Sonsoles Ónega:
Cada día, la presentadora se pone al frente de “Ya es mediodía” (Telecinco) para informar sobre la crisis sanitaria del Covid-19 y sus consecuencias. Sonsoles confiesa que lo que más echa de menos es “dar abrazos”.
“En la tele trabajamos con mucha precaución”
Es una de las profesionales de la información clave en esta situación excepcional de estado de alarma por el coronavirus. Sólo sale de casa, en la que vive con sus dos hijos (Yago y Gonzalo), para hacer el programa “Ya es mediodía” (Telecinco), que se realiza con todas las precauciones necesarias.
En estos días difíciles, también para los periodistas, y tras jornadas de intensa tensión, Sonsoles se rompía en directo al recordar los abrazos que tiene pendientes con los suyos.
-¿Cómo estás llevando esta situación?
-Desde la declaración del estado de alarma, estamos trabajando con mucha precaución en la tele. Maquillaje está en una sala que la limpian todos los días, varias veces, y con muchísimo cuidado. Sólo hay una maquilladora y un peluquero. Te maquillas sola, o sea, no hay nadie en la sala cuando estamos en maquillaje. Está todo el equipo con guantes, con mascarillas, guardando las medidas de distancia… Yo me tomo la temperatura por la mañana, antes de salir; cuando vuelvo del programa y por la noche...
- Con ganas de que todo vuelva a la normalidad…
-Sí, sobre todo por poder abrazar a tu gente o poder saludar a la gente con la que te cruzas. Desde el punto de vista profesional, estamos descubriendo nuevas formas de comunicarnos con el exterior sin que los equipos se pongan en riesgo. Por ejemplo, para una conexión en directo todo se está haciendo vía Skype. Antes era impensable. Pero no queremos que ningún cámara asuma el riesgo de ir a hacer un directo con un invitado y, a la vez, exponer al invitado a un posible riesgo.
-Y tus hijos, tu familia, están todos bien, ¿no?
-Pues mira, tengo una abuela mayor que vive sola y lo que más pena nos da es no poder ir a verla. Pero toda la familia está volcada con ella y hablamos varias veces al día. Está bien, yo creo que le recuerda un poco a la guerra. Son situaciones que las generaciones que no hemos vivido una guerra no sabemos qué son, pero ellos sí. Mi madre vive fuera de Madrid; y mis hijos, reconozco que abusan un poco más de la tecnología de lo que habitualmente les dejamos. Intentamos que, por la mañana, la disciplina sea total; que trabajen, que hagan los deberes y por la tarde, un poco de manga ancha. También están descubriendo ese tiempo en casa, que luego en tiempos normales no tienes porque vas a toda pastilla o tienes compromisos por la tarde. Así que, estamos enseñando juegos y compartiendo mucho más tiempo con ellos, sin mucho abrazo la verdad, cosa que también echo de menos. Te das cuenta de que las cosas pequeñas de la vida son las que la hacen grande, así que no poder dar un abrazo a tu hijo… Ellos llevan sin salir de casa desde que se suspendieron las clases, pero yo a fin de cuentas estoy un poco en contacto con gente y tengo que tener más cuidado.
-Estás a punto de presentar un nuevo libro…
-El libro sale el 15 de abril. “Mil besos prohibidos”.
-¿Es como la tercera parte de los otros dos (“Después del amor” y “Nosotras que lo quisimos todo”)?
-No, es una historia de amor contemporánea. En principio no me han modificado la fecha de lanzamiento, pero es verdad que todas las ferias que tenía programadas, empezando por la de Sant Jordi, el día 23, se han suspendido. La feria de Málaga, Sevilla, Madrid… Todo suspendido. La gira se pospone a octubre. Bueno, no pasa nada, que todo sea esto, también te digo.