Isabel Pantoja en guerra con su consuegra
La madre de Alejandro Albalá, Paz Guerra, asegura que le ha llegado un recado de parte de la tonadillera: la demandará si no se calla. Ella dice que no se va a callar.
Paz Guerra, podóloga reconocida de Santander, tenía una vida relajada hasta el día en que su hijo, Alejandro Albalá, conoció a Isabel Pantoja Junior. Desde entonces, su tranquilidad se fue al traste. Según ella misma ha manifestado públicamente, su hijo inició una relación cuanto menos “preocupante y manipulada” por la hija pequeña de la tonadillera, algo que le hace vivir en zozobra desde entonces.
Testigo silente durante los tres años de la historia de Alejandro y Chabelita, hace un par de meses decidió mostrar públicamente el dolor y la rabia de una madre preocupada por su hijo y dar un toque de atención a la persona que considera la causante de sus males. La suegra de Chabelita se convirtió en personaje, pero ¿qué pasa entre ella e Isabel Pantoja?
El mismo día que se publicaron las fotos de la reunión familiar de los Pantoja en Ibiza, Paz Guerra publicó una foto suya en una red social con el comentario: “Yo no posaba, estaba de parranda”. En ese momento se dispararon las alarmas: ¿era una simple broma o una provocación a la tonadille- ra? A partir de ese momento se desató la tormenta.
Intentamos aclararlo con ella y nos cuenta: “No pensé que iba a tener esta repercusión porque en mi Instagram solamente tengo amigos, apenas una centena, pero justo en ese momento me llegó un recado de Isabel Pantoja. Dijo que me iba a demandar y que tendría que trabajar toda la vida para ella, a no ser que me callara la boca. No me va a pisar”.
Fue mucha la expectación y Paz Guerra se disculpó públicamente en televisión: “Pido perdón a todas aquellas personas que hayan podido sentirse ofendidas”, dijo con un tono de voz desconocido. En este escueto mensaje más de uno pudo ver que pedía disculpas a la tonadillera. “Pedí perdón por el miedo que sentí por las consecuencias que podía tener mi hijo, pedí perdón por él, para evitar que le acorralarán una vez más”, dijo.
“Dijo que tendría que trabajar toda la vida para ella a no ser que me callara la boca”, explica Paz
PAZ NO VE A ALEJANDRO DESDE JUNIO, CUANDO ÉL SE RECONCILIÓ CON CHABELITA
Esta foto ha desatado una guerra que permanecía soterrada entre las dos madres, aunque la Pantoja no se ha manifestado públicamente sobre la relación de su hija Chabelita con Alejandro Albalá. Pero al parecer, sí podría hacerlo en privado influyendo en su yerno, en contra de su madre para que deje de hablar sobre la pareja. “Y a mí no me va a callar la boca la señora Pantoja. Si Isabel tiene algo que reprocharme, que me lo haga directamente a mí”, explica Paz.
Una venda en los ojos
A Paz se le nota cansada, consciente de haber perdido el anonimato por hablar sin tapujos sobre la turbulenta relación de su hijo con Chabelita. Ella sólo quiere que Alejandro, de 23 años, retome su vida y amplíe sus estudios. “Soy la única que no tiene miedo a hablar”, confiesa.
Tal y como ella misma ha contado, su vida es un calvario desde que la pareja volvió después de una separación que parecía definitiva. Ella insiste en que su hijo tiene una venda en los ojos y teme que “la relación acabe mal”. Además, se enfrenta al distanciamiento de Alejandro, al que no ha vuelto a ver desde que se reconcilió en junio con Chabelita. Sólo sabe de él por los medios de comu- nicación, que le han sacado disfrutando de la familia Pantoja.
Sin embargo, durante este tiempo de silencio, su hijo le ha llamado en dos ocasiones, justo cuando ella decidió sentarse en televisión para contar el dolor que le causó esta relación.
La primera llamada la hizo en privado y su hijo le pidió que no hablara. El segundo contacto se produjo desde Perú, en el viaje que Chabelita y Alejandro hicieron a la tierra de los Incas. En esa segunda llamada, él le reprochó su paso por televisión y le advirtió que no volviera a hacerlo.
Alejandro podría no llamar a su madre por iniciativa propia. Parece que no existe intención de acercamiento, sino complacer a Chabelita y a su suegra, Isabel. Al parecer ellas intentan callar a Paz a través de Alejandro. Ella nos confiesa que no piensa parar, que quiere rescatar a su hijo de un ambiente que no le gusta y con las armas que tiene a su alcance.
La guerra entre Paz Guerra e Isabel Pantoja sólo acaba de empezar.
Paz asegura que ha recibido dos llamadas de su hijo, y que no la contacta por iniciativa propia