GENTE CON ESTILO
‘‘Me ha fallado tener ambición’’
La actriz Neus Asensi, ahora en el teatro con Carlos Sobera, posa como una modelo y se sincera para la sección Gente con estilo: “Me ha fallado tener ambición”.
La actriz catalana está eufórica con la representación en Madrid de la comedia “Asesinos todos”. Hacemos un balance de su amplia carrera.
Aunque la carrera de Neus Asensi es de varias décadas, es curioso que ésta sea la primera vez que se sube a un escenario en Madrid, sueño de cualquier actor. Forma parte del elenco de la obra “Asesinos todos” junto a Carlos Sobera, Elisa Matilla y Ángel Pardo, que estarán hasta mayo en el teatro Reina Victoria. La actriz catalana no se arrepiente de ninguno de los papeles que ha interpretado ni en la gran pantalla ni en la televisión, pero reconoce que esos papeles de mujer explosiva pertenecen al pasado, “ya no me puedo poner un bikini de cuero”.
-“Asesinos todos”, una comedia que hace falta en estos tiempos.
-Es maravilloso estar en el escenario y escuchar las carcajadas del público, porque con las mascarillas no vemos las sonrisas. Es un subidón.
- ¿ Cómo es t rabajar con Carlos Sobera?
-Nos llevamos muy bien. Ya habíamos trabajado juntos hace muchos años en una película en Perú, “El forastero”. Con Elisa Matilla también trabajé en una función, “Karaoke”, que curiosamente no pude estrenar en Madrid porque me rompí una pierna.
-Es curioso, porque después de tanto tiempo de carrera es la primera vez que te subes a un escenario en Madrid.
-Es la primera vez que hago una obra en Madrid. Estoy muy ilusionada. Para un actor significa mucho estar en el teatro en la capital. Yo tengo mucha ilusión, porque prácticamente toda mi carrera la he hecho aquí. Aunque ahora no viva en Madrid, he vivido durante 26 años.
-¿Te sientes más actriz de comedia o de drama?
-Yo estoy muy cómoda en la comedia, pero a todos nos gustan los retos. Lo último que he hecho en cine es una película en Estados Unidos, y el personaje es muy oscuro: una suicida. Me cuesta mucha energía hacer esos papeles. Sin embargo, la comedia me sale más fluida, siempre que me digan qué tipo de personaje quieren.
-La televisión la tienes abandonada. -Tengo muchas ganas de volver a la tele, hace once años que no trabajo en ese medio.
-¿Eres una actriz muy exigente contigo misma?
-Sí, lo que pasa es que ya tengo unos años y te vas amoldando porque te llaman para un tipo de personajes y vas teniendo menos ambiciones.
-¿Ya no tienes ambición?
-Yo no he tenido nunca demasiada ambición. Eso me ha fallado. Yo ya me doy por agradecida trabajando en una profesión en la que yo no imaginaba que iba a vivir de ella. A mí me llaman para rodar en Estados Unidos y lo hago, pero tienes que ser muy consciente para dejarlo todo e ir allí. Para empezar, tienes que ser muy joven e ir acompañada de un director muy importante.
-Es curioso que hayas trabajado en Hollywood y no te des publicidad. Otras lo harían.
-Es que no sé darme publicidad. Instagram lo tengo abandonado, porque hace unos años hice una denuncia personal a un bar de moteros y me entró mucho miedo. Se metieron mucho conmigo. Tengo pavor a las redes y creo que tampoco las necesito para trabajar. Es verdad que me he quedado un poco traumatizada.
-¿Te has sentido alguna vez encasillada en los papeles de mujer explosiva?
-Sí, a partir de “Torrente”, eso me marcó y después vino “El corazón del guerrero”. Pero no me arrepiento de esos papeles porque es lo que tenía que hacer en ese momento. Es verdad que luego te haces mayor y te cuesta, porque a las mujeres que has deseado, luego te cuesta verlas de madres en la pantalla. Siempre hay un espacio de tiempo que no saben dónde te tienen que encajar. No saben qué hacer con nosotras. También es verdad que a determinadas edades hay menos papeles y menos opciones de trabajo. Lo que tengo que hacer con mi carrera es que la gente vea cómo estoy ahora y no los personajes que he hecho, que los he hecho porque he podido. No todo el mundo puede hacer un personaje con un bikini de cuero toda la película. Ahora no podría hacerlo. Cada cosa tiene su momento y yo no reniego de nada.
-¿Cuesta quitarse esa imagen?
-Sí, pero ahora esta función, por ejemplo, es un escaparate para que la gente me vea.
-Has trabajado con estrellas como Penélope Cruz. ¿Trabajar con ese tipo de actores te hacen verte “pequeña” a su lado?
-No, es maravilloso. Yo siempre me veo pequeña porque no tengo una gran autoestima. Eso es muy difícil cambiarlo si no te han estimulado para ello. Y más si has tenido una familia con problemas y que no han podido aportarte más autoestima....
-Decías antes que nunca soñaste con dedicarte a la interpretación.
-De pequeña nunca. Lo mío fue porque daba clases de danza y fui a ver a una compañera en el Teatro Arnau de Barcelona. Me encantaron las lentejuelas y las plumas. Pregunté cuándo hacían audiciones para ser bailarina, pero me dijeron que nunca llegaría a nada porque era bajita. Y al cabo del tiempo me cogieron como bailarina y luego ya fui vedette. Yo empecé desde abajo.
-¿Esos papeles de mujer explosiva te han perjudicado en tu vida privada?
-He tenido que quitarme de encima a muchos moscones y sobre todo a gente que malinterpreta. Pero eso ya ha pasado. No me ha perjudicado en mi vida privada. Lo que sí ha ocurrido, por ejemplo, es que yo he tenido compañeras que por haber sido madres y hacer un parón, no han vuelto a trabajar.
-¿Te arrepientes de no haber sido madre?
-Por un lado, ya cuidé de mis hermanos porque mi madre estaba enferma. Y por otro, ya me he acostumbrado a una vida bastante cómoda y creo que sufriría mucho. Cuando murió mi madre, sí tuve la necesidad de adoptar, pero no tenía pareja estable.
-¿Por qué decides irte de Madrid e instalarte en Cabo de Gata?
-Porque me faltaba liquidez y lo primero que vendí fue mi casa de Madrid. Y me fui a mi otra casa. Pero creo que voy a volver porque lo echo mucho de menos.