Diez Minutos

Christian Gálvez “Ser feminista es tener sentido común. Yo lo soy”

- Por Rosa Villacastí­n Fotos: Diego Puerta

Charlar con Christian Gálvez es como asistir a una clase magistral de Historia en cualquiera de nuestras universida­des. Especializ­ado en el Renacimien­to italiano, el escritor y presentado­r pone tanta pasión en lo que dice que es difícil no caer rendida ante lo que cuenta en sus libros sobre una época de la que apenas se conoce lo suficiente fuera de las aulas. Es por eso que Christian ha decido desempolva­r la figura de un artista como Leonardo da Vinci, así como de las mujeres de ese tiempo, más avanzadas de lo que pudiéramos pensar, pero a las que no se les permitía ser propietari­as de su vida, algo que nos descubre en su último libro “Gioconda descodific­ada”.

-¿Cuántas veces le han dicho que tiene una sonrisa cautivador­a?

-Alguna vez... Pero fíjate que la experien- cia me dice que hay varios tipos de sonrisas. La mía es de felicidad, soy feliz y no lo puedo ocultar, lo que no quiere decir que sea un experto en fisonomía o morfopsico­logía para adivinar qué sonrisa es verdadera y cuál no. -La suya parece sincera. -Y lo es, yo no sólo sonrío con la boca, también con los ojos, no como la Gioconda. Sonrío mucho porque me lo paso bien en mi trabajo.

-En su nuevo libro la dedicatori­a a Almudena Cid dice: “su sonrisa es la única que tiene valor para mí”.

-Todos los libros que he escrito se los he dedicado a Almudena de una u otra manera. Lo hago porque es mi compañera de vida, la que aguanta mis viajes interminab­les, que pase horas intempesti­vas en una biblioteca, que escriba sobre Leonardo, en definitiva la que me apoya y me ayuda.

-¿Es la primera en leer lo que escribe?

-Hay veces que sí y otras que no. Las novelas sí se las doy a leer, los ensayos no, y no me preguntes por qué, ya que no sabría explicarlo. Sí puedo decirte por qué no le di a leer este último.

-¿Por alguna razón especial?.

-Porque el último capítulo, “Homenaje a dos mujeres”, se lo dedico a ella, pero hay que leer el libro hasta el final para contestar a tu pregunta. La realidad es que se ha creado una sincronía entre Leonardo da Vinci y yo. El epílogo no sólo está dedicado a Almudena sino al lector, para que pueda hacer ese parangón, y donde yo termino mojándome del todo.

-¿Está contento con el resultado de su “Gioconda descodific­ada”?

-Sí, porque es un ensayo riguroso, objetivo, científico, no demasiado erudito porque es para todos los públicos. Creo de verdad que en esa página y media personal, lo digo todo.

-¿Qué papel tuvo la mujer en el Renacimien­to?

-Hay una importante presencia femenina tanto en la vida de Leonardo como en la de Miguel Ángel. No olvides que da Vinci estaba enamorado platónicam­ente de Victoria Colona, la mejor poetisa del Renacimien­to.

- Hay quien s osti ene que era homosexual.

-Siempre se habla de ese tema pero no hay que obviar que tenía a Tomasso Cavalliere escribiénd­ole poemas de amor, pero tenía también a Victoria Colona. El problema es que cuando hablamos del Renacimien­to siempre se habla de hombres. ¿Acaso no había ninguna mujer digna de ser mencionada en esa época? Estaban ahí, claro que estaban ahí.

-¿Ocultas tal vez?

-Algo que no ocurre ahora, cuando se habla y se coloca a la mujer en el lugar que le correspond­e por derecho propio. Llámame feminista si quieres, pero es que lo soy.

-Me alegro que lo diga sin complejos.

-Ser feminista es tener sentido común. Habrá quien diga que el sentido común es el menos común de los sentidos, no: es el que da sentido a todo lo demás: a la vista, al oído, al olfato y a la inteligenc­ia intuitiva. El problema es que hay gente que no sabe cuál es el significad­o del feminismo. -Le escucho. -Lo antagónico del machismo.

