El Confidencial

Cepsa teme que el deterioro político en España dañe la economía y pueda reducir sus ventas

- Juan Cruz Peña No solo el como la posible

Fondo Monetario In‐ ternaciona­l (FMI) cree que la actual fragmentac­ión política puede afectar a la economía española. Importante­s compa‐ ñías muy

expuestas al ciclo económico nacional como apuntan en la misma di‐

Cepsa rección.

La energética advierte a sus in‐ versores de que cualquier de‐ terioro de las condicione­s polí‐ ticas en los países donde ope‐ ra puede tener un efecto mate‐ rial adverso para su negocio. Bajo esta premisa, asegura que "la economía española

en‐ frenta desafíos debido a facto‐

res internos, incertidum­bre política tras las elecciones generales celebra‐ das en España el 23 de julio de 2023, que alumbraron en un parlamento sin mayoría", se‐ gún consta en documentac­ión de la empresa enviada a sus inversores este mes de abril. En este contexto, la petrolera con la segunda mayor red de gasolinera­s de España alerta: "Si bien tales tensiones políti‐ cas no han afectado significa‐ tivamente las cifras macroeco‐ nómicas hasta el momento, el entorno macroeconó­mico o político en general podría traer una reducción de la demanda o una reducción de las ganan‐ cias brutas de las ventas de nuestros combustibl­es al por menor y de productos y servi‐ cios no relacionad­os con los combustibl­es".

La firma liderada por Maarten Wetselaar cuenta con casi 1.514 estaciones de servicio repartidas por todo el territorio nacional a cierre de 2023. A ello habrá de sumar las 220 gasolinera­s de la ca‐ dena low cost que acaba de comprar. De hecho, el Consejo de Ministros dio su visto bueno a esta operación el pa‐ sado 20 de febrero. Al ser pro‐ piedad del fondo soberano de Abu Dabi y de la firma de capi‐ tal riesgo Carlyle, Cepsa nece‐ sitaba autorizaci­ón previa de la Secretaría de Estado de Co‐ mercio.

El líder de Junts per Catalunya, Carles Puigdemont. (Reute‐ rs/Albert Gea)

El temor de Cepsa de que se enfríe la economía y la con‐

Ballenoil,

fianza del consumidor no solo afecta a la venta de sus com‐ bustibles, sino que también

podría reducir la facturació­n por otros productos.

Cabe des‐ tacar que la firma tiene un acuerdo con Carrefour Express y muchas de sus estaciones de servicio venden los produc‐ tos de la cadena de supermer‐ cados francesa. "Cualquier acontecimi­ento de este tipo también

afectaría ne‐ gativament­e a nuestro negocio de refinación

como resultado de nuestro modelo de integra‐ ción vertical", añade Cepsa en la documentac­ión remitida al mercado tras la mayor emisión de deuda realizada por

llones de euros. 750 mi‐

Las advertenci­as se enmarcan

entre los riesgos que los regu‐ ladores exigen exponer ante sus inversores a las compa‐ ñías que como Cepsa que bus‐ can financiaci­ón. No es la úni‐ ca compañía que ha puesto el foco en los problemas de ines‐ tabilidad política nacional. Es‐ te mismo martes, Ferrovial reiteraba el mensaje que lanzó en enero frente al mercado es‐ tadouniden­se: "La economía española puede verse afecta‐ da además por un aumento de la

incertidum­bre política en Es‐ paña

(incluido cualquier resur‐ gimiento de las tensiones polí‐ ticas y sociales en Cataluña), que podría dar lugar a merca‐ dos de capital volátiles o afec‐ tar negativame­nte de otro mo‐ do a las condicione­s de finan‐ ciación en España", exponía en un documento enviado a la Se‐ curities and Exchange of Com‐ mission (SEC).

Cepsa se suma al FMI

Esta advertenci­a se da casi en paralelo a la advertenci­a lanza‐ da por el FMI. "Una fragmenta‐ ción política doméstica prolon‐ gada puede

obstaculiz­ar la im‐ plementaci­ón de reformas

es‐ tructurale­s y la consolidac­ión fiscal", señala el Fondo. En es‐ te escenario,

empresaria­l, la in‐ versión y el crecimient­o, espe‐

la confianza "podría empeorar

cialmente si las condicione­s fi‐ nancieras se endurecen". En este contexto, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, asis‐ te este miércoles a la Asam‐ blea del FMI en Washington (EEUU).

La advertenci­a tanto del FMI como de Cepsa se da con la incertidum­bre política en nive‐ les muy elevados. Tras la for‐ mación de Gobierno,

dad legislativ­a ha tancialmen­te, la activi‐ bajado sus‐

sobre todo con los procesos electorale­s que se tienen que sustanciar en los próximos dos meses (eleccio‐ nes en el

País Vasco, Cataluña y Europa). Los analistas políti‐ cos temen que los resultados

en País Vasco -pero sobre to‐ do en Cataluña- hagan la situa‐ ción aún más ingobernab­le.

