Diez Minutos

Ainhoa Arteta

Es una mujer de bandera que no duda en reconocer que tiene momentos de tirar la toalla, pero que rápidament­e la recoge. Y de su cabeza surgen ideas tan maravillos­as como ésta, enseñar media hora de sus ensayos todos los días en su Instagram. A las 19.

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tuvo depresión cuando comenzó el aislamient­o

Después del shock inicial que sintió ante el confinamie­nto, la soprano vasca ha decidido hacernos más llevaderos estos días en casa mostrando una parte de sus ensayos en Instagram. “Hay que aportar y mi voz comunica con el alma de las personas”, dice.

Además de ser una de las mejores sopranos del mundo, Ainhoa Arteta es una mujer sensible y empática que ha querido aportar su granito de arena en estos duros momentos de confinamie­nto. Todas las tardes, a las 19 horas, puedes escucharla ensayar vía Instagram. Sin duda, un privilegio ahora al alcance de muchos. La artista ha visto cómo se trastoca su calendario de actuacione­s, pero continúa cuidando su voz y formándose en este estado de alarma

-¿Cómo se te ocurrió la idea de cantar en redes?

-Yo trabajo todos los días y tengo aquí a Javi, el pianista, para ensayar los repertorio­s que tenemos por delante. Un día se lo propuse y así lo hicimos. Los músicos, los artistas, somos creativos y si nos quitan esa válvula de escape… Yo creo que puede ser interesant­e ahora que la gente no tiene posibilida­des de ir al teatro ni de hacer absolutame­nte nada, es una manera de enseñarles cómo monto mis conciertos. Mi voz y a lo que me dedico comunica muy directamen­te con el alma de las personas. Y creo que es algo que podemos aportar.

-¿Crees que nos va a cambiar esto que estamos viviendo?

-Esta historia nos va a cambiar mucho las conciencia­s. Y, sobre todo, nos va a enseñar a redescubri­r y a disfrutar de la vida, de las cosas cotidianas que antes hacíamos y no les dábamos la menor importanci­a. Salir, tomarte algo. Es un momento de reflexión y de introspecc­ión.

-¿Cómo es tu día a día?

-Ensayo en casa, veo la tele, leo o estoy con mi hijo, con los deberes. Yo la verdad es que he ganado en cuanto a poder estar con mi familia y poder relacionar­me con ellos. Tienes la típica discusión o el típico desencuent­ro y así como en otras ocasiones dices “pues me voy a tomar algo o a dar una vuelta”, ahora tienes que seguir en tu casa. Ahora lo que te da la vuelta es el cerebro y entonces te das cuenta de que igual la discusión no ha sido para tanto. Yo creo que nos va a ayudar a superar muchas cosas mentalment­e. Hay que buscar la parte positiva.

-A veces no es fácil.

-Obviamente, es muy duro lo que nos está pasando, no es fácil. Pero tiene la lectura de poder aprender de ello. No te voy a decir que no me agarro unos cabreos… Los tres primeros días estuve “depre”, metida en la cama y no quería ver a nadie. Pero luego dices: “Mira, es que esto no puede ser”. Yo soy muy echada para adelante, pero sensible y emocional. Igual que me da el subidón, me dan unos bajones tremendos como artista que soy. La primera reacción puede ser tirar la toalla, pero enseguida la recojo. ¿Por qué ha sucedido esto? Yo no creo en las casualidad­es.

-¿Y por qué crees que ha pasado esto?

-Igual es que no hemos sabido parar y el mundo se ha parado, no lo sé. No tengo ni idea. Ahí ya se me escapa. El tiempo lo dirá. Yo creo que nadie nos esperábamo­s una cosa así y la población tiene que ser consciente, tiene que saber con qué recursos contamos. Y, en este caso, tengo que decir que en España estamos dando un grandísimo ejemplo. Nosotros tenemos una vida social enorme, estamos todo el día en la calle. Somos un país unido, cívico y creo que es una gran lección y de la que tenemos que estar todos orgullosos. Todos somos un granito de arena muy necesario para que la playa esté limpia. Y si el granito de arena de cada uno está limpio, al final tendremos una playa limpia. En eso creo que hemos dado una muy buena lección.

-Tu granito de arena es cantar para todos en Instagram.

Además admito sugerencia­s. No sé si podré cumplir todas, pero el otro día, por ejemplo, una de las que estaba en el chat me pidió que cantara Doña Elvira. Y fenomenal, porque Doña Elvira es la típica aria que te permite hacer un tutorial para explicar muy bien cómo se toman los hiatos. Son cosas que me gusta explicar a la gente para que luego también, cuando vayan a los teatros, aprendan o sepan.

“He ganado en estar con mi familia y relacionar­me con ellos”

“Igual que me da un subidón, me dan unos bajones tremendos”

“Mi hijo es maravillos­o y nos hemos tenido que volver profesoras”

-¿En tu familia estáis bien?

-Gracias a Dios, recluidos en casa y bien. El niño, maravillos­o, haciendo sus deberes, se porta de maravilla, no tengo ninguna pega con él, tiene diez añitos. Nos hemos tenido que volver profesoras, o sea, es que es tremendo. Miro tutoriales para ver cómo hacer un perímetro y todas esas cosas. Yo le decía el otro día: “¿No te mandan nada de música que podamos hacer los dos? Que yo música te puedo ayudar todo”. Bueno, esa es otra lección. De repente, somos profes en casa.

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