-¿La Virgen María ha marcado la imagen de la mujer?

-Cuidado, que estamos hablando del Renacimien­to y hacerlo significa varias cosas desde el punto de vista político, artístico y religioso. Un periodo en la historia del ser humano en el que ya no se le hace tanto caso a papá. ¿Y quién es papá? Dios. Es cuando descubrimo­s América, donde hay animales, lugares, plantas y razas humanas que no aparecen en la Biblia y se produce el cisma teológico. De hecho, en la tradición pictórica florentina aparece en las últimas cenas María Magdalena.

-¿No había mujeres liberadas o liberales?

-Estaban naciendo los primeros esbozos de la mujer independie­nte pero no se las dejaba crecer. Prueba de ello es que no se las conoce. Sólo sabemos que Lucrecia Borgia era puta y envenenado­ra, pero las había muy grandes y algunas tuvieron un papel fundamenta­l, pese a que se las presente de perfil. Es por lo que Leonardo cambia el canon de belleza y las pinta de frente.

- ¿ Qué t i ene l a Gioconda de especial?

-Lo que tiene es una campaña de marketing brutal. La Gioconda estaba en un pasillo y nadie iba a verla. Su fama empieza cuando roban el cuadro.

-¿Quién comienza la campaña de marketing?

-Los franceses en el siglo XIX, en el Romanticis­mo, periodo en el que Italia se unifica. Es entonces cuando comienza la búsqueda de las grandes glorias, de su yo, del nacionalis­mo. Tienen a Maquiavelo, Miguel Ángel, Rafael... ¿Qué pasa con Leonardo da Vinci?: está enterrado en Francia y es ahí donde tienen a su Gioconda.

-Vaya historia tan apasionant­e.

-Los franceses consiguen que quede en la memoria colectiva ese cuadro.

-No me negará que es un retrato con misterio.

-Todo lo de Leonardo tiene misterio. En sus cuadros no se sabe si son hombres o mujeres, sólo tienes que mirar La Anunciació­n: por qué ese ángel tiene las alas de pájaro y no de ángel, y así tantos otros como pintó. Todo en él tiene magnetismo.

“Estaban naciendo los primeros esbozos de la mujer independie­nte pero no se las dejaba crecer. Sólo sabemos que Lucrecia Borgia era puta y envenenado­ra, pero las había muy grandes”

-¿Es lo que le ha fascinado del pintor?

-Lo que me fascina de él es la historia del ser humano, del hombre de carne y hueso, el fracasado frente al genio. Una etiqueta que le hemos colgado nosotros: Leonardo fue un fracasado, hasta que triunfa en Francia tres años antes de su muerte.

-¿Fue un adelantado a su tiempo?

-Sin duda, fue un incomprend­ido, murió triste y con sensación de fracaso absoluto.

-Como tantos otros artistas de talento.

-Pero Rafael y Miguel Ángel fueron exaltados en vida, da Vinci no.

-¿Nunca se dio por vencido?

-El gran legado de este artista es que tras el fracaso se puede ser mejor persona y mejor profesiona­l. Es la forma de acercarle a los jóvenes y a los peques, pero si le colocas en un pedestal lo estás poniendo en un lugar distante e inaccesibl­e.

-¿En algún momento se ha sentido reflejado en él?

-Muchas veces, y lo digo con humildad, pero de lo que estoy convencido es de que no basta con la educación reglada, hay que utilizar el autoaprend­izaje. Yo, Christian, presentado­r e investigad­or, soy fruto de la perseveran­cia, la pasión y el autoaprend­izaje. Yo no tengo prejuicios en ese sentido.

-¿Por qué hay tanta prevención sobre los de la tele, en su faceta de escritores?

-Por ese prejuicio estúpido de que un político puede escribir pero un presentado­r de la tele, no. ¿Por qué no, si el fin último de la literatura es entretener?

-Dígamelo usted.

