Refuerza tus defensas este otoño
ESTE 23 DE SEPTIEMBRE CAMBIAMOS DE ESTACIÓN Y ES EL TIEMPO DE CUIDAR MÁS SI CABE NUESTRO SISTEMA INMUNITARIO. TOCA PONER EN MARCHA UN PLAN SALUDABLE, MEJORANDO LA ALIMENTACIÓN Y HACIENDO EJERCICIO.
La temporada otoñal se inicia este sábado 23 de octubre, una época en que reforzar nuestras defensas, protegiendo el cuerpo de las amenazas procedente de elementos “físicos”, como los virus y las bacterias, y de elementos “psicológicos”, como el estrés. Pero, ¿qué es el sistema inmunitario o de defensa de nuestro organismo? Está formado por la médula ósea, el timo, los ganglios linfáticos, el bazo, las amígdalas y la piel. Todos ellos, junto con determinadas células y barreras físicas, como los epitelios o capas de revestimiento de los órganos del aparato respiratorio y gastrointestinal, garantizan su buen funcionamiento. En determinadas situaciones, estos “centinelas” pueden verse sometidos a duras pruebas y el sistema de defensa del organismo puede perder su equilibrio óptimo, la denominada homeostasis, incrementado la vulnerabilidad del cuerpo frente a las infecciones.
¿De qué manera actúa?
A través de la inmunidad innata y de la inmunidad adaptativa o adquirida. La primera es de tipo inespecífico y está presente desde nuestro nacimiento y la otra necesita más tiempo para desarrollarse y protegernos, y está diseñada para responder ante determinados antígenos y eliminarlos. Gracias a la función “memoria” que posee, su eficacia aumenta cada vez que un determinado patógeno se presenta de nuevo. Lucha contra los microbios fabricando anticuerpos y bloqueando su capacidad de infectar las células.
¿Por qué disminuyen nuestras defensas inmunitarias?
Entre las causas están los cambios de estación, las variaciones de temperatura, el estrés psíquico y físico, una alimentación no adecuada, la falta de sueño, una actividad deportiva no adaptada a cada cual o un consumo excesivo de medicamentos. La bajada de las defensas puede afectar a todos los grupos de edad, si bien los más sensibles son los niños y los mayores.
Los niños y los mayores son los más vulnerables a los ataques externos
¿Cómo reacciona el cuerpo?
Lanza mensajes de alarma que nos advierten de que necesita ayuda. Son síntomas poco específicos, como cansancio físico y mental, incluso manifestaciones en la piel.
¿Qué hacer entonces?
Poner en marcha una estrategia saludable, mejorando la alimentación (con alimentos ricos en minerales y vitaminas: pescados, carne, verduras, fruta y frutos secos. Las sustancias vegetales también pueden ser útiles) y realizando actividad física adecuada a nuestra edad. Además, se debe consultar al médico para que nos guíe o establezca unas pautas que nos ayuden.