ROSA VILLACASTÍN
En Sevilla, en pleno corazón de Triana, tiene Lourdes Montes “Miabril”, junto a su socia Rocío Terry, una tienda de ropa para el hogar. Un lugar acogedor donde hasta la aparición del Covid-19 vendían trajes de flamenca que ella diseñaba, y que hoy permanecen a la espera de que pase esta maldita pandemia que ha trastocado la vida y los negocios de tanta gente, ya que se ha suspendido la fiesta de todas las fiestas, la Feria de abril.
Reservada y cariñosa, Lourdes se ha acostumbrado a estar en el centro de atención de los medios de comunicación por su matrimonio con Fran Rivera Ordóñez, con el que tiene dos hijos, Carmen y Curro.
-Lourdes, estamos en vísperas de Navidad, ¿cómo piensan celebrarlas?
-Nada que ver a cuando nos reuníamos treinta personas, pero como soy muy positiva y a todos los que quiero están aquí en Sevilla y están bien, y podemos seguir viéndonos y disfrutar, aunque no sea en Nochebuena ni juntos, la celebraremos con nuestros hijos, que tienen la edad justa para que se den cuenta de lo que significan estas Fiestas.
-Los niños disfrutan de las navidades.
-Por supuesto, no sabes la ilusión que tienen Carmen y Curro por poner un Papá Noel enorme en la puerta de casa, y se lo pongo porque a mí me gusta decorar la casa.
-¿Las pasarán solos o en familia?
-Nos reuniremos con mi madre, mis hermanos y mis hijos. Mis tíos, en sus casas, ya que no podemos estar todos juntos.
-¿Quién se encarga de la cocina esa noche?
-Somos muy tradicionales, del aperitivo se encarga cada uno de la familia, después tomamos un buen consomé y el pavo que no falla y que siempre ha cocinado mi abuela porque tiene una receta especial, aunque a mí me encanta cocinar porque me relaja mucho, y a Carmen, mi hija, le divierte mucho también. Una de las ventajas de tener niños es que comes muy sano.
“A mí me da mucha pena ver cómo está Kiko Rivera, ojalá no hubiera tenido que llegar a esto, porque es su madre”
-¿Cómo viven un año tan anómalo?
-Hemos pasado diferentes etapas: al principio, como nos cogió en Ronda me sentí una auténtica privilegiada porque veía felices a mis hijos; lo que me agobiaba era no hacer nada, ya que soy muy activa, pero hubo un momento en el que viendo lo que pasaba a nuestro alrededor nos angustiamos mucho. Después te acostumbras a vivir con la mascarilla y asumes que a las seis de la tarde se cierra el comercio, los cines...
-¿En su familia han pasado el coronavirus?
-Lo hemos pasado todos, Fran, los niños y yo, pero muy leve, aunque no puedes evitar tener miedo.
- ¿ Qué l es dirí a a l os negacionistas?
-Que no sean irresponsables, porque cuanto antes superemos este virus, antes volveremos a la normalidad. -¿Confía en la vacuna?
-Me da un poquito de miedo y no seré la primera en ponérmela, pero me la pondré.
“Fran es muy tolerante. Él se ocupa más de los niños y yo de otras cosas”
-¿Cómo le está afectado la crisis?
-Rocío, mi socia, y yo tuvimos la suerte de que este año la gente empezó a comprar muy pronto, a finales de enero, aunque nuestra fecha fuerte es marzo. ¿Qué pasó? Que tuvimos tres meses de ventas muy buenos antes de que se declarara el Estado de alarma. No hemos tenido ganancias pero no hemos tenido pérdidas, y eso es un triunfo.
-¿Es por lo que cambiaron los trajes de flamenca por la ropa de hogar?
-Cuando vimos que no se iba a celebrar la Feria ni el Rocío, guardamos los trajes de flamenca y empezamos con la línea de hogar en septiembre, porque nos dimos cuenta de que a la gente le hace ilusión cambiar la vajilla, y si no pueden el sofá, sí poner unos cojines nuevos.
-¿Qué supone para Sevilla la anulación de los grandes acontecimientos sociales?
-Emocionalmente, creo que ya lo tenemos asumido; económicamente es un desastre absoluto. Tampoco habrá Semana Santa, otro sector que mueve mucha gente.
-Y los niños, ¿cómo viven la angustia de los padres?