-Se ha criticado a gente por ser famosa y publicar, pero quizá no piensan que esa persona puede haber acercado a la literatura a 8 o a 10 personas, y eso a mí me vale. Yo no lo consumo pero no lo critico, porque a mí me gusta desde Alejandro Dumas a J. J. Benitez.

-¿Qué libro le cautivo de joven?

-Del Conde de Montecrist­o me enamoró esa capacidad de luchar, matando a diestro y siniestro, de perseverar y conseguir un objetivo. Es una visión negativa de la venganza, de la vendetta. En mi primera novela hay un pequeño homenaje a Dumas.

-¿Cómo acepta las criticas?

-Yo soy muy autocrític­o, sólo así podemos decir si nuestro trabajo es bueno o malo. Yo he hecho trabajos malos que me han servido para aprender. Y si hago algo bueno, lo reconozco también.

-¿Por qué lo digital no ha desbancado al papel?

-Soy de tocar el papel, de olerlo, aunque creo que lo digital tiene que estar ahí porque es un producto de nuestro tiempo.

-¿Esta preparando una gran exposición?

-Sí, en el Palacio de las Alhajas de Madrid, donde se va a exhibir la mayor colección de libros con grabados auténticos del rostro de Leonardo, desde el siglo XVI hasta hoy en día. Y dos libros auténticos suyos, de manera que la gente va a poder disfrutar de algo que no tiene precio.

-¿Cuál es su secreto para conectar con los más jóvenes?

-Lo que más les llega es la pasión con la que hablo. Y si se quedan con algo de lo que yo vivo apasionada­mente, para mí sería un premio.

-¿Qué le ha aportado “Pasapalabr­a”, además de prestigio?

-Me ha hecho mejor persona porque aprendo y sé más desde que lo estoy presentand­o, y eso me hace mejor profesiona­l.

-¿Por qué han cambiado el formato?

-Porque no debemos perder de vista que la competenci­a evoluciona, y que no te puedes dormir en los laureles. Con este cambio lo que hemos conseguido es que la audiencia pueda jugar constantem­ente, porque no podemos olvidar que “Pasapalabr­a” es lo que es, desde hace casi doce años, porque la gente juega, se familiariz­a con los concursant­es, quiere que ganen o no.

-¿El éxito consiste en poner a prueba al espectador?

-Quienes nos ven, no son espectador­es pasivos, por eso gustan los realities, porque el público tiene el poder de decidir quién se queda o quién se va, y si además lo ven en familia, pueden competir entre ellos.

-De los que han pasado por “Pasapalabr­a”, ¿quién le ha sorprendid­o más?

-Paz es un referente del programa. Luis Esteban es comisario y muy buen escritor, y un claro ejemplo de que se puede mejorar. La primera vez que vino, era muy bueno, pero la segunda fue mejor y se llevó el bote.

-¿Se ha planteado cambiar de género literario?

-Sólo lo haría por dos motivos, y ambos son vinculante­s. Uno, que tuviese otra historia que contar, y que me viera capacitado para hacerlo. Dos, que me atreviera con una novela en la que la protagonis­ta fuera una mujer. Es un reto, y ya tengo cierta historia que me gustaría llevar a cabo.

-¿Y en televisión?

-Somos jugadores en la plantilla de un equipo deportivo en el que manda el míster, y hoy juego de lateral derecho y el día que decida la cadena que sea media punta, lo haré. Y si tengo que firmar por otros tantos años en “Pasapalabr­a”, lo firmaré.

-¿Usted se relaja alguna vez?

-Muy poco, sólo desconecto cuando Almudena y yo nos vamos de viaje.

-¿De niño era tan activo?

-Era muy callado, muy retraído, bastante tímido. Cuando me escogieron para “Caiga quien caiga”, mis padres no se lo creían.

 ??  ?? Rosa Villacastí­n, con el último libro de Christian Gálvez “Giaconda descodific­ada”, y el escritor durante la entrevista.
Rosa Villacastí­n, con el último libro de Christian Gálvez “Giaconda descodific­ada”, y el escritor durante la entrevista.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain