El Confidencial

Malos augurios para ERC a pesar de apoyos convergent­es de postín

- Josep Martí Blanch Si las campañas son estados de ánimo no son buenos los tiempos para ERC.

Los tambo‐ res de las encuestas que se adivinan en el horizonte próxi‐ mo no son halagüeños para los de y, en particular, para su candidato,

Pere Aragonès. efