PARA QUE EL 21 SEA MÁS ESPECIAL
Adiós 2020. Hasta nunca. Bienvenido 2021. Acabamos de dejar atrás el que posiblemente haya sido el peor año de nuestras vidas para muchos. La pandemia nos ha marcado a todos. Eso no se puede discutir. A unos de una manera más directa, pero a todos de una forma u otra. Nada es como antes. Han sido meses que hemos vivido situaciones que ni en nuestras peores pesadillas hubiéramos podido imaginar. Y en una de las pocas válvulas de escape que teníamos, aunque desde hace casi un año no lo podemos disfrutar como nos gustaría, las cosas no fueron mejor. Me refiero al fútbol. A nuestro Espanyol. Que nadie me malinterprete, ya que con la que ha caído, y sigue cayendo, el deporte queda en un segundo plano. Pero como decía el bueno de Jorge Valdano, el fútbol es lo más importante de las cosas menos importantes.
El fútbol es el escaparate perfecto para la crisis, la ansiedad, depresión y todo lo malo que se puede llegar a generar en un día o en una semana. El fútbol es el antídoto perfecto para quitar el veneno del alma y del cerebro. Como sea, el fútbol no es importante. Lo importante es el sentimiento que genera. Y este a veces ayuda a mejorar tu estado anímico en los momentos complicados. Y más en nosotros, amigos pericos, que vivimos todo lo que rodea a nuestra entidad con mucha intensidad. Pues esta pequeña válvula a los pericos se nos obstruyó hace unos meses. La desgracia por el coronavirus vino acompañada por la peor temporada de la historia de nuestro club. Cuando empezaba una ‘nueva normalidad’ el Espanyol perdió la categoría con todo merecimiento. Después de 26 años volvía a caer a la Segunda división. Y con el descenso consumado, la pandemia no mejoró. Volvían a llegar momentos complicados por el dichoso virus y los espanyolistas nos habíamos quedado sin esa válvula de escape. Pero eso ya es pasado y, aunque hemos de aprender de todos los errores cometidos para que no se repitan, ya solo miro al futuro.
Y este año que acaba de empezar es muy importante para toda la humanidad, pero sobre todo para los pericos. Hay muchos motivos para que el 21 siga siendo un número especial para el espanyolismo. Este año que empieza ha de convertir al dorsal de nuestro eterno capitán en un número aún más grande. Empieza un 2021 con algo más de esperanza que hace unos meses. Pese a que algunos especialistas auguran una tercera ola del coronavirus, la vacuna nos hace ver el futuro con más optimismo. Con los meses, los infectados y los fallecidos descenderán, los aficionados volveremos a las gradas de los campos de fútbol y, por fin, la vida empezará a ser como antes. Y, una de las cosas que debería ser como siempre ha sido, es que el Espanyol jugará en Primera división. Volviera al lugar que siempre ha merecido ocupar. Al sitio que nunca debió abandonar. Y que lo haga en un año que lleva acaba con nuestro admirado 21.
2021 merece ser un año histórico. Que nadie lo pueda olvidar. Un año en el que vuelva la ilusión en toda esa gente que ha perdido seres queridos, trabajos... Un año para ser recordado. Como es y siempre será recordado nuestro eterno capitán Dani Jarque, quien, precisamente ayer, hubiera cumplido 38 años de edad. No te olvidamos Dani.