¿Cómo anda lo del coche eléctrico?
En su último informe sobre el panorama tecnológico en el sector energético (Energy Technology Perspectives 2015) la Agencia Internacional de la Energía (AIE) estima que las ventas globales de vehículos eléctricos de pasajeros (light-duty passenger electric vehicles) crecieron aproximadamente un 50% entre el 2013 y el 2014, con un 57% de dicho incremento correspondiente a híbridos enchufables y un 43% a coches propulsados por baterías. Según la fuente citada, el número global de tales vehículos eléctricos alcanzó en el 2014 las 665.000 unidades, una cifra que podría considerarse decepcionante sino fuera porque en el 2009 no existía casi ninguno sobre el asfalto.
La Agencia constata que aunque las ventas y el número de modelos en el mercado han crecido de forma notoria, en el transcurso del periodo 20132014 se asistió a una ralentización de las inversiones gubernamentales destinadas a fomentar el uso de este tipo de vehículos. Un hecho que parece haberse traducido en una desaceleración respecto a años anteriores en el ritmo de compra, de modo que únicamente en cuatro países –Holanda, Noruega, Suecia y Estados Unidos– las ventas de vehículos eléctricos de pasajeros superaron el 1% del total. Por lo que se refiere a China, tras la introducción masiva en el 2010 de tales vehículos en el mercado, parece que las ventas han despegado finalmente, pasándose de unas 13.000 unidades en el 2013 a más de 80.000 en el 2014.
En cualquier caso, la AIE concluye que sin una tasa de crecimiento anual de las ventas mucho más rápida, del orden del 80%, el objetivo de los gobiernos comprometidos en la denominada “Iniciativa del Vehículo Eléctrico” (suscrita por Alemania, Canadá, China, Dinamarca, España, Estados Unidos, Francia, Holanda, India, Italia, Japón, Noruega, Portugal, Reino Unido, Sudáfrica y Suecia) que pretende llegar a 20 millones de coches eléctricos en 2020, parece inalcanzable.
En relación con la infraestructura de recarga, el informe de perspectivas tecnológicas que les comento estima que el número de cargadores lentos (nivel 1 y 2) ha crecido de 46.000 en el 2012 a cerca de 94.000 en el 2014, mientras que el de cargadores rápidos (nivel 3, CHAdeMo y súper-cargadores) mucho más caros que los anteriores, han pasado durante el mismo periodo de 1.900 a 15.000. Un dato significativo es que durante el periodo citado algunos fabricantes de coches eléctricos han iniciado la venta de sistemas vehículo-hogar que permiten el intercambio recíproco de energía entre coches de propulsión eléctrica y los hogares, una tecnología que resulta particularmente interesante para aquellas casas equipadas con sistemas de generación de electricidad mediante paneles solares fotovoltaicos.
Por lo que se refiere al coste de las baterías, la AIE destaca que este continua disminuyendo, aunque su precio todavía hace que los coches eléctricos aún no hayan alcanzado la paridad, en términos de costes iniciales, con el de los vehículos de características similares propulsados por un motor de combustión interna. La situación cambia sustancialmente si en vez del desembolso inicial para la compra del vehículo consideramos los costes a lo largo de toda su vida útil, en cuyo caso, muchos modelos de coches eléctricos arrojan ya cifras convincentes. De todas maneras, está claro que a medio plazo la plena competitividad de estos pasa por un mayor esfuerzo en I+D para lograr una rebaja de los costes de las baterías y una ampliación de la autonomía en los desplazamiento.
Sin duda, la electrificación vehicular debe ser contemplada desde una perspectiva más amplia que la del vehículo eléctrico de pasajeros. Y en este sentido, una información particularmente interesante, sobre todo para el entorno urbano, aportada por el Energy Technology Perspectives 2015, es la referente a los vehículos eléctricos a dos ruedas ( elec
tric 2-wheelers) y a los autobuses eléctricos. Los primeros constituyen hoy en día la mayor flota de vehículos electrificados del mundo, de forma que tan sólo en China su número supera los 230 millones de unidades. Sorprendentemente, fuera del gigante asiático, el parque de los vehículos eléctricos a dos ruedas tan solo ronda los 5 millones aunque las ventas se están incrementando rápidamente. Por lo que se refiere a los autobuses eléctricos, un modo de transporte público muy recomendable para reducir la polución y la contaminación atmosférica de las ciudades, su número a escala global se sitúa en torno a los 46.000, de los cuales 36.500 corresponden a China.
Ya lo ven. La respuesta a la pregunta del título es: avanzando pero pendientes de mejora.