Esta semana cumple... 83 Giorgio Armani ‘‘ Ojalá siga en el tajo, porque es un albacea de la elegancia ’’
Por rachas, Giorgio Armani ha logrado hacer de la gala de los Oscar su pasarela propia. Ya es lograr. Es un nombre de tanta veteranía gloriosa que parece que ya ha muerto, pero no, porque cumple 83 el 11 de julio. Resulta un elegante en sí mismo y también un artífice de la elegancia infalible del hombre, al que viste en vertical, y de negro, con toda la verticalidad esplendorosa del color negro.
Diríamos que viene vistiendo al hombre con todos los tonos del negro. No extraña que los actores de portada se pongan de inmediato a bordo de un traje Armani, cuando toca ir de toreros del marketing, porque un trapo Armani es faena de acierto, y también es un farde. Vistió a Richard Gere en “American Gigoló”, y luego el esmoquin Armani se lo han abrochado Robert de Niro, Russell Crowe o Benicio del Toro, citando deprisa.
En la tribu de la moda se le adorna como El emperador, y un poco o un mucho tiene él mismo, sí, de emperador del buen gusto de dejarse la cana sin disimulo y el afeitado sin descuido, con el mentón claro, soberbio y creído de estatua milanesa. Les ha fabricado el uniforme a los futbolistas de la liga inglesa y, naturalmente, a los de la italiana. Ha hecho de los peloteros unos apolos con botones y de los actores un tráiler de apostura en blanco y negro. Se nota, en todo lo que hace, que no vive sólo fascinado por la ropa, sino también y, sobre todo, por el cuerpo, que es algo que nunca pasa de moda.
A Cayetano le inventó un traje de lidiar la muerte que es un monumento de museo, como si ya el traje fuera el alma triunfal de un torero por sí solo, que un poco sí. A Beyoncé la ha fichado de novia en minifalda de su perfume. Hasta en la elección de musas hemos de estarle agradecidos los hombres. El emperador se ha hecho eterno en camiseta.