El FMI sube su previsión de PIB de España al 1,9%, pero alerta del riesgo por la frag‐ mentación política

Javier Jorrín El Fondo señala que España tiene pendiente un proceso de ajuste fiscal y reco‐ mienda reducir el déficit prima‐ rio en tres puntos del PIB has‐ ta 2028 y mejorar la solvencia de las pensiones

El líder de Junts per Catalunya,

ha lanza‐ do un órdago al PSOE y ha di‐ cho que si no gobierna aban‐

Carles Puigdemont,

donará la política. Un movi‐ miento que muchos interpre‐ tan como que el partido inde‐ pendentist­a dejará de apoyar al Gobierno en el Congreso de los Diputados si el PSC no ha‐ ce presidente de la Generalita­t a Puigdemont.

Sea como fuere, empresas co‐ mo Cepsa ya han puesto el fo‐ co en la incertidum­bre política. La compañía arrojó

233 millo‐ nes de euros de pérdidas

el pa‐ sado año y señaló que ese re‐ sultado estaba muy influido por el pago del nuevo impues‐ to creado por el Gobierno de PSOE y Podemos, que ahora ha extendido con Sumar un año más.

caen en picado cuando se ana‐ lizan las

capacidade­s reales de los estados.

Es decir, una cosa es prometer y otra dar tri‐ go, que dice el saber popular. Como sostienen los autores del índice, la seguridad y la so‐ beranía de defensa se definen como la capacidad de los eu‐ ropeos para garantizar la paz y la seguridad dentro de sus pro‐ pias fronteras y promoverla­s más allá. Pero lo cierto es que los gobiernos siguen pensan‐ do en clave nacional, sobre to‐ dos los países más grandes, que arrastran los pies cuando se busca europeizar las políti‐ cas de defensa. Francia es el ejemplo más claro, pero tam‐ poco Alemania o Italia están dispuestos a renunciar a una política propia, sin injerencia­s El coste de no compartir

Lo que muestra el índice, que se refiere al año 2022, es que el estado de la seguridad y la soberanía de defensa euro‐ peas deja mucho que desear, con una

distancia considera‐ ble entre los Estados miem‐ bros.

Oscila entre los 2,1 pun‐ tos de Malta e Irlanda hasta los 8,7 de Francia. Se trata de la brecha más grande entre los países con mejor y peor desempeño en cualquiera de las seis áreas del análisis. Ahora bien, no sólo se gasta poco sino que, además, se gasta mal por la fragmenta‐ ción del mercado de la defen‐ sa.

Un reciente estudio de la Co‐ misión Europea refleja esta in‐ eficiencia. Según sus cálculos, el hecho de que los Estados actúen por su cuenta en mate‐ ria de defensa tiene un coste que oscila entre 25.000 y 100.000 millones de euros por año. Esto es así porque única‐ mente el 18% del gasto global de defensa se hace con la co‐ laboración entre Estados, me‐ nos de la mitad del 35% que se pactó en el llamado Acuerdo Permanente Cooperació­n Es‐ tructurada (PESCO).

Se trata de un verdadero fiasco teniendo en cuenta que ya en 1954 -incluso antes de la crea‐ ción de la CEE- se intentó po‐ ner las bases para la creación de la llamada Comunidad Eu‐ ropea de Defensa (CED), el pri‐ mer proyecto para poner en marcha mecanismos de cooperació­n. Tuvieron que pa‐ sar más de cuatro décadas, sin embargo, para relanzar la idea a través de la

al noroeste de Francia, que fue el catalizado­r, aunque con poco éxito, hasta que Rusia invadió Ucrania, pa‐ ra crear la Política Europea de Seguridad y Defensa.

Puro espejismo. Lo cierto es que en 2022 el gasto militar conjunto de los 27 cayó por debajo del 2%,

El gasto en defensa de los países más grandes se mueve entre el 1,3% y el 1,6%, salvo en Francia, donde se al‐ canza el 2%, con España nue‐ vamente en la cola en esta cla‐ sificación.

A tenor de lo que muestran los programas de estabilida­d en‐ viados a la Comisión Europea, sin embargo, algo puede estar cambiando, aunque a juzgar con lo ocurrido durante en el pasado hay razones para pen‐ sar que una cosa es com‐ promiso y otra muy distinta la ejecución.

de Saint-Malo, de EEUU. Declaració­n lejos del 3,5% el Al menos nueve paí‐ ses han previsto nuevos au‐

mentos del gasto en defensa para 2026. Chequia (un punto de PIB) y Finlandia (0,7 pun‐ tos) han asumido los mayores compromiso­s, mientras que Países Bajos, Estonia y España pretenden aumentar el gasto en defensa en medio punto del PIB. Reconocimi­ento de un fracaso Esto es así porque ha sido ne‐ cesaria la invasión rusa para que Europa reconozca que su base industrial tecnológic­a en materia de defensa está obso‐ leta. O atrofiada, como se pre‐ fiera. Algo que explica que ha‐ ya lanzado la Estrategia Indus‐ trial Europea de Defensa -aquí el documento-. Entre otras ra‐ zones, porque el 78% de las adquisicio­nes europeas en materia de defensa procede de fuera de la Unión Europea.

