Guillermo y Kate:
Muy serios y con gesto de preocupación, los duques de Cambridge visitaron una escuela en Londres el día 11. Las palabras de Guillermo sobre las alegaciones de los Sussex fueron rotundas.
“No somos una familia racista”
Amigos íntimos de Carlos habrían declarado que está “en un estado de desesperación”
La entrevista de los duques de Sussex a Oprah Winfrey generó múltiples reacciones en cadena. Después de la Reina Isabel, el primero de los Windsor que se pronunció fue Guillermo. Y lo hizo el jueves 11 durante una visita a una escuela de Primaria en Stratford, al este de Londres. Durante el recorrido, acompañado por Kate, un reportero de Sky News le preguntó si ya había hablado con su hermano Harry. Guillermo, sin parar de caminar, respondió: “No, aún no he hablado con él, pero lo haré”. A la segunda pregunta, sobre las acusaciones de racismo en el seno de la Familia Real, el duque, serio, fue tajante: “No somos una familia racista”.
Estas palabras caen con aplomo tras las revelaciones de Meghan y Harry sobre conversaciones de contenido racista que sufrieron dentro de la Familia Real. Ninguno de ellos quiso desvelar ningún nombre y ahora en Buckingham se trata de poner luz a estos hechos tan oscuros. Es más, a la pregunta de Oprah sobre si abandonaron Reino Unido en 2020 por este motivo, Harry admitió: “En gran parte, sí”.
En su primera salida en público, tras la emisión de la entrevista, ni Guillermo ni Kate podían ocultar unas miradas de preocupación. La duquesa escogió un look bicolor a base de pantalón básico negro y abrigo rosa fresa de Max & Co, a juego con el top, de Boden. La mascarilla de flores era de la firma española Amaia London.
El Príncipe de Gales guarda silencio
Dos días antes, el 9 de marzo, en un centro de vacunación de Londres, el Príncipe de Gales fue interpelado por la prensa británica para conocer su reacción ante las duras declaraciones de su hijo y su nuera. Sin embargo, Carlos se mantuvo en silencio.
Amigos íntimos del heredero al Trono habrían declarado a “Vanity Fair USA” que está en “un estado de desesperación”. Su figura, como padre, fue puesta en entredicho por Harry, de quien dijo sentirse “decepcionado”. “Dejó de contestar a mis llamadas”, alegó el duque.