Cristina e Iñaki, aniversario de boda
La segunda hija de los Reyes eméritos y su marido celebran 20 años de matrimonio en su casa de Ginebra, donde residen desde septiembre de 2013. Ahora están pendientes de la entrada en prisión del que fuera duque de Palma, condenado por el caso Nóos.
La Infanta tenía 31 años e Iñaki 28. Les presentó un amigo y saltó la chispa entre ellos Lejos queda esa imagen de felicidad. Cristina lució radiante un vestido de novia de Caprile
El 20º aniversario llega en un momento complicado para el matrimonio. Desde el año 2009 cuando, por recomendación de Casa Real, tuvieron que abandonar España para instalarse en Washington y luego en Ginebra, ni Cristina ni Iñaki han podido quitarse de encima el escándalo del caso Nóos que pesa sobre ellos como una losa. Ahora, el matrimonio espera con preocupación el momento en el que el Tribunal Supremo revise la sentencia y ordene el ingreso en prisión de Urdangarin.
Mucho ha llovido desde la gran boda de Barcelona. Un amor que surgió en verano de 1996, en los Juegos Olímpicos de Atlanta. Cristina tenía 31 años e Iñaki, 28. Les presentó un amigo de la infanta, Jesús Rollán. Y saltó la chispa. Después de ocho meses de relación, el 30 de abril de 1997 se anunció el compromiso en los jardines del Palacio de la Zarzuela. Carmen Camí, la hasta entonces novia del guapo jugador de balonmano, medallista olímpico, se enteró por la televisión de que ya no era su pareja. Meses después, el 4 de octubre, Barcelona se vistió de gala para acoger la boda de Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin. Lejos queda esa imagen de felicidad. Cristina lució radiante un impecable vestido de Lorenzo Caprile, inspirado en la flor de lis, ligada a la heráldica de la Casa de Borbón, hecho en seda valenciana de color marfil. Eran la pareja perfecta. Daban una nueva versión de la Casa Real, más actual.
Dos años después, el 29 de septiembre de 1999, nació Juan Valentín, que acaba de cumplir la mayoría de edad. A Juan, discreto, algo tímido y muy responsable, le siguieron Pablo (16), Miguel (15) e Irene (12).
En 2004 el matrimonio adquirió un espectacular palacete en el exclusivo Pedralbes de Barcelona. Los 6 millones que costó la casa, diseñada por el arquitecto José María Vilallonga en 1951, levantaron las sospechas. Las reformas –durante 6 años– costaron otros 3 millones de euros.