-Curro es muy pequeño todavía, pero Carmen sí se da cuenta porque va al cole con mascarilla, están acostumbrados a los abrazos y a los besos, y decirles ahora que no deben besar es un gran cambio.
-¿Cuál es el balance de su relación con Fran tras siete años de matrimonio?
-Nosotros vamos a mejor, porque todo se va estabilizando. Al principio, vives en una nube, después vienen los niños y todo gira a su alrededor, y pasas momentos de monotonía, pero ahora estoy viviendo un momento pleno en mi vida personal, sin tanta pasión, para lo bueno y para lo malo, creo que es muy positiva esa calma, que a mí me permite estar donde quiero.
-¿Hay diferencia entre educar a un niño o a una niña?
-Yo les crío igual, pero sí que es verdad que tienen caracteres diferentes, no porque una sea niña y el otro niño, sino porque Curro es muchísimo más cariñoso,
más noble, más brutote, más niño. Carmen, en cambio, es muy cursi, le gusta pintarse. -¿A quién se parecen? -Curro a mi familia, tiene los ojos claros, no es nada Rivera, se parece mucho a mi hermano y a mi madre también, pero tiene el mismo carácter que su padre, sólo juega con capotes, con toros y caballos, algo curioso porque nunca ha visto a su padre torear, ni en casa vemos corridas de toros. -Los genes tirarán mucho. -Entiendo que le gusten los caballos porque a Fran le gustan mucho, pero que coja un trapo y se ponga a torear me alucina, o que se ponga a dibujar toros...
- ¿ Le dejaría seguir l os pasos de su padre, de su abuelo....?
-No creo que, tal y como está todo, cuando sea mayor haya corridas de toros. Es una vida muy dura, muy complicada…
-Con Fran ha vivido momentos graves.
-Sí, la cogida de Huesca fue muy mala: yo estaba a punto de dar a luz... Pero el toreo también tiene cosas muy bonitas, la liturgia por ejemplo, yo trato de quedarme con lo bueno de la fiesta.
- ¿ D u r mió tranquila cuando Fran le dijo que se retiraba?
-Yo ahora, Rosa, no soportaría 60 o 70 corridas de toros como cuando empezamos de novios, porque cuando tienes hijos, todo cambia.
-¿Y Fran cómo vive apartado de los toros?
-No te voy a negar que ése es su mundo, pero está muy contento colaborando en “Espejo Público”, donde hace entrevistas a personajes famosos y eso le permite ampliar su visión de las cosas.
-¿Qué sentía acudiendo a las plazas a verle torear?
-Al principio no ti enes conciencia del peligro y de lo mucho que se juegan, ahora sería incapaz, igual que coger un coche: me da miedo tener un accidente pensando en mis hijos. Es lógico que ahora no vea las cosas como las veía al conocerle.
-¿Cómo vive que Isabel Pantoja no les entregue los recuerdos que Paquirri dejo a sus hijos?
-Como madre y esposa no lo entiendo, no me cabe en la cabeza que no les entregue cosas que tienen un valor emocional tan grande, un reloj que perteneció a su padre, la verdad no lo entiendo.
-¿Cayetano y Francisco recuperarán lo que es suyo?
-A mí me haría muchísima ilusión ver esas cosas en mi casa y en la de Cayetano, mucha.
-Que Kiko llamara a sus hermanos demuestra la fuerza de los genes.
-Sí, a mí me da mucha pena ver cómo está Kiko, ojalá no hubiera tenido que llegar a esto, porque es su madre. A mí me hubiera encantado que todo hubiera transcurrido por los cauces normales, pero bueno....
-¿Cómo recuerda Fran a su padre?
-Lo tiene muy presente en todo lo que hace y ha hecho en su vida, es su ideal como persona y como torero.
“Irene Rosales tiene muchos valores y le ha hecho mucho bien a Kiko”
-¿Qué imagen tiene de Carmen Ordóñez?
-No la conocí, pero por las fotos que he visto de ella, era tan guapa, tenía una personalidad tan especial... Y por lo que me dicen, era una persona muy amiga de sus amigos. Fran tiene muchas cosas de ella, también de su padre, le gusta mucho el campo, tanto como le gustaba a Paquirri, y esa manera tan meticulosa de abordar su profesión, la ha heredado de su padre.
-El físico y el carácter son de Carmen, y Cayetano es igual que su padre.