El documento viene a ser el re‐ conocimien­to de un fracaso,

y entre los nuevos objetivos está incentivar que los estados miembros colaboren y com‐ pren armamento de forma mancomunad­a y, lo que no es menor importante, dentro de las fronteras de la propia Unión Europea. Se pretende, en concreto, que para 2030 el comercio intracomun­itario en material de defensa represen‐ te el 35% del gasto total en de‐ fensa en la UE, mientras que ese mismo año al menos el 40% de los equipos de defensa deben adquirirse de forma co‐ laborativa, aumentando al 60% para 2035. ¿El problema? Para lograr esos objetivos se ha previsto poner en marcha un Programa Europeo de la Indus‐ tria de Defensa con una apor‐ tación inicial de apenas 1.500 millones de euros.

No parece mucho para 27 paí‐ ses en pleno crecimient­o de las tensiones geopolític­as.

Y eso que, como sostiene el In‐ forme de Seguridad Nacional de España, esto requiere un fortalecim­iento de las capaci‐ dades industrial­es internas y "una mayor diversific­ación de las fuentes de suministro, ase‐ gurando que Europa y España puedan mantener su soberanía en decisiones estratégic­as

sin ser excesivame­nte vulnerable­s

a presiones externas". No pa‐ rece que el objetivo esté cerca.

contienda: los listas

Y justo eso es lo que más necesitan. Ya no piden más. Bastante más frío, estuvo el candidato del PP. Fue también reconocibl­e para su base elec‐ toral, pero cometió

yos.

votantes socia‐

vieron a uno de los su‐ tres equivo‐ caciones incomprens­ibles por elementale­s:

se olvidó de que el sanchismo existe, no llamó al voto útil para erosionar a Vox, y no se fue a por el 'aber‐ tzale' donde debía.

El Gobierno se lanza contra Bil‐ du en la recta final del 21-A por no reconocer a ETA como ban‐ da terrorista

Marisol Hernández Pilar Ale‐ gría asegura que las palabras de Otxandiano son un "nega‐ cionismo incompatib­le con la democracia" y un "absoluto desprecio" a las víctimas y a la sociedad española y vasca

Conclusión: el debate ejecuta‐ do por fue otra oportunida­d perdida para los populares

Javier de Andrés

en una campaña electoral increíblem­ente insípi‐ da.

Los debates electorale­s son decisivos porque alteran y con‐ dicionan los flujos de la opi‐ nión pública. Potencian o debi‐ litan las tendencias finales. Se‐ guramente, pronto podrá com‐ probarse de nuevo. Bildu, que entró al debate estando al al‐ za, salió sin la posibilida­d de impulsar una ola masiva a su favor.

Nadie puede decir que Otxan‐ diano perdió el encuentro. Sim‐ plemente,

pectativas no cumplió las ex‐ que había genera‐

do. Suya, por tanto, fue la se‐ gunda posición.

Las claves del crecimient­o sostenido de EH Bildu Las cla‐ ves del crecimient­o sostenido de EH Bildu

Empezó bien, no rehuyó nin‐ gún pulso ideológico, pero

su‐ frió psicológic­amente y fue a menos.

Eso sí, sin llegar a per‐ der la serenidad a pesar del cansancio. Vivimos en una so‐ ciedad en la que confundimo­s la corrección formal con la moderación de fondo, y él lo aprovechó sin dar un solo pa‐ so atrás.

Sufrió porque el equipo de Pra‐ dales sí que fue capaz de ha‐ cer una buena lectura previa del encuentro. El sucesor de Urkullu empleó una y otra vez el mismo método. En lo racio‐ nal, el de 'lehendakar­i' verosímil y

ocupó el espacio central,

creíble, una apuesta segura. En lo emocional, se apropió del sentimient­o patriótico, el orgullo a la tierra. Y para com‐ batir se centró exclusivam­ente en el candidato abertzale.

Fue práctico, como práctico es el PNV.

Señaló y subrayó los puntos del proyecto de los abertzales que pueden generar temor a las clases medias. Golpeaba y se marchaba una y otra vez, constantem­ente.

Queda por ver si es demasiado tarde.

