TÍTULO HONORÍFICO PARA UN ASCENSO REAL
El Espanyol ha hecho los deberes y termina la primera vuelta en cabeza gracias a una victoria relativamente cómoda ante los orelluts. Nico Melamed abrió el marcador con su primer gol como titular. Pescó el balón en zona peligrosa con aquella intuición que solo tienen los futbolistas tocados por una varita mágica. La fe de Javi Puado a la hora de ir a recoger un balón que caía con nieve (nunca mejor dicho en estos días), cuando parecía que los centrales castellonenses tenían toda la ventaja, fue también importante.
Un chico que es un tesoro. Un crack en el césped y también fuera de él. La fama no se le ha subido a la cabeza a Nico, que sigue yendo a buscar todas las tardes que puede a un partido diferente. Raúl de Tomás, elegido mejor jugador de Liga Smartbank del mes de diciembre, no estuvo atinado de cara a portería, pero fue decisivo en el segundo tanto. Se dejó caer a banda y puso un centro donde hace más daño.
Campeones de invierno y de Liga La última vez que fuimos campeones de invierno también logramos levantar el trofeo de campeones al final del curso, algo que no había ocurrido las cuatro veces anteriores que acabamos líderes la primera vuelta. Fue con José Antonio Camacho en la campaña 9394. Además, Toni Jiménez se llevó el primer Zamora de los dos que ganó como perico.
En aquella ocasión, el cuadro blanquiazul también tuvo que ganar el último encuentro para obtener este título honorífico. En aquel
Bartolí, el líder silencioso Para encontrar la anterior vez que fuimos campeones de invierno hay que remontarse a la campaña 62-63, también en la categoría de plata. Un equipo sin grandes estrellas, pero que contaba con el liderazgo de Bartolí (fue el futbolista con más minutos). Uno de los mejores centrales de la historia del Espanyol, regular y valiente, que también fue capitán en una época muy difícil previa a la llegada de los ‘Cinco Delfines’. No obstante, el Espanyol quedó segundo (le relegó el Pontevedra a final de campaña) y tuvo que superar una promoción agónica ante el Mallorca. Tras repetir 2-1 en la ida y la vuelta, se jugó el desempate en el Santiago Bernabéu, con un cabezazo milagroso de Idígoras que devolvió al club a la máxima categoría tras el primer descenso de la historia. Esperemos que el regreso a Primera se parezca más al de Camacho. Por nuestra salud.
Números de récord Si no ocurre una hecatombe, el Espanyol, que cuenta con 45 puntos en el ecuador el torneo, firmará la mejor temporada de la historia a nivel numérico, aunque sea en Segunda, con 22 equipos y con tres puntos por victoria. Era y es lo previsible, pero luego hay que cumplir en el campo. Es curioso lo que dicen las cifras. La peor temporada de la historia y la mejor, seguidas. Un club de contrastes que nos sigue enamorando. ¡Espanyol, te quiero!