Jesús Vázquez ‘‘
Ojalá tantos otros llevaran la fama como él, sin divismos ’’
Es Jesús Vázquez lo que parece: un trabajador sin tontuna, un sentimental de sinceridades y un famoso nada folclórico. El 9 de septiembre cumple 52 años, y en esa edad también es él lo que parece: un guapo de consenso.
A él yo creo que esto del guapo sin réplica ya le va dando un poco igual, porque en algún momento dijo, inteligentemente: “Me estoy despidiendo de que mi cuerpo sea mi principal tarjeta de presentación”. Sí, pero el cuerpo sigue ahí, un cuerpo de titán que sale de chaqueta bien cortada, en la tele. A su éxito sostenido contribuye que Jesús no es cualquier tontiloco de los que se lo montan en los platós. Todo lo contrario. Entre otras cosas porque en la tele, de campeón, lleva toda la vida.
En sus albores profesionales, ya remotos, fue pareja de Penélope Cruz en el programa “La quinta marcha”. Luego vinieron ediciones de “Gran Hermano”, “Hotel Glam”, “Supervivientes” y “Operación Triunfo”. Y llegó luego “La Voz”, el show de talentos que ha dado tanto campanazo de exitazo. Cito no lo más reciente, por orientar, y por hacer hemeroteca. De manera que lleva en la tele un siglo, o dos, triunfando de joven veterano, y sabe que en lo suyo el guapito de oficio dura un relámpago, o un trimestre, que viene a ser lo mismo. En la cosa sentimental es un famoso de los que no da un ruido, y tiene pareja, Roberto, desde hace años, sin aspavientos, y también sin ocultamientos.
Para mayores excepcionalidades de su vida pública, hizo un día un desnudo para “Interviú”, y donó el dinero a los refugiados de Kenia, en un generoso gesto más de los muchos que ha tenido como Embajador de Buena Voluntad de ACNUR. Es un tío bueno, aún, como se dice a menudo en las peluquerías, y un buen tío, que añadimos aquí.