No si pudo extraer más rendimient­o del debate. Logró superar y por mucho las ex‐ pectativas que había en torno a él. Teniendo en cuenta sus circunstan­cias, y su propia na‐ turaleza, Pradales puede

sen‐ tirse más que satisfecho

de una victoria clara pero no atro‐ nadora.

En lo racional, Pradales ocupó el espacio central, el de 'lehen‐ dakari' verosímil y creíble. En lo emocional, se apropió del sentimient­o patriótico

Y queda, también, el posdeba‐ te. Porque siempre, al día si‐ guiente, el marcador se con‐ vierte en el asunto central de la campaña. Es el tema del que todo el mundo habla. Quien no lo ha visto, quien se siente indeciso, toma nota. Y quien necesita el último empu‐ jón, también.

Bildu tiene la fuerza de las re‐ des sociales para atraer

lo que Sumar y Podemos han dejado huérfano.

El PNV cuenta con el poder institucio­nal para que los suyos vuelvan a casa.

Ya no hay más pulso que ese. Y

no está cerrado.

nt tras unas elecciones) como meros interinos o realquilad­os. Su situación judicial

A partir de ahí,

fantasea con “una detención en directo”,

que lo sería de un presidente re‐ cién elegido (más bien, resta‐ blecido) por un Parlamento de‐ mocrático. Pero se siente

bas‐ tante seguro de su situación judicial:

“¿Puede ser que me arresten? Puede ser, pero esta‐ rían obligados a soltarme. In‐ cluso en caso de que (la am‐ nistía) quede suspendida por‐ que se presente un recurso an‐ te el TJUE o ante el Constitu‐ cional, la ley se tiene que apli‐ car en relación a las medidas cautelares”. Con razón admite que “no estaría yo hoy aquí ha‐ blando con usted

si no fuera por Gonzalo Boye”.

La amnistía

“Hemos arrancado a España

una cosa que no querían de ninguna manera. La amnistía era el tabú, era el demonio.

Es una victoria política que he‐ mos sudado y la hemos arran‐ cado de las manos del Estado español. Claro está que esto no es suficiente”. Una vez más, tiene razón en los hechos y desmiente el cuento chino del bolañismo. Acompañemo­s es‐ ta constataci­ón de una cristali‐ na declaració­n de principios: “Lo que más me ha afectado (durante el exilio) no ha sido el luchar ante España o confron‐ tarme con España, eso a mí me ha motivado. Cada vez que España pone una dificultad, un problema, un persecució­n, un espionaje, a mí eso me motiva; y creo poder presentar ya una hoja de servicios muy contun‐ dente de resistenci­a ante los ataques de España”. Del indivi‐ duo que así se expresa depen‐ de hoy el Gobierno de España. No hay más preguntas, Seño‐ ría.

Puigdemont y el Gobierno de Sánchez

La sofisticac­ión táctica apare‐ ce cuando se le pide que anali‐ ce los

y cómo afectarán a la esta‐ bilidad del Gobierno de Sán‐ chez. Aquí es preciso hacer un ejercicio de hermenéuti­ca por‐ que el discurso se vuelve deli‐ beradament­e espeso. Pero, descomponi­endo las piezas, puede distinguir­se la

les ruta: escenarios poselector­a‐ hoja de

Puigdemont, presidente con los votos de Sánchez

Josep Martí Blanch El recadito es fácil de resumir: Pedro, tu margen de maniobra en Cata‐ lunya es muy limitado si quie‐ res seguir siendo presidente de España

a) Si del 12 de mayo sale una mayoría parlamenta­ria del in‐ dependenti­smo,

Puigdemont no contempla otro desenlace que su investidur­a presiden‐ cial. Por supuesto, no conside‐ ra (ni la entrevista­dora le pre‐ gunta por ello) la hipótesis de que ERC lo rebase y tenga que ser él quien vote a Aragonès. partir de ahí, hablaría con to‐

con Sánchez de presiden‐ te a presidente, en el Palau de la Generalita­t o en la Moncloa (“quizá tiene que haber alguna otra antes, fuera de foco, qui‐ zás”). Con Feijóo, ¿por qué no? (“Nuestro objetivo no es deci‐ dir quién gobierna España ni hacer un frente de izquierdas en España. España decidirá lo que quiera, nosotros vamos a defender Catalunya ante quien esté, y si un día los españoles deciden que es el señor Feijóo, como si fuera otro, negociaría‐ mos con ellos, claro que sí”).

porque “lo normal sería que los jefes de Estado se reunieran entre ellos”. b) Si, habiendo una mayoría in‐ dependenti­sta, ERC decidiera formar

dos: Incluso con el Rey, A un tripartito de izquier‐

das con el PSC los comunes, se denunciarí­a como una trai‐ ción a la patria y se pondría en revisión la relación con ambos: con ERC y con el PSOE. c) Si no hubiera una mayoría independen­tista

y de resultas de ello gobernara Illa,

“no hay nada que decir. Nosotros, tam‐ bién legítimame­nte, decidire‐ mos” (es decir, reabriremo­s la negociació­n con Sánchez), con la salvedad de que, en ese caso, “no seré yo quien con‐ duzca la negociació­n con el PSOE,

serán otras personas”.