-Yo creo que es una mezcla de ambos, pero claro, yo no les he conocido, ambos habían muerto ya cuando yo conozco a Fran, aunque le he oído hablar tanto de ellos, de cómo eran, cómo les querían... que creo tener una imagen muy cercana.
-¿Colabora su marido en la casa o es de los que eso no va con él?
-Fran colabora mucho con los niños, mucho; de hecho, cuando los niños eran muy bebés y a mí me daba miedo bañarles lo hacía él, y les daba el biberón, pero si quieres saber si pisa la cocina, no, pero ¿sabes?, a mí eso no me importa, porque cada uno tenemos un rol, yo no sé cambiar la rueda de un coche y él sí, y él se dedica más a los niños y yo a otras cosas.
-Se habla de que la maternidad está sobrevalorada, se ha mitificado mucho.
-Estoy de acuerdo, pero la balanza me compensa, porque los hijos son los que de verdad te cambian la vida. Tener hijos supone un antes y un después en la vida de una mujer. Tú ya no eres tú, porque emocionalmente vas a estar hipotecada el resto de tu vida.
-¿En qué sentido?
-Yo antes tenía libertad para ir al campo o no, ahora tengo que organizarme en función de su horario, nosotros antes improvisábamos mucho, nos gustaba ir al cine a las 10 de la noche, no hemos vuelto a ir, porque ya no eres tú sola, eres madre, y eso te obliga a pensar en esas personas que has traído al mundo.
-¿No es súper protectora?
-Yo intento no dar importancia a lo que no la tiene, pero eso no impide que me preocupe de que mis hijos puedan sufrir. Creo que es más positivo enseñarles a ser fuertes tanto intelectual como físicamente, así es como me han educado a mí.
-¿El amor se transforma con el paso de los años?
-Sí, totalmente, porque si fuera como al principio, nos moriríamos. Hacer equipo es importante, nosotros lo somos en todo lo que hacemos y es muy bonito afrontar todo conjuntamente y apoyarnos en todo.
-A Fran le gusta provocar y tiene fama de machista, ¿lo es?
-Al contrario de lo que mucha gente piensa, Fran es muy tolerante, tiene amigos íntimos con diferentes maneras de pensar y es tremendamente respetuoso pero, como es tan sincero, dice lo que piensa. Yo no diría que le gusta provocar, simplemente es sincero y honesto.
-¿Cómo se lleva con Eva González?
-Nunca nos hemos llevado mal, es más, nunca hemos tenido un problema.
- ¿ De dónde s urge esa leyenda?
-No lo sé, yo recuerdo que cuando empecé a salir con Fran cada día decían algo nuevo. Yo en aquel entonces veía programas y me creía lo que decían de nosotros, pero ahora puedo decirte que hay gente muy bien informada y otros que no lo están.
-¿Conoce a Irene Rosales?
-Sí, acaba de perder a su padre meses después de perder a su madre. No sabes qué mujer, con qué valores, y qué bien le ha hecho a Kiko, es una mujer estupenda y una madre luchadora.
-Durante un tiempo usted colaboró en televisión, ¿le gustaría volver?
-Estuve en un programa de Canal Sur, y creo que volvemos en marzo. No me veo presentando, pero haciendo lo que me gusta, sí.
-Fran hace entrevistas para Antena 3TV.
-Es una charla, lo positivo de eso es aprender a estar en el otro lado, es una profesión muy agradecida. Yo cuando veo a los paparazzi en la puerta, hablo con ellos y siempre me tratan bien. Lo peor es cuando ves a gente en un plató hablando de ti sin conocerte, eso al principio me asombraba, ya no.
-¿Quién ha influido en su forma de ser?
-Soy el resultado de todas
“Eva González y yo nunca nos hemos llevado mal, es más, nunca hemos tenido un problema”
las mujeres con las que he convivido: mi madre, mis abuelas, cuatro tías por parte de mi madre, dos por parte de mi padre, soy una suma de todas ellas.
-Dígame cómo es.
-Lo mejor que me han inculcado es que no conozco la envidia, porque la envidia saca los peores sentimientos del ser humano. Siempre voy por derecho y me gusta disfrutar de la vida, tampoco soy competitiva.
-¿Es feliz?
-Sí, siempre lo he sido. No recuerdo ninguna etapa de mi vida triste, ni mala ni fea, y eso es lo quiero que vivan mis hijos.