IRENE VOLVERÁ A SU TRABAJO EN LA TELE EN UNOS DÍAS
Sola y con una pequeña maleta de mano. Así ingresó Irene Rosales el lunes 26 de abril, en la clínica Vithas de Castilleja de la Cuesta, Sevilla, para someterse a una operación de pecho. La mujer de Kiko Rivera volvía al quirófano para hacerse un retoque necesario, debido al parecer al deterioro de las prótesis que le implantaron en 2017 tras el nacimiento de su hija Ana. Además, tenían que quitarle una acumulación de líquido que se le había formado en el pecho derecho.
La operación no revestía gravedad y, quizá por ello, no le importó ir sola, aunque su marido no podía acompañarla, ya que se estaba en Nepal con Jesús Calleja. Al cierre de estas líneas, Irene estaba aún ingresada, aunque se esperaba que volviera a casa al día siguiente.
Ve triste a Pantoja
La mujer de Kiko se ha hecho un importante hueco en “Viva la vida” y tan sólo un día antes de la operación, habló en plató de la reaparición pública de su suegra, que graba “Top Star: ¿cuánto vale tu voz?”: “La he visto con ganas de trabajar y con ilusión, delgada pero bien. Su vuelta me ha cogido por sorpresa pero ojalá esté fuerte y con ánimos”. Sin embargo, Irene también percibió que “por mucho que Isabel no deje de sonreír, se le ve con tristeza en los ojos”. Y reconoció que nunca tendría un encuentro público con ella, “lo haría en privado y le diría en lo que le ha fallado a su hijo, pero no le cogería la mano. No puedo empezar con cariños, antes tendríamos que hablar”.