El PSOE y la última victoria del franquismo en Euskadi y Cataluña
"La victoria más perdurable del franquismo consistió en per‐ suadir a la izquierda de que to‐ do lo que huela a español es facha (incluidos Cervantes y Velázquez) y todo lo que huele a lo contrario es (incluidos el nacionalismo y la ultraderecha, siempre que no sean españoles)". Este párrafo cierra el certero análisis de Ja‐ vier Cercas (EPS del pasado domingo) en el que el autor de‐ nuncia “el malentendido de las dos ultraderechas”. El partido que encabeza Carles Puigde‐ mont es adjetivado por el au‐ tor de
progresista “reaccionario, suprema‐ cista, xenófobo, ultraliberal
y de un nacionalismo extremo”, de modo que lo que hace Sán‐ chez es algo improbable por‐ que es
“imposible frenar a la ultraderecha con la ultradere‐ cha”.
Como escribe Javier Cercas, es "imposible frenar a la ultra‐ derecha con la ultraderecha", una falacia de Pedro Sánchez No es que lo que escribe Ja‐ vier Cercas sea excesivamente novedoso. Lo es que lo haga él -desde muchos puntos de vis‐ ta el analista más sagaz de la izquierda auténtica-y que ex‐ ponga con tanta claridad y sencillez la impostura en la que se basa mayoría “pro‐ gresista” que invistió a Pedro Sánchez. Otra de parecido ta‐ maño es la que representa el emboscado PNV. Es, igual‐
la
mente, un porque se reconoce en unos orígenes fundacionales, étni‐ cos y excluyentes, que debie‐ ran ser proscritos desde la más mínima sensibilidad de‐ mocrática.
El catedrático de Historia Con‐ temporánea de la Universidad del País Vasco,
confirmaba en la entre‐ vista del pasado sábado en es‐ te periódico algo ya conocido pero eludido por la izquierda: los nacionalistas, además de erigir una
en 2003, le homenajean públicamente tres veces al año. Nadie se lleva las manos a la cabeza ante el gesto reite‐ rado y desafiante de que en pleno siglo XXI un racista de las hechuras de Arana reciba
Granja, Arana José Luis de la estatua a Sabino
Incluso Bil‐ du mantiene un respeto reve‐ rencial a la figura del fundador del nacionalismo vasco. Es ló‐ gico: como bien recordaba el historiador, ETA (según el can‐ didato de Bildu, fue bien
bien un “grupo ar‐ mado”) nació, no contra el franquismo, sino contra Espa‐ ña, así que su proximidad a las tesis sabinianas forma parte de su identidad.
Por su parte, el catedrático de Ciencia Política de la Universi‐ dad Rey Juan Carlos,
acaba de publicar un ensayo titulado “Bildu y la legi‐ timación del terrorismo nacio‐ nalista: causas y consecuen‐ cias” en el que sostiene rotun‐ damente que “la
clo político” Alonso, “un ci‐ Rogelio legalización, legitimación y homologación
democrática de Bildu, todas ellas fraudulentas y antidemo‐ cráticas, evidencian la renun‐ cia de muchos políticos y ciu‐ dadanos a librar la decisiva ba‐ talla de las ideas políticas con‐ tra el terrorismo nacionalista. Como consecuencia de ello, hoy el nacionalismo ejerce su hegemonía en el País Vasco sin condenar ni abandonar la “ideología de deslegitimación” con la que
Y así es. Pero Bildu for‐ ma parte del nuevo establish‐ ment que comanda el secreta‐ rio general del PSOE. Nueve de los 75 candidatos de Bildu han cumplido condena o han sido detenidos por perte‐ nencia, colaboración o desór‐ denes públicos
La inmoralidad táctica de la
cionó”. ETA asesinó y coac‐
política española consiste, pre‐ cisamente, en que tanto Junts como el PNV - sometidos de inmediato a sus respectivos electorados- han recibido el certificado ‘progresista’ en
una de las operaciones más estú‐ pidas y falaces
de las que ha‐ ya desplegado la izquierda es‐ pañola, si es que tal descrip‐ ción semántica se correspon‐ de con la realidad, es decir, en el supuesto de que exista la iz‐ quierda y, de existir, que pueda adjetivarse de española. Esa es la razón, su
por la que los nacio‐ nalistas vascos y los secesio‐ nistas catalanes se comportan de forma tan volátil con Sán‐ chez y el PSOE. Como acredi‐ tan sus antecedentes,
cionaria, naturaleza reac‐ les trai‐ cionarán. Y se merecerán que lo hagan.
La cuestión es cómo está sien‐ do posible que los electorados vasco y catalán compren la mercancía de esos
La repuesta tampoco es demasiado com‐ plicada: la llamada Memoria Democrática ha sido la narrati‐ va que ha envuelto en una bru‐ ma densa los rasgos de estos
mos regresivos. nacionalis‐ ultranacionalismos que se ca‐ muflan
en la falsedad de Pedro Sánchez que les incluyó como por ensalmo en el “somos más” del 23 de julio del año pasado. La respetabilidad del 'abertzalismo' radical ha sido una