler. El otro personaje se centra más en el nacimiento del río Ésera, sale de Gabás y muestra la Sierra de Chía”.
De cara al futuro, avanza que “será con el mismo equipo, porque son magníficos, y ya no será algo de los años 30. Son los años buenos de esta tierra antes del éxodo de los 50, pero será algo más sencillo de rodar y algo actual”. ●