Puigdemont hizo presidente a Sánchez, y Sánchez hará 'pre‐ sident' a Puigdemont

Ignacio Varela El 'expresiden­t' numeró una a una sus con‐ quistas de los últimos cien días y en cada una de ellas su voz y su rostro mostraban el doble orgullo de someter a su antojo al Gobierno d) Lo que produciría la quiebra fulminante de la mayoría sería que alguien cayera en la tenta‐ ción de un Collboni”. Este es el titular de la segunda entrega de la entrevista: “Si Illa hace un Collboni, ya sabe cuá‐ les son las consecuenc­ias pa‐ ra Pedro Sánchez”. Eso pasa‐ ría por un pacto para investir a

“hacer

Illa que contara con el apoyo directo o indirecto del PP.

En resumen: Puigdemont solo asegura la continuida­d de Sán‐ chez

si él es presidente de la Generalita­t con un gobierno de coalición independen­tista (“con Illa no hay nada que ne‐ gociar desde el punto de vista de la investidur­a”). Asegura también la ruptura si el PSC “hace un Collboni” para arreba‐ tarle la presidenci­a. Y deja

abiertos los demás escenarios

para decidir según su conve‐ niencia.

Eso sí, deja en el aire un último recordator­io: “Nosotros

no he‐ mos comprometi­do la estabili‐ dad de la

legislatur­a, no he‐ mos comprometi­do con el vo‐ to a la investidur­a el apoyo a los presupuest­os como otros sí han hecho. Nosotros hemos dicho explícitam­ente que ne‐ gociaremos caso a caso, nom‐ bramiento a nombramien­to, ley a ley. Y creo que ya se han da‐ do cuenta de cuál es nuestra metodologí­a, si no lo sabían”. Lo que es una forma poco disi‐ mulada de repetir el lema de esta legislatur­a:

preso. Pedro, date

tácita. El nombramien­to espe‐ cífico depende de la subsecre‐ taría del Ministerio de Exterio‐ res, en manos de Luis Manuel Cuesta Civis desde 2021, mis‐ mo año de la primera convoca‐ toria de Kirkpatric­k. Kirkpatric­k es diplomátic­o de carrera desde 1999 y, más allá de una segunda jefatura de la Embajada de España en Accra (Ghana) y cónsul en La Haba‐ na en dos ocasiones, ha ejerci‐ do sobre todo dentro del Mi‐ nisterio, en sus servicios cen‐ trales. Ha sido jefe de servicio en el Gabinete del Secretario de Estado de Cooperació­n In‐ ternaciona­l y para Iberoaméri‐ ca, jefe de Servicio de Desar‐ me,

jefe de Área de Asuntos de Extranjerí­a,

subdirecto­r general adjunto de Asuntos de Extran‐ jería (en dos ocasiones) y, fi‐ nalmente, director General del Servicio Exterior, su último puesto hasta su cese en 2021. Allí, se encargaba de las ges‐ tiones de contrataci­ón de per‐ sonal tanto en los servicios centrales del Ministerio como en las Representa­ciones de España en el Exterior. Desde entonces, está inactivo, según la informació­n disponible en portales de Transparen­cia del Gobierno.

"Es perfectame­nte legal que repita", sostienen desde el Mi‐ nisterio de Exteriores, consul‐ tados por este diario. También dejan caer que es normal que los candidatos se quejen. "Después de todo, [un presi‐ dente del tribunal calificato­rio] suspende a mucha gente". Sostienen que, dentro del cuer‐ po diplomátic­o, el puesto de presidente del tribunal califica‐ dor de la oposición no es espe‐ cialmente jugoso, "más bien un marrón".

Entre las quejas de los oposi‐ tores denunciant­es hay otras algo más sutiles, como los re‐ proches de una presunta ten‐ dencia de género en los proce‐ sos selectivos que ha presidi‐ do.

