Activos que protegen tu piel del frío
ROJECES, PALIDEZ, SEQUEDAD, PICOR, IRRITACIÓN… TODOS ESTOS EFECTOS SOBRE NUESTRA PIEL SON PROPIOS DEL INVIERNO. TE CONTAMOS CÓMO COMBATIRLOS.
Las razones de estas molestias son básicamente cuatro: se produce deshidratación en la piel porque hay una mayor evaporación del agua transepidérmica. El frío del invierno produce además una vasoconstricción que reduce el flujo sanguíneo y por tanto la entrega de oxígeno y nutrientes a las células de la piel, lo que provoca su opacidad y fragilidad. Además, se pierden lípidos que afectan a la barrera cutánea, y el viento provoca mayor fricción en la piel, irritándola. Todo ello provoca un cóctel explosivo para resecarnos y debilitarnos las zonas más expuestas: el rostro, los labios y las manos”, nos dice Ana Santamarina, experta en dermocosmética y formulación. Ella nos explica cómo solucionarlo.
¿Es aconsejable evitar los ingredientes con potencial irritante? En líneas generales no, de hecho ahora es la época ideal para darle más caña a la piel con retinoides y ácidos exfoliantes, mucho mejor que en verano. Me parece mejor utilizar un buen glicólico que, además de exfoliarnos la piel, aumentará su hidratación. Poca gente sabe que es un ingrediente hidratante porque hace que aumente nuestro propio ácido hialurónico en la piel.
¿Qué rutina tenemos que seguir?
Las rutinas deberían ser personalizadas siempre pero, en líneas generales, el concepto del cuidado de la piel debería ser el mismo durante todo el año: protección por el día y renovación por la noche. Lo que sí podemos variar son las texturas; por ejemplo, en invierno se agradecen texturas más ricas y en verano más ligeras. También la intensidad de ciertos activos, siendo el invierno la época ideal para actuar más sobre la piel con despigmentantes y peelings más potentes, por ejemplo.
Además, la experta matiza: “Durante el invierno, también prestaría especial atención a una limpieza suave y le aportaría un extra con hidratantes más ricas y nutritivas, además de valorar un suplemento (quizás en vitaminas) para aumentar la hidratación de la piel y de las mucosas a nivel interno.