Alergia al polen
EL USO DE MASCARILLAS AYUDA A REDUCIR LOS SÍNTOMAS DE LAS ALERGIAS PRIMAVERALES, SOBRE TODO LAS DEL TIPO FFP2. UNOS CONSEJOS DE EXPERTOS NOS AYUDAN A MITIGAR LAS MOLESTIAS.
La primavera y el polen van de la mano. Se calcula que hay unos 12 millones de pacientes alérgicos. Es decir, 1 de cada 4 españoles es polínico, según datos de la plataforma médica Top Doctors. Además, se aprecia que aumentan las afecciones alérgicas por motivos ambientales o alimenticios: en concreto cada año se incrementa un 2% el número de alérgicos entre la población infantil.
¿Por qué se produce este incremento? El
Dr. Ángel del Moral de Gregorio, alergólogo (miembro de Topdoctors.es), da respuesta a esta cuestión: “La principal causa del número elevado de alérgicos al polen parece hallarse en el efecto de la contaminación y el cambio climático sobre los pólenes. La contaminación, por los motores de los vehículos y las calefacciones, produce un ambiente hostil para las plantas y para poder subsistir tienen que modificar su metabolismo produciendo nuevas proteínas denominadas stress, haciéndolo más agresivo. Esto explica el hecho de que en las ciudades haya más alérgicos que en las zonas rurales”.
El año pasado la intensidad de los síntomas fue menor por un factor determinante: se produjo una importante reducción a la exposición del polen por el confinamiento estricto.
Este año los expertos resaltan que algunas medidas de prevención frente a la Covid-19, como una mayor higiene de manos, uso de purificadores de aire y el uso de mascarillas, pueden contribuir a reducir los síntomas. En este sentido, el Dr. Ángel Ferrer Torres, alergólogo y miembro de la citada plataforma médica, apunta: “La higiene de manos evita otras infecciones en las vías respiratorias que pueden desarrollar asma en alérgicos o sinusitis en pacientes con rinitis. También conjuntivitis infecciosa”.
Los síntomas más comunes son: estornudos, goteo nasal acuoso, escozor en la mucosa nasal, congestión nasal, lagrimeo intenso, enrojecimiento del ojo, tos seca, pitidos en el pecho y asma bronquial.
Los pólenes más frecuentes son de los árboles (olivo, roble, chopo…), de las gramíneas (familia extensa de hierbas) y de las malezas.
Los síntomas más comunes son: estornudos, goteo nasal acuoso, escozor en la mucosa nasal, lagrimeo intenso y tos seca