JUAN PEÑA “Para muchas mujeres he sido un capricho”
No para de dar conciertos fuera y dentro de nuestras fronteras. Le han bautizado como “El niño bonito de la jet set” y es que el sevillano ha cantado en fiestas donde estaban desde el Rey Felipe hasta Leonardo DiCaprio.
Dice que se han aprovechado de él, pero es que Juan Peña tendría que volver a nacer para tener algo de maldad. Amigo de sus amigos y hombre de una sola mujer, Sonia González, de la que se enamoró el primer día que la vio cuando ella le hizo una entrevista. Los dos son padres de Tristán, un niño que ha cambiado por completo los valores que tenía el cantante andaluz.
-¿Te ha cambiado mucho la vida el hecho de ser padre?
-Ahora tengo un sentido de la responsabilidad que antes no tenía. Ahora vivo para mi hijo. Cada vez que me tengo que montar en un avión, me lo como a besos por si es la última vez que lo veo. Quiero que tenga los mismos valores que mis padres me han dado.
-Siempre has sido muy niñero...
-Siempre he tenido un punto muy infantil. Por eso, a mi familia le daba mucho miedo que me viniera a vivir a Madrid. Para muchas cosas soy muy inocentón y noble, y decían que me hacía amigo de cualquiera.
-¿Te han tomado mucho el pelo por eso?
-¡Sí! Yo me he dado cuenta que se han aprovechado mucho de mí, tanto amigos como mujeres.
-La gente que te conoce coincide en lo noble que eres.
-Sí, con el tiempo he ido cogiendo algo de maldad. Pero me han dado por todos los sitios.
-Dices que las mujeres también.
-Alguna que otra, sí. Yo creía que estaban enamoradas de mí y simplemente era un capricho o un pasatiempo para ellas.
-Hasta que llega Sonia González, ¿la boda para cuándo?
-Yo creo que no hay más compromiso que un hijo. En nuestro caso se adelantó. Yo hice un bautizo al que fueron 300 invitados y me costó mucho. Yo vivo de mi trabajo y no me gusta pedirle nada a nadie.
-¿Cómo te ha cambiado la vida con Sonia?
-Sonia es muy legal, leal, madraza, amante del campo, muy trabajadora. Está muy pendiente de su ganadería de reses bravas. El mundo del toro es muy hermético, viven por y para el toro. A ella le encanta estar en el campo y yo estaba acostumbrado a estar tres meses en casa de Fonsi Nieto... Dos mundos diferentes.
-¿Tu suegro, Damaso González, fallecido recientemente, te aceptó desde el principio?
-Recuerdo perfectamente el día que le conocí. Iba con mi representante, Fernando Candela, que me acompañó a una comida que me habían invitado y me daba vergüenza ir solo. Es una familia que ha huido siempre de los focos y les sorprendió cuando aparecí. Pero se dieron cuenta que nunca he llevado mala vida y les he demostrado que soy legal.
-¿Qué pasaría si tu hijo, Tristán, quisiera ser torero?
-Yo quiero que sea feliz. Es una profesión que tiene mucho riesgo. Mis padres no daban por mí ni un duro y se dieron cuenta de lo que estaba consiguiendo.
-¿Te obligaron a estudiar?
-Sí, me obligaron a sacarme el título de Gestión Administrativa, pero nunca he ejercido. Me acuerdo que me mandaron a hacer las prácticas a El Corte Inglés y mi jefe me dijo que era nulo y yo le decía que yo iba a ser cantante. Al cabo del tiempo fui a una firma de discos y me vio.
-Volviendo a Tristán, ¿preferirías que fuese cantante o torero?
-Ninguna de las dos cosas. Quiero que sea tenista o futbolista, que ganan más dinero y no se arriesgan tanto.
-Vas a sacar tu quinto disco, pero podemos decir que Juan Peña no es de los cantantes que gana dinero vendiendo discos, sí ganas en las fiestas, porque no hay una en la que no cantes tú.
-Yo creo que ya ningún cantante gana dinero vendiendo discos. Yo he tenido suerte con mis discos. Soy un cantante del pueblo. Antes tenían a Los del Río y yo he cogido el testigo de José Manuel Soto.
-Si en algo te caracterizas también es por tu discreción por no contar nada de lo que ocurre en esas fiestas privadas.
-Sí, pero también porque en muchas estoy rodeado de amigos y me tratan de igual.
-¿Qué sueño te queda por cumplir?
-Como cantante he cumplido todos los sueños que tenía. Uno de mis sueños, por ejemplo, era cantar delante de uno de mis ídolos, que era José María Cano, y lo he hecho en su casa en Lisboa. He tenido la suerte de conocer a Camarón de la Isla, a Paco de Lucía, Alejandro Sanz me ha escuchado cantar “Amiga mía”… Recuerdo cuando era pequeño y en el colegio me mandaban hacer una redacción y ponía: “Quiero vivir donde viven las estrellas, en Madrid”. Y aquí estoy.
-Tienes muchos amigos famosos y artistas, ¿recuerdas algún consejo?
-Me acuerdo que Rocío Jurado me dijo que no me fiara de todo el mundo. Yo debería volver a nacer, porque me las siguen dando. No pienso que la gente sea mala, sino que tienen un mal día. Soy feliz así.
-Ahora están de moda los concursos de música, ¿te hubieras presentado a alguno?
-No. Yo recuerdo que en mi primera fiesta privada cobré 675.000 pesetas con 18 años y desde entonces he tenido suerte de cantar en muchas fiestas. Mucha gente dice que soy el niño bonito de la jet set.
-Has cantado en muchas bodas, ¿cantarás también en la tuya?
-Eso me parecería un poco friky. (Risas)
-Por cierto, ¿le has pedido matrimonio a Sonia?
-Todavía no.