El Mallo Cristian y crestas disfrutonas en la Selva de Oza
La jornada de Travesías Pirenaicas tomó nueve horas y unos mil metros del desnivel con algunas zonas expuestas
HUECA.- Ubicado en un entorno de belleza singular se encuentra el Mallo Cristian (2.046 m), justo en medio de la cresta que lleva su nombre.
La cresta, de aspecto inexpugnable, se extiende unos dos fabulosos kilómetros desde el Mallo de las Foyas (2.160 m) hasta el valle y barranco que baja desde el Puerto de Palo hasta la Mina, con una dificultad en algunos tramos de un IIû -, en la que hay que trepar y poner las manos en muchas ocasiones, pero disfrutona.
Todo este mundo de crestas y picos escarpados forma parte del fabuloso parque de la Selva de Oza.
Saliendo de Huesca a las 7:00 el autobús nos dejó cerca del aparcamiento de la Mina, a unos 1.100 m de altitud, ubicado en la selva de Oza.
El día es inmejorable y el entorno parece salido de un cuento: arroyos, nieve por los prados altos y un verde casi irreal en el que no puede faltar un río espumoso con cascadas.
A las 9:30 nos ponemos en marcha cargados con el material necesario: crampones, piolet, arnés y casco. Hacemos una breve aproximación por la pista hasta llegar a la senda GR que se dirige a Puerto Palo.
Ya en la senda comenzamos el ascenso por el barranco de las Foyas, que luego cruzamos para seguir ascendiendo por el sendero que se dirige al ibón de Acherito.
Más arriba, dejaremos el sendero para dirigirnos a la derecha haciendo un rodeo a la cresta del Cristian con la intención de bajar por la otra vertiente en la que se halla el ibón de Acherito.
Poco después abandonamos la senda de Puerto Palo y ya sin sendero nos dirigimos directamente hacia la cresta por unas inclinadas laderas evitando los neveros.
Después de las duras rampas de hierba y cascajo nos metemos en un corredor de ll - que nos deja en la cresta. Una vez allí nos colocamos los arneses y los cascos pues el principio de la cresta es un paso
2046
El mallo Cristian se eleva hasta 2.046 metros de altitud y está en medio de una larga cresta con mucho patio de llû en el que colocamos una cuerda a modo de línea de vida.
Continuamos por la cresta que se torna un poco más amable y nos permite progresar sin dificultad hasta el Mallo Cristian.
Cuando estamos reunidos en la cima proseguimos la cresta, que a su lado norte está cubierta de nieve hasta el fondo del valle y por el que manadas de Sarrios corretean.
Vamos sorteando resaltes y destrepes de esta cresta disfrutona, llegamos a la ladera del Mallo de las Foyas y justo debajo sorteamos un inclinado corredor de nieve para ascender a la cresta que divide el valle del que venimos del ibón de Acherito.
Cuando llegamos a este punto vemos desde arriba el ibón todo cubierto de hielo y nieve y toda la vertiente nevada en forma de un embudo de gran inclinación, así que buscamos un punto por el que poder destrepar de la cresta a la nieve y allí colocamos una cuerda para superar los 20 metros de pared de nieve hasta donde la nieve es continua ya hasta el ibón.
Así que nos colocamos los crampones e iniciamos el descenso por el nevero que supera un 45 por ciento de inclinación sobre todo al principio del descenso.
Sin reblar nos dirigimos al ibón donde hacemos la parada de la comida pues son las 16 horas.
Una vez en el ibón y en un estado de relax se puede observar el semblante de los compañeros que dejan patente la satisfacción de la aventura que hemos conseguido.
Ya desde el ibón solo queda descender por el GR hasta el parking de la Mina. Hemos tenido unas 9 horas de actividad y unos 1.000 metros de desnivel en esta jornada de Travesías Pirenaicas, que en esta ocasión ha estado formado por 17 privilegiados participantes.
Rutas por la provincia, en Bonansa
Treinta y ocho senderistas de Rutas por la Provincia realizaron una ruta que partió del Alto de Bonansa, fue hasta el Mirador de Isábena por un sendero adaptado y desde allí subió a Alins. Posteriormente se dirigió a Espés Bajo, donde concluyó la jornada. La crónica completa se puede leer en nuestra página web. ●