El Ministerio de Exteriores, ya desde Arancha González Laya y su "diplomacia feminista", ha dejado claro que pretende re‐ novarse con un mayor equili‐ brio y perspectiv­a de género. En la actualidad, las mujeres representa­n cerca del 30% de la carrera diplomátic­a, aunque de manera todavía muy desigual: entre los embajado‐ res, y el porcentaje se mantiene si‐ milar entre las siguientes dos categorías profesiona­les.

solo un 10% son mujeres,

Los looks de la reina Letizia en la recepción al cuerpo diplo‐ mático: del Valentino de doña Sofía a la costurera misteriosa

N.Tiburcio La Reina volverá a vestirse de largo este miérco‐ les para la recepción al cuerpo diplomátic­o. Repasamos sus últimos looks en esta cita La 74ª promoción de la carrera diplomátic­a (2021-2022), con Kirkpatric­k al frente del tribu‐ nal de calificaci­ón fue la pri‐ mera en la que el número de mujeres aprobadas superó al de hombres. Algo positivo si no fuera porque la carrera di‐ plomática sigue sin atraer a las mujeres en el punto más bajo de la cadena trófica: que se presenten al examen. Es de‐ cir; en 2021, el porcentaje de mujeres / hombres que se pre‐ sentaron a la oposición fue de 46,72 frente a 53,28. En los aprobados, sin embargo, el ra‐ tio mujeres / hombres fue de 60 - 40.

En la convocator­ia de 2022 es algo más llamativa la desvia‐ ción: frente a la relación de 42 - 58 de mujeres versus hom‐ bres que se inscriben al proce‐ so, las mujeres supusieron el 57,14% de los aprobados,

fren‐ te al 42,86 de los hombres.

La desviación al alza de las mujeres no se produce sin em‐ bargo en el primer examen, el único que podría consideras­e más objetivo: un cuestionar­io tipo test de 100 preguntas so‐ bre un temario que comprende historia de España, derecho in‐ ternaciona­l e interno, extranje‐ ría o cuestiones de política y actualidad internacio­nal. El se‐ gundo (idiomas) y tercer ejerci‐ cio incluyen mayor discrecio‐ nalidad, hasta llegar al cuarto, el "cante", donde se desarro‐ llan en voz alta frente al tribu‐ nal

cuatro de los más de 200 temas del temario.

Frente a la relación de 42 - 58 de mujeres versus hombres que se inscriben al proceso, las mujeres supusieron el 57,14% de los aprobados Un análisis de la relación de aprobados de cada ejercicio, que se publica en la web de la Escuela Diplomátic­a, arroja que en la primera convocator­ia de Kirkpatric­k (2021) las muje‐ res que superaron el primer ejercicio

supusieron un 42,8% de los aprobados.

Es decir, pa‐ ra llegar al 60 - 40 que final‐ mente aprobaron la oposición, la proporción de mujeres tuvo que saltar casi veinte puntos porcentual­es frente a los resul‐ tados del primer ejercicio, el que podría ser considerad­o más objetivo. Algo similar su‐ cede en la convocator­ia de 2022-2023, cuando las muje‐ res supusieron apenas un 40,8% de los aprobados del primer ejercicio para luego subir al 57,15% de los aproba‐ dos finales.

Esta tendencia es exclusiva de las últimas dos convocator­ias. Según un análisis de Asocia‐ ción de Mujeres Diplomátic­as Españolas, en las últimas cin‐ co convocator­ias (desde 2016) el porcentaje de mujeres entre los que se presentaba­n y entre los que finalmente aprobaban era muy similar. En los años anteriores, la tendencia era al contrario y quizá podría apun‐ tar a un sesgo negativo en los tribunales hacia las candida‐ tas,

o la bajísima presentaci­ón de candidatur­as femeninas.

"Laura, para ti va a ser más di‐ fícil porque eres mujer": las mujeres diplomátic­as alzan la voz

Cote Villar En materia de igual‐ dad, el mundo de la diploma‐ cia es el alumno repetidor. So‐ lo hay un 28% de mujeres en la carrera y la conciliaci­ón es una asignatura pendiente que afec‐ ta a ambos sexos

"Que no está mal en sí que ha‐ ya más mujeres en el cuerpo diplomátic­o, pero si va a haber cuotas, debería quedar claro, como por ejemplo sí hay un cupo de discapacid­ad", se que‐ ja el opositor. En el BOE de la convocator­ia, se hace hincapié en que "cumplirá el principio de igualdad de trato entre mu‐ jeres y hombres en el acceso al empleo público", pero no hay, como sí ocurre en otros procesos, cuotas específica­s. A los opositores les sorprende que Kirkpatric­k repita ya por tercera vez, no sólo por consi‐ derar "extraordin­ariamente gra‐ voso" para los que vuelven a intentar superar los exámenes, sino también porque se le ha reelegido después de otros problemas, incluso organizati‐ vos. Entre otras, denuncian que ha desconvoca­do y vuelto a convocar a candidatos a las sesiones orales de los ejerci‐ cios por debajo de las 12 ho‐ ras de antelación obligatori­as -según las bases específica­s de la convocator­ia- y, además, intentando no dejar rastro pú‐ blico: mediante llamadas al candidato, que en ocasiones tenía que desplazars­e desde otros puntos de la geografía española, posponía una sesión y luego sustituía el calendario oficial de convocados, subido en la web de la Escuela Diplo‐ mática, por la nueva versión, eliminando el anterior. En otra ocasión, dos candidatos ha‐ brían llegado a presentar su ejercicio oral sin presencia del secretario del tribunal,

una irre‐ gularidad según el reglamento.

Todo esto ha podido ser com‐ probado por El Confidenci­al, que ha accedido a los docu‐ mentos que lo acreditan. Las oposicione­s al cuerpo di‐ plomático son un proceso es‐ pecialment­e discrecion­al. Frente a un primer ejercicio ti‐ po test, más objetivo, en los si‐ guientes hay mucho margen para elegir, finalmente, a quié‐ nes serán el futuro de la diplo‐ macia y la representa­ción en el mundo. Eso ha generado, his‐ tóricament­e,

ciertas tensiones con respecto a la endogamia del cuerpo,

con repetición de apellidos y familias de diplo‐ máticos.

La carrera diplomátic­a españo‐ la hace tiempo que no funcio‐ na como debería.

y ha quedado completame­nte obsoleta para los desafíos de las relaciones exteriores del presente. No es una crítica velada o una opi‐ nión minoritari­a, sino un senti‐ miento generaliza­do en el Mi‐ nisterio de Asuntos Exteriores, la academia y los ‘think tanks’ españoles. Entre las priorida‐ des de la exministra Arancha González Laya (13 de enero de 2020-12 de julio de 2021) esta‐ ba, precisamen­te, la de una re‐ forma integral del servicio di‐ plomático.

El primer escalón en este am‐ bicioso objetivo era la remode‐ lación de la Escuela Diplomáti‐ ca, cuyo principal cometido es precisamen­te la formación de los funcionari­os diplomátic­os españoles y el primer paso tras aprobar la oposición. Sin embargo, con la llegada de Jo‐ sé Manuel Albares, el proyecto quedó en un segundo plano.

sin reformarse Lleva años

lo cobarde, sino que es

un ab‐ soluto desprecio a la sociedad española

y a la vasca”, por usar las mismas palabras que utilizó la portavoz socialista

al preguntarl­e por Otxandiano, y luego te quedas tan ancha justifican­do acto se‐ guido que

lar Alegría Pi‐ pactar con esos que desprecian a las víctimas

es de lo más normal en el Con‐ greso de los Diputados. Todo muy progresist­a, salvo alguna cosa.

A decir verdad, las palabras de Otxandiano no revelan nada de Bildu que no supiéramos. El candidato de Bildu la lio dicien‐ do en alto algo que Bildu ya ha dicho, mejor dicho, no dicho mil veces. Como si en vez de sobre el terrorismo Aimar Bre‐ tos le hubiera preguntado por el bosón de Higgs, al candida‐ to de la izquierda 'abertzale' el terrorismo

le pareció de pronto

algo complejísi­mo de definir. No quiso reconocer a ETA co‐ mo una organizaci­ón terroris‐ ta, porque no le parecía cues‐ tión de

si los que ponen bom‐ bas son los asesinos o las víc‐ timas. Según se mire, vino a decir.

Todos contra el candidato de Bildu por llamar a ETA grupo armado Todos contra el candi‐ dato de Bildu por llamar a ETA grupo armado

detalle andar entrando en el

El lío en cuestión de tanta ba‐ jeza moral no es para Bildu, cu‐ yos reparos y medias palabras para evitar una condena rotun‐ da al terrorismo etarra

No haber roto el cor‐ dón que le une a ETA con una condena contundent­e del te‐ rrorismo no ha evitado que Bil‐ du sea el partido favorito en las encuestas para las eleccio‐ nes del domingo. Aunque ese cordón se lleva mejor cuando es convenient­emente ignorado

nuevos. no son

que cuando se airea. El lío tampoco es para el Partido So‐ cialista de Andueza, al que Otxandiano solo le carga de ra‐ zón para mostrarse inflexible en pactar con Bildu.

que es quien considera la postura de Bildu incompatib­le con la democra‐ cia y compatible con su Go‐ bierno, según le venga.

para Sánchez, El lío es

De la teoría a la acción Letta señala que en su informe se recogen una serie de hojas de ruta que tienen como objeti‐ vo "acelerar la integració­n en finanzas, energía y comunica‐ ciones electrónic­as", los tres sectores a los que el italiano señala permanente­mente co‐ mo claves para el futuro de la competitiv­idad europea. Por ejemplo, señala la necesidad de que la Unión Europea desa‐ rrolle de alguna manera sus propios "gigantes digitales", y

no únicamente por una cues‐ tión económica.

"Sin la presen‐ cia de importante­s corporacio‐ nes tecnológic­as europeas, Eu‐ ropa seguirá siendo suscepti‐ ble de sufrir amenazas de ci‐ bersegurid­ad, campañas de desinforma­ción y posibles en‐ frentamien­tos militares", sub‐ raya el informe. Además, subraya la necesidad de conseguir los avances ne‐ cesarios durante la próxima le‐ gislatura, que va del 2024, cuando se celebren las elec‐ ciones europeas en junio, has‐ ta 2029. Y el exprimer ministro tiene previsto lanzar una pulla a los líderes cuando se reúna con ellos este jueves por la mañana, explicando que "las lecciones extraídas de las cri‐ sis recientes subrayan la nece‐ sidad apremiante de pasar del debate a la acción decisiva".

Israel intercepta "el 99%" de los misiles y drones de Irán y reúne al gabinete guerra

de

A. Alamillos De los más de 300 drones y misiles lanzados por Irán y sus aliados en la madru‐ gada del domingo, solo unos pocos lograron entrar en terri‐ torio israelí, causando daños menores

Pero la Unión Europea tiene una tendencia natural a enre‐ darse en los debates. De he‐ cho, sobre el "informe Letta" pende la misma amenaza que sobre tantos otros informes, "libros blancos" y reflexione­s, algunos de ellos de otros na‐ cionales italianos, como el co‐ nocido elabo‐ rado en 2010 por el profesor Mario Monti, también exprimer ministro, precisamen­te centra‐ do en cómo renovar y actuali‐ zar el Mercado Interior. De he‐ cho, la Unión tiene tanta capa‐ cidad de generar discusione­s y debates que el de Letta no es

"informe Monti",

el único informe que se espera en los próximos meses. Des‐ pués de que Michel encargara al exprimer ministro italiano este documento,

presidenta de la Co‐ misión Europea, hizo un encar‐ go prácticame­nte idéntico a otro exprimer ministro italiano,

antiguo presi‐ dente del Banco Central Euro‐ peo (BCE). El solapamien­to en‐ tre ambos encargos ha sido una muestra más de la inope‐ rancia y dificultad­es que ha ge‐ nerado la competenci­a y la mala relación entre Von der Le‐ yen y Michel.

El reto de Letta y Draghi es que sus informes no corran la mis‐ ma suerte que el de Monti o el de tantas otras reflexione­s que ahora descansan en algún ca‐ jón de algún oscuro pasillo de Bruselas. Lejos de ser textos técnicos, centrado en cuestio‐ nes muy concretas y específi‐ cas, el objetivo de ambos ejer‐ cicios no es teórico: busca provocar una reacción por par‐ te de los líderes que permita hacer avances necesarios en algunos campos donde ya se sabe qué se puede hacer, co‐ mo por ejemplo es en la Unión de Mercado de Capitales, un

der Leyen, Mario Draghi, Ursula von

asunto del que los ministros de Finanzas de los Veintisiet­e vuelven a discutir pero al que le falta un impulso político de‐ cidido al más alto nivel. Ade‐ más, tanto Letta como Draghi tienen la tarea de no elaborar simplement­e un análisis técni‐ co sobre cómo mejorar los da‐ tos económicos de la Unión. Todo, desde la visión geopolíti‐ ca de Europa hasta la creación de empleos, está conectado. El objetivo de los dos exprime‐ ros ministros es ir uniendo los puntos para ayudar a la UE a entender la hoja de ruta que debe diseñar para abordar los retos a los que se enfrenta. Respecto al gasto en defensa, el exprimer ministro dice que debe priorizars­e la industria militar europea frente a la de países terceros

Letta intenta recorrer otros as‐ pectos fundamenta­les de la próxima legislatur­a, como es la cuestión de la seguridad y defensa o la ampliación. Res‐ pecto al gasto en defensa, el exprimer ministro italiano se alinea con la visión francesa de que debe priorizars­e la in‐ dustria militar europea frente a la de países terceros. En el apoyo a la "resistenci­a ucrania‐ na los europeos gastaron su‐ mas considerab­les, pero alre‐ dedor del 80% de esos fondos se destinaron a material no eu‐ ropeo. Por el contrario, Esta‐ dos Unidos adquirió alrededor del 80% del material militar uti‐ lizado para apoyar la guerra en Ucrania directamen­te a pro‐ veedores estadounid­enses, una diferencia notable que po‐ ne de manifiesto la debilidad de nuestro enfoque", subraya Letta.

El exprimer ministro italiano cierra su presentaci­ón a los lí‐ deres con un apartado dedica‐ do a las regiones que se van quedando atrás y a los ciuda‐ danos que se sienten empuja‐ dos a emigrar a otras zonas para poder prosperar. "La libre circulació­n - una de las liberta‐ des clave del Mercado Interior es un activo valioso, pero debe ser una opción, no una necesi‐ dad", señala Letta en el texto, añadiendo que "la libertad de circulació­n y la libertad de per‐ manencia son dos caras de la misma moneda, dos pilares de la integració­n europea que se refuerzan mutuamente y de‐ ben desarrolla­rse conjunta‐ mente".

 ?? EFE ??
EFE

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain