El Confidencial

Feijóo pacifica al PP de Cataluña y aspira a multiplica­r por cinco sus escaños el 12-M

- Ana Belén Ramos

Alberto Núñez Feijóo se la jue‐ ga en Cataluña sin más pre‐ sión que la que él mismo se impuso desde el día en que se hizo con los mandos de Géno‐ va, hace ya casi dos años. El lí‐ der del PP siempre ha sido consciente de que, sin una marca fuerte en este territorio, su aspiración de llegar a la Moncloa se resquebraj­a. En la memoria de importante­s diri‐ gentes de la cúpula aún pervi‐ ve el recuerdo de cómo la for‐ taleza del PSC en las últimas elecciones generales -se llevó 19 escaños al Congreso- fue imprescind­ible para la supervi‐ vencia de Pedro Sánchez. El próximo 12 de mayo, el popu‐ lar pretende volver a equilibrar el tablero.

El líder del PP ha superado ya la primera prueba. Como reco‐ nocen en el entorno de Feijóo, el adelanto electoral pilló con el pie cambiado a Génova y trastocó la hoja de ruta que te‐ nía prevista para la organiza‐ ción catalana. Alejandro Fer‐ nández no era, ni mucho me‐ nos, la primera opción. La di‐ rección regional llevaba años caducada, y la estructura del partido en Cataluña languide‐ cía a consecuenc­ia de las pug‐ nas internas y de los pésimos resultados que hundieron a los azules a la más absoluta irrele‐ vancia.

Feijóo bendice a su candidato en Cataluña Feijóo bendice a su candidato en Cataluña Pero apenas había margen pa‐ ra maniobrar. Feijóo recibió muchas presiones internas. En privado, importante­s barones y miembros de la dirección na‐ cional pedían al líder un golpe de autoridad para imponer a su propio candidato por los continuos desafíos de Alejan‐ dro Fernández a la cúpula. Pe‐ ro también había opiniones, in‐ cluso entre los menos afines al dirigente catalán, que adver‐ tían del riesgo de ruptura si no le ratificaba como cabeza de lista, sobre todo después de recibir el apoyo del sector 'du‐ ro' del PP y de buena parte de la sociedad civil catalana. Feijóo minimizó el peligro con una solución intermedia. Ale‐ jandro Fernández será el can‐ didato, pero con la tutela de Dolors Montserrat, de la máxi‐ ma confianza del gallego, co‐ mo jefa de campaña. Génova tendrá cuota en la confección de los mensajes, las listas y las decisiones orgánicas de cara al 12-M, pero el presiden‐ te del PP de Cataluña será el altavoz de la marca. No es un remedio a largo plazo, ya que la renovación orgánica de la di‐ rección catalana sigue siendo una tarea pendiente. Pero sí pacifica a la organizaci­ón y sa‐ tisface a todas las partes, al menos lo suficiente como para amarrar la bandera de la uni‐ dad y no soltarla hasta que se cierren las urnas.

El candidato del PP en Catalu‐ ña es lo urgente, pero no lo im‐ portante

Josep Martí Blanch Los moti‐ vos de fondo de la dirección popular para no descabalga­r a Fernández en favor de un can‐ didato diferente no remiten a la necesidad de contar con un candidato mejor

Génova hace de la necesidad

virtud y ve en el "tándem" entre Fernández y Montserrat una "oportunida­d" para volver a ha‐ cer historia en Cataluña.

Las expectativ­as de crecimient­o son altas. Ninguna encuesta

sitúa la formación por debajo de los 10 escaños. Pero tanto en la dirección nacional como en la autonómica se ven con opciones de salir por la puerta grande y que el estirón llegue a los 15 diputados en el Parla‐ ment. El objetivo de Feijóo siempre ha sido devolver al PP de Cataluña a la época dorada de Alicia Sánchez-Camacho, la de los 19 escaños. Lo mucho o lo poco que se acerquen a esa cifra dependerá en gran parte de la efectivida­d de una campaña que no tardará en convertirs­e en una auténtica carrera de fondo.

La elección del candidato no solo era importante por los pulsos orgánicos, sino tam‐ bién por la definición del mo‐ delo de partido que se implan‐ taría Cataluña. Alejandro Fer‐ nández se prodiga sin amba‐ ges en el discurso duro con el independen­tismo. De hecho, cuestionó abiertamen­te el acercamien­to del PP a Junts en el marco de las negociacio‐ nes para la investidur­a de Fei‐ jóo. El líder, por su parte, ha abogado siempre por la aper‐ tura al catalanism­o constitu‐ cionalista, con guiños a las "particular­idades" del territorio y sin renunciar a "normalizar" las relaciones, "desde la dis‐ crepancia", con el nacionalis‐ mo.

La baza que jugará el PP será convertir los dos discursos en complement­arios para impac‐ tar en un amplio espectro de votantes. El afán de Feijóo es agujerear la bolsa de electores del PSC contrarios a las cesio‐ nes al independen­tismo, con la amenaza de la autodeterm­ina‐ ción revolotean­do de nuevo en el Parlament. Pero la apuesta por Alejandro Fernández y su marcado perfil antinacion­alista también les puede permitir cre‐ cer dentro del espectro de Ciu‐ dadanos y Vox.

Feijóo aboga en Cataluña por "normalizar" la relación con el nacionalis­mo "desde la discre‐ pancia"

Ignacio S. Calleja El líder del PP ha reconocido "contactos indirectos" con Puigdemont y ha instado a Junts a acatar el mandato del Consell de la Re‐ pública y bloquear la investidu‐ ra de Sánchez

El PP parte estas elecciones de un bajísimo suelo de tan so‐ lo tres diputados. El partido de

Santiago Abascal les adelantó por la derecha en las autonó‐ micas de 2021 y sumó 11 es‐ caños. Ciudadanos se dejó ca‐ si todo su capital político, pero también les sobrepasó con seis parlamenta­rios. La situa‐ ción no fue mejor en 2017. Inés Arrimadas capitalizó todo el espacio del centrodere­cha constituci­onalista y ganó las elecciones, mientras el PP ca‐ yó al último lugar.

El objetivo ahora es dar la vuel‐ ta a la tortilla. "Hace años que dejamos de ser esa referencia. Pero ahora optamos a ser la primera fuerza de combate constituci­onalista", sentencian en Génova. El PP ya registró una tendencia al alza en las elecciones municipale­s del pa‐ sado 28 de mayo, donde su‐ maron 130 concejales más en Cataluña y superaron en votos tanto a Vox como a Cs. En las generales triplicó también sus resultados -pasó de dos a seis escaños en el Congreso por Cataluña-, y superó en número de votos tanto a ERC como a Junts.

Feijóo y Fernández pusieron las primeras piedras de la campaña durante la Junta Di‐ rectiva Autonómica de este miércoles, en la que ambos se‐ llaron las rencillas internas pa‐ ra lanzarse a una carrera elec‐ toral centrada en "acabar con el procés" pero también "con el sanchismo", convencido­s de que lo que suceda el 12-M en Cataluña puede poner también punto y final a la legislatur­a. Ese será el principal aliciente para llamar al voto y "concen‐ trarlo" en el PP. "Vengo a pedi‐ ros que os activéis como nun‐ ca", clamó Feijóo, llamando a la movilizaci­ón a las debilita‐ das bases catalanas. "Esta vez", animó, "sí tenemos una opción real de ser decisivos".

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