ÁNGEL ANTONIO HERRERA

Esta semana cumple... 44

Enseguida supo uno que Penélope iba a llegar. Lo que pasa es que ha llegado hasta plantarse junto a Sophia Loren para recibir un Oscar. Se dice pronto. Penélope es Pe, pero sobre todo Pe es Penélope Cruz, nuestra famosa primera, y una gloria del cine en curso, porque ahí está su filmografía, que la gente mira poco o nada. Estamos ante una estrella. Y la estrella viene a cumplir 44 años, el 28 de abril.

Madruga con la disciplina de un legionario y trabaja los papeles con la lujuria incalculable de la intuición. Fernando Trueba ha dicho que no es buena, sino bue- nísima. Y Woody Allen, desparecido en estos combates promocionales, no dice nada, pero la colocó al lado de Scarlett Johansson. Creo que no se ha cumplido justicia plena con Penélope, aquí, porque confundimos el trabajo con el alterne, y nos gusta que todas las jóvenes famosas se parezcan a Elsa Pataky, que no tiene más relevancia que el biquini que se pone o se quita.

La carrera de Penélope, que es carrerón, debiera servir de estímulo a las jóvenes de su gremio, pero más bien les sirve de modelo de mucho trapo y novio de vitola, que es a lo que se dedican tantas que no buscan sólo una portada, sino no salir jamás de una. Estamos ante la chavala que inauguró Alcobendas como capital de Hollywood, porque le dieron un Oscar, y fue foto planetaria posando al respecto, haciendo trío de retrato con Kate Winslet y Sean Penn.

Antes de casarse con Javier Bardem, lo que le salían a Penélope eran muchos novios, verdaderos o no tanto. Y ahora lo que le salen son diversas hermanas apócrifas, digamos, un ramo de chavalas jóvenes, reguapas e ilusionadas, todas de mucho cromo apabullante, que quieren hacer su misma carrera o carrerón. Pero Penélope sólo hay una.

Ojalá la disfrutemos con mayor cercanía’’