Raquel Meroño: “MasterChef ha sido la experiencia más dura de mi vida”
La actriz y empresaria se proclamó ganadora del talent culinario de La 1 y toma el relevo de su antecesora, Tamara Falcó.
“Ahora, si aparece alguien, tengo el corazón más preparadito”
Aún con el subidón de la victoria, hablamos con Raquel Meroño. Enamorada de la cocina, la actriz y empresaria nos cuenta cómo ha sido su intensa experiencia en “MasterChef Celebrity 5” (La 1).
-Ha habido sufrimiento, trabajo, superación. Lo has dado todo. ¿Cuál ha sido tu evolución?
-Ha sido una evolución progresiva, con metas a corto plazo hasta el final, que me puse a pensar en grande y saqué ahí a la leona y metí una marcha que no sabía que existía. Es lo que me ha llevado al triunfo.
-Has sido la gran revelación. Te hemos visto trabajar duro como una hormiguita… ¿Es tan duro como parece?
-Es mucho peor de lo parece. Estás siempre cocinando, viajando y estudiando.
-En una escala de dureza del cero al diez…
-Un diez. Es la experiencia más dura de mi vida.
-Cuando el jurado pronunció tu nombre de ganadora, ¿qué pensamiento te vino?
-¡Se paró el mundo! Tuve la capacidad de verlo todo desde fuera. Había fantaseado con el momento confetti… ¡Y cuando me vi era tal cual o mejor de lo que había imaginado…!
- ¿ Cómo has gestionado tantas emociones?
Soy un poco teatrera de toda la vida. Si no tengo emociones, me las provoco. Me gusta vibrar en una frecuencia alta. Esto es una montaña rusa. Las emociones suben y bajan. Un día te ensalzan y al día siguiente prueban tu plato y es un desastre. Tienes que escuchar los consejos sin que te afecten al ego.
-¿Qué experiencia vital te llevas en la maleta?
La experiencia de encontrarme a mí misma de nuevo. Veníamos del COVID… Esto se ha colado de por medio y ha potenciado las ganas que tenía de conectarme y de ser feliz. Tenemos que ser felices.
-Jordi Cruz dijo que llegaste “chiquitita y llena de inseguridades, calentando comida en el micro…”
-Que quede claro que yo no cocinaba en un microondas. Es que se cree la gente que yo compraba la comida prefabricada y la metía en el micro… Eso no. Yo tenía una comida rica, casera y saludable. El titular de “mamá microondas” a Masterchef es muy guay.
-¿Qué has aportado en esta quinta edición?
-Buen rollo y un ejemplo de superación, que era lo que buscaba para enseñar a mis hijas (Martina y Daniela). Era un motor. Si esto sale bien, pensé: “Les voy a demostrar a las peques que con esfuerzo se puede conseguir todo”.
-¿Hemos visto tu versión más auténtica?
-La versión que sale es la que es. “MasterChef” no deja ponerte caretas. Enseña cómo eres. Te lleva a un límite físico y emocional.
-Te tengo que preguntar por el amor, porque la cocina sin amor no es nada. ¿Cómo estás?
-Yo me separé (en 2018 de Santiago Carbones) y no quería saber nada, ni de relaciones ni de hombres, durante una temporada porque he disfrutado tanto de mi independencia y de mi soltería… Ahora, si aparece alguien, tengo el corazón más preparadito.
-¿Tienes el corazón más contento después de esto?
-Pues sí, ¡qué bonito compartirlo con alguien! Tú en tu casa y yo en la mía. Eso seguro.
-Si nos diseñaras un menú de Navidad para “Diez Minutos”, ¿qué nos prepararías?
-De primero, un coulant de castañas, ravioli de quesos y suquet de gambas; besugo a la madrileña y una torrija de turrón. ¡Más rico!