Vida BIO:
CON EL CAMBIO DE ESTACIÓN NOS LANZAMOS A RENOVAR NUESTRA ROPA. APRENDE A DARLE UNA SEGUNDA VIDA A TUS PRENDAS.
Practica la moda circular
La primavera está ya a la vuelta de la esquina y toca darle un nuevo aire a nuestro armario. La industria de la moda es una de las más contaminantes, pero la mayoría de las firmas se han puesto las pilas para contrarrestar su impacto en el medio ambiente. Por ejemplo, Mango asegura haber ahorrado este año 30 millones de litros de agua en su nueva colección denim gracias a procesos innovadores y más sostenibles. En 2014 nació el concepto de “moda circular”, que se centra en poner en práctica las 3R (reducir, reparar y reciclar). Y nosotros, como consumidores, ¿qué podemos hacer para contribuir a esa tendencia tan “eco friendly”?
- Dale una segunda vida a tus prendas. Cuesta tan poco dinero comprar ropa nueva, que si nos cansamos o tiene un pequeño desperfecto, nos deshacemos de ella sin contemplaciones. No le damos una segunda oportunidad. No la intercambiamos, donamos o ni siquiera la llevamos a reciclar. ¿Sabías que el 90 por ciento de la ropa que compramos acaba en el vertedero? Esto supone un desperdicio de 800.000 toneladas de materiales textiles cada año.
- Compra de manera diferente. Ahora están muy de moda las tiendas de segunda mano que ofrecen prendas de calidad y estilosas. También puedes probar a echar un ojo en plataformas como Wallapop y Vinted.
- ¿Sabes qué es el “upcycling”? Es un término que apuesta por la reutilización de la ropa, que nos anima a alargar la vida útil de un producto a través de pequeñas modificaciones para mejorarlo o actualizarlo. Ya existen webs que te ofrecen ayuda para customizar tus prendas (www. upcyclick.net).
-Los datos son importantes: sólo usamos el 20 por ciento de la ropa que tenemos controlada en el armario. Por eso, quizás sea más interesante fijarse en la calidad y no en la cantidad a la hora de salir de compras. Mira las etiquetas para saber los materiales –mejor si es algodón orgánico– y dónde está fabricado.
El 90 por ciento de la ropa que compramos acaba en el vertedero. Ni siquiera la llevamos a reciclar