Cataluña ahoga el mercado de alquiler. Más intervención en pleno derrumbe de la oferta
La Generalitat anunció ayer la práctica intervención de todo el mercado de alquiler de Cata‐ lunya. Con el nuevo listado de municipios que la administra‐ ción catalana añadirá a la lista de “zona tensionada”, el 90% de los ciudadanos de esta co‐ munidad vivirán ya en un tér‐ mino municipal en el que ha‐ brá dejado de regir el libre mer‐ cado en las relaciones con‐ tractuales entre propietarios e inquilinos.
Que ERC, junto a Podemos, fuese el partido que más apre‐ tó para que se aprobase la ley de vivienda durante la pasada legislatura, junto a la inminen‐ cia de las elecciones catala‐ nas, explica la prisa por am‐ pliar el experimento en el mer‐ cado de alquiler por parte de Pere Aragonés. Si en la prime‐ ra tongada fueron 140 munici‐ pios los declarados “zona ten‐ sionada”, entre ellas las áreas urbanas de mayor población, el anuncio de ayer afecta aho‐ ra a 131 nuevos términos mu‐ nicipales, muchos de ellos destinos turísticos de la comu‐ nidad catalana.
Al mismo tiempo que en un ambiente de precampaña el
Gobierno de Pere Aragonés sa‐ caba pecho de su apuesta re‐ doblada, se hacían públicos también los primeros datos sobre el impacto de la medida tras un mes en vigor en los pri‐ meros 140 municipios con el alquiler intervenido. Llegaban simultáneamente al anuncio gubernamental de la mano del portal inmobiliario Idealista. Y confirmaban los peores augurios. El efecto de la medida, de momento, es el contrario que formalmente se pretendía.
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Ruth Ugalde La Generalitat ha incluido en el tope de precios a las promociones de obra nue‐ va para alquiler. En agosto, cuando declaró la zona tensio‐ nada, daba una moratoria de cinco años
Ahí es nada: con la entrada en vigor del control de precios, el 'stock' de alquileres permanen‐ tes se ha derrumbado en las cuatro capitales catalanas (Barcelona -14%, Girona -21%, Tarragona -16%, Lleida -9%). Por provincias el colapso es también significativo (Barcelo‐ na -14%, Tarragona -10%, Giro‐ na -7%, Lleida -5%). En el con‐ junto de la comunidad autóno‐ ma, la caída de la oferta de vi‐ viendas en alquiler permanen‐ te es del 13%. No solo eso. A la caída de las unidades en al‐ quiler habría que sumar, según los mismos datos, que tampo‐ co se ha conseguido frenar el incremento de precios. La es‐ calada desde la intervención del mercado es del 4,3% en el conjunto de Catalunya (Girona +6,4%, Barcelona +4,6%. Por el contrario, en Lleida y Tarrago‐ na sí bajaron los precios, un -2,8% y un -1% respectivamen‐ te).
Hay que señalar que el informe de Idealista merece dos salve‐ dades. Una la explicitaba la propia empresa al presentar sus datos, alertando de que excepcionalmente ha utilizado en esta ocasión métricas se‐ manales específicas en lugar de sus habituales metodolo‐ gías trimestrales. Así que la compañía sitúa los datos pre‐ sentados en el terreno de la provisionalidad, que debe con‐ firmarse con su metodología habitual de carácter trimestral durante todo el ejercicio. La otra salvedad la añadimos no‐ sotros y es que no estamos ante datos oficiales sino ante los que acumula y analiza un actor privado que, lícitamente, tiene sus propios intereses.
"Pisos enanos por un pastón": tres historias de jóvenes que desconfían del tope al alquiler de Cataluña
Claudia Sacristán. Barcelona La medida que limitará los pre‐ cios en 140 municipios de la región echa a andar, pero los jóvenes tienen dudas sobre su aplicación: "Nos obligará a aceptar contratos precarios" Aun así, su cuota de mercado es lo suficientemente impor‐ tante para que las cifras que ha aportado sean tenidas en cuenta para una primera valo‐ ración y el señalamiento de una tendencia.
Y lo que dice esta primera to‐ ma del pulso del mercado tras la intervención de precios es que los propietarios no están por la labor de hacer demasia‐ do caso a la ministra de Vi‐ vienda, Isabel Rodríguez, que la semana pasada les pedía explícitamente ayuda en una intervención con cierta intensi‐ dad dramática escenificada con un “os necesitamos”.
A tenor de lo visto en Catalun‐ ya, la petición de auxilio del Gobierno no tiene efecto al‐ guno en el alquiler permanen‐ te. Más bien todo lo contrario.