ECOMAR: el gran sueño de Theresa Zabell
LA DOBLE CAMPEONA OLÍMPICA DE VELA LLEVA CASI TRES DÉCADAS CON SU FUNDACIÓN, ENFOCADA EN LA PROTECCIÓN DE LOS OCÉANOS. “MI HÁBITAT NATURAL”, EXPLICA.
Los océanos están en peligro y Theresa Zabell lucha con firmeza por protegerlos con la Fundación Ecomar, un proyecto que puso en marcha hace casi ya tres décadas. Una de sus últimas iniciativas la realizó con la empresa inmobiliaria RH Privé, y juntos recogieron más de 100 kilos de residuos en la Playa de Torrequebrada (Fuengirola, Málaga), una acción que contó con un centenar de voluntarios. Hablamos con Theresa Zabell sobre su amor por el mar y cómo decidió volcar su energía en protegerlo después de haber logrado todo en el deporte (es dos veces campeona olímpica, tres veces campeona mundial y tres veces campeona de Europa de vela).
- ¿Cómo surgió la idea de ECOMAR?
-No fue una idea, fue un sueño. Todo fue surgiendo a lo largo de mi carrera deportiva. Salir al mar todos los días me dio la oportunidad de ver el estado de los mares, cosa que la gran mayoría de las personas no pueden presenciar. Después de preguntar durante muchos años por qué alguien no hacía algo, decidí ponerme manos a la obra. Los primeros voluntarios de ECOMAR fueron mis hijos, Olimpia y Eugenio, cuando apenas andaban.
- La organización va camino de cumplir 30 años. ¿Cuál cree que es el reto más grande al que se ha enfrentado?
-Sin duda, la financiación. Más del 90% de nuestros fondos proceden de la empresa privada y no dependemos de una gran fuente de financiación. Cada año tenemos que recaudar fondos para poder cumplir los objetivos. Todas las personas pueden colaborar haciéndose socios y eligiendo la cuota que deseen, que además hasta 250 € al año es 80% desgravable. En el caso de RH Privé, con la que realizamos la última actividad, no sólo estamos alineados en cuanto a sostenibilidad, sino que nos une una relación muy cercana que se remonta a mi infancia. Desde pequeña conozco a su CEO, Guillermo Rodríguez, porque navegábamos juntos por la Costa del Sol.
- En su experiencia, ¿cómo podemos inculcarles el amor por los océanos a los pequeños de la casa?
-Una persona se enamora de los mares y océanos cuando los conoce, y eso sucede cuando estás en contacto con ellos. Está comprobado que cuidas lo que amas, con lo cual tenemos que inculcar el amor por los océanos. En ECOMAR somos “azules” porque no podemos obviar que, sin mar, no hay vida. El 70% del oxígeno que respiramos viene de los océanos y el ciclo del agua empieza en ellos. Por mencionar dos elementos cruciales para nuestra existencia y que provienen de la parte azul del planeta. - ¿Por qué cree que no terminamos de concienciarnos? ¿Qué podríamos hacer en nuestro día a día para cuidarlos?
-Solemos cambiar de hábitos ante lo urgente y el cuidado de nuestros mares y océanos ahora mismo lo catalogaría de importante. Es necesario empezar a ver el cuidado del planeta en el que vivimos como urgente antes de llegar a un punto de no retorno.
- Su implicación con los océanos es indiscutible. ¿A qué edad se enamoró de ellos?
-Mis primeros recuerdos de niña son en la playa a orillas del mar Mediterráneo. Me fascinaba la mar y en ella siempre me sentí muy a gusto. Creo que era y es mi hábitat natural. De la fascinación pasé a considerarlo mi terreno de juego y de ahí a querer protegerlos.