Aprendiendo
ponen valores en lo que hacen. La intolerancia, disfrazada de tolerancia, es una muestra de algunas ideologías reinantes. El humanismo europeo no debe tener miedo de expresarse y de defenderse, con respeto y empatía. En este mundo donde la tolerancia se pone a prueba, recibiendo etiquetas y estigmas, hay que ser valientes en la defensa de los valores humanistas occidentales, fomentando espacios para el verdadero diálogo y la comprensión.
Antonio Alaminos López
“Esto va demasiado deprisa”. Esta expresión la escuchamos habitualmente en las conversaciones de las personas al referirse a los cambios tecnológicos que se están produciendo en nuestra vida. La robótica, los drones, la IA, los móviles cada vez “más inteligentes” son una constante de noticias. Por otro lado, asistimos a la época de la historia, con mayor número de personas longevas en el planeta; para 2050, la ONU estima que habrá 466 millones de personas con más de 80 años, cifrándose en 2020, en 143 millones. El “correr” tecnológico y el aumento de la vida comportan nuevas formas de vida, distintas a la herencia cultural, social y económica legada. Estamos aprendiendo a tener de un lado profesiones nuevas relacionadas con las innovaciones y, por otro lado, a la nueva sociedad de la “economía de las canas”, que, poco a poco, está teniendo una importancia transcendental en la economía y actividades de muchos países. Sin duda, nos encontramos en “movimientos sísmicos” sociales, que hoy, están creando importantes bolsas de desigualdad, en espera de que el futuro, sea bastante mejor que el momento actual. Estamos aprendiendo para crear un mañana donde la tecnología y la sabiduría de la experiencia humana se unan para crear un mundo mejor.
Pedro Marín Usón