Carmen Borrego cambia la tele por el mercadillo
La menor de las Campos no ha vuelto a “Viva la vida” tras su enfrentamiento con su sobrina Alejandra Rubio y dos colaboradores. Ajena a las polémicas, la hemos visto tranquila y relajada, de puesto en puesto en un mercadillo.
El pasado 14 de marzo, Carmen Borrego abandonó llorando el plató de “Viva la vida” al grito de “No puedo más”. Parecía un berrinche más de la menor de las Campos tras ser acusada por Kiko Matamoros y Diego Arrabal de haber sido ella quien filtró el gran encontronazo que tuvo detrás de las cámaras con su sobrina, Alejandra Rubio. Pero no fue así: el domingo 21 Carmen no acudió a su cita semanal con el espacio de Emma García. Parece que cumplía su amenaza de no regresar al mismo. Su sobrina se quedaba de momento como la única Campos de los domingos...
De puesto en puesto
Carmen no parecía preocupada por dejar la tele cuando la vimos haciendo compras en un mercadillo cercano a su domicilio, aparentemente tranquila y relajada. Tirando de un original carrito de la compra de diseño, pasó la mañana de puesto en puesto, entretenida y feliz. Se paraba en todas las tiendas de ropa, miraba, buscaba y volvía a mirar hasta que encontraba algo de su gusto. Ataviada con un cómodo chándal verde, a juego con sus gafas, y un anorak pasó unas horas relajada. Cuando dio por finalizadas las compras se reunió con su marido, José Carlos Bernal, con el que había quedado para tomar un aperitivo al sol en una terracita.
Otro retoque estético
Fue en la terraza, ya sin mascarilla, cuando pudimos verle bien el rostro. Apenas había huellas del último retoque estético que se ha hecho. La hija de Teresa Campos se ha sometido a un tratamiento llamado Hifu, que consiste en un rejuvenecimiento facial sin cirugía. Es como un lifting realizado con ultrasonidos, cuyos resultados se ven en un mes y después de varias sesiones. Está feliz con el tratamiento, sin las incomodidades de sus anteriores retoques, que sí fueron quirúrgicos: un lifting cervical y una operación para reducir la papada.