CRÓNICA EL VENDAVAL FUE EL ESPANYOL
Con el triunfo, el Espanyol se proclamó campeón de invierno
El Espanyol ganó al Castellón y se proclamó campeón de invierno, al acabar la primera vuelta del campeonato como líder, con tres puntos de ventaja sobre el Mallorca, que perdió en casa ante Las Palmas, y cuatro sobre el Almería, que tuvo que aplazar su partido por los estragos que había causado la nieve en Madrid. Así pues, este triunfo honorífico supone un reconocimiento al buen curso de los espanyolistas.En un fin de semana marcado por la borrasca ‘Filomena’, el Espanyol fue un auténtico vendaval. Brilló como bloque y demostró que hay fútbol más allá de Raúl de Tomás o Embarba. Y esto es muy positivo.
Empiezan mandando El Espanyol salió con muchas ganas a por el partido y en el primer minuto Embarba ya avisó con un disparo desde la frontal del área. Y poco después ya encarriló el partido. Darder metió un balón a la olla, Puado la peleó y la consiguió peinar de cabeza y el esférico le llegó a Nico en el corazón del área para que con la derecha superara a Campos. El conjunto de Vicente Moreno había empezado mandando y pronto abrió la lata, pero el Castellón pareció no acusar el golpe.
Con el marcador en contra, los de Óscar Cano reaccionaron rápido y disfrutaron de dos buenas ocasiones para empatar. La más clara, en el 15’, cuando Diego López evitó el gol al desviar un gran cabezazo de Zlatanovic. Una acción a la que replicó David con otro testarazo que salió fuera por poco. El partido estaba entretenido y en el minuto Jarque, De Tomás perdonó el segundo. El pichichi del campeonato no pudo conectar bien un gran centro de Pedrosa y Campos, con el pie, le sacó un remate muy centrado. Los blanquiazules habían reaccionado a la mejora visitante y se estaban gustando. Empezaban a encerrar al Castellón y a ser muy superiores. Vivían mucho más en campo contrario y así siempre es más fácil crear peligro.
Pese a ir mandando en el marcador, en esta ocasión, a diferencia de otros partidos, no dieron un paso atrás. No especularon y demostraron querer comerse al rival. Habían recuperado un aspecto muy importante como la intensidad, que siempre es clave en el fútbol. Cada vez llegaban con más contundencia y en el 36’, De Tomás se adentró en el área y puso un balón raso al primer palo donde esperaban Embarba y Puado, y tras un rechace el canterano introdujo el esférico en el fondo de la meta castellonense. El partido se ponía muy de cara.
No bajan el ritmo El Espanyol no levantó el pie del acelerador en su vuelta al verde. Siguió apretando. De Tomás lo probó con un lanzamiento de falta que salió fuera por muy poco y el colegiado le anulaba un gol a Puado por fuera de juego. David López peinó un saque de esquina y el ‘9’, algo adelantado, la tocó cuando el balón quizás iba dentro. En solo siete minutos los espanyolistas ya habían disfrutado de dos buenas acciones. Querían demostrar quién manda.
El equipo estaba dejando detalles interesantes en todas sus líneas. Llegaba bien por las bandas, con un Pedrosa recuperando su mejor versión, mandaba en el centro del campo, se mostraba seguro atrás con un Calero que ha vuelto para quedarse, y arriba llegaba con peligro. No rifaban ningún balón y siempre intentaban jugarlo con criterio. Con el partido controlado, Vicente Moreno empezó a mover el banquillo. Y el equipo siguió ofreciendo un buen nivel, pero el gol se resistía . Se le negaba sobre todo a RDT; primero Iago evitaba su remate y en el 84’ no pudo aprovechar un despeje para superar a Campos. El Espanyol llegaba al final apretando. Siendo superior. Siendo el líder. El campeón de invierno.
Nico Melamed inauguró el marcador muy pronto y empezó a encarrilar un triunfo muy merecido El Espanyol disfrutó de ocasiones para conseguir una victoria más amplia; dominó de principio a fin