DAVID DEMARÍA
“A mi hijo le gusta más Queen que el reguetón”
El próximo mes de abril, el gaditano lanza “20 años”, un disco que celebra sus dos décadas en la música. Cuando baja del escenario, anda como loco con su pequeño Leo, que ya tiene dos años.
Todos los artistas coinciden en que sobrevivir en la industria de la música no es tarea fácil. Quizá por eso, David DeMaría haya decidido celebrar sus dos décadas de carrera. El gaditano –sereno, cercano y con mucho sentido del humor– nos presenta “20 años”, un disco en directo donde ha reinterpretado sus canciones con grandes amigos como Vanesa Martín, Chenoa, Sergio Dalma o Manuel Carrasco. También incluye tres temas nuevos que llevan su sello inconfundible.
-Además del disco, has escrito un libro de poemas y preparas gira. ¿De dónde sacas tanta energía?
- A mí l a energía me l a ha dado la paternidad. El amor de un hijo me ha quitado muchas pamplinas de encima, como a todos los que intentamos estirar la adolescencia lo máximo posible. Ha sido una tabla de salvación a todos los niveles, tanto profesional como personal.
-Has contado con colaboraciones de lujo. ¿Te sientes querido por la profesión?
-Me siento muy respetado, también porque es lo que he sembrado en estos años: humildad, sencillez y pasión por lo que hago. Esto al final es una montaña rusa y yo he vivido tanto en las cloacas como en los lujos de que te recoja un coche oficial en México. Nunca me he creído nada, no me cuesta ir por el camino de la carretera convencional.
-¿Te ha quedado algún dueto en el tintero?
-Manolo García y El Barrio. Se lo pedí a los dos, pero finalmente no pudimos cuadrar agendas.
-¿Qué es lo que queda del David DeMaría que empezó?
-Queda la misma ilusión de ir al local de ensayo, de preparar la próxima gira, de terminar una canción. Esa motivación no se ha perdido, aunque sí que he dejado mucha inocencia por el camino.
-Supongo que este disco te habrá servido para hacer balance. Cuéntame un recuerdo especialmente bonito de estos 20 años.
- Pues mira, no t e l o vas a creer, pero me quedo con el concierto que di en el instituto de Jerez cuando tenía 14 años.
Allí me di cuenta de que tenía un camino en la vida. Encima, en ese concierto me enamoré y estuve más de una década con mi chica.
“Me encantaría aumentar la familia” -En todo este tiempo, ¿alguna vez pensaste en tirar la toalla?
-Sí, hay momentos en los que te saturas. Llega un punto en que notas que no tienes vida, que por luchar por la carrera de un tal David DeMaría estás sacrificando a David Jiménez. Ahora, afortunadamente, estoy otra vez como un niño que empieza.
-¿Quién te ha ayudado a mantener los pies en el suelo?
-Creo que ha sido fundamental nacer en una familia sencilla, estructurada y con un padre que se ha jugado la vida en su profesión. Era bombero y se jubiló hace un par de años.
-Y tu mujer, Lola Escobedo, ¿cómo lleva tus etapas creativas?
-Supongo que debe de ser difícil porque no me aguanto ni yo. Sólo me hace volver a la realidad el llanto de mi hijo.
-Justamente a tu pequeño Leonardo le dedicas tu libro de poemas, “Navegantes en un barco de papel”.
-Sí, de hecho el libro es una conversación con él. Me gustaría que lo cogiese cuando fuera mayor y pueda entender lo que he querido transmitir.
-¿Cómo compaginas la paternidad con el trabajo?
-Eso me pregunto yo todas las mañanas. Con dos padres que trabajan y sin familia en Madrid. Un hijo te ayuda a reordenarte, yo se lo recomiendo a todo el mundo.
-¿Te animarías a aumentar la familia?
-Pues ahora que Leo tiene dos añitos, me encantaría. Pero en los tiempos que vivimos lo veo complicado.
-¿Y si tu hijo quiere ser cantante cuando sea mayor?
-Le pondría en la mano una manguera de bombero. No sé, lo que no voy a hacer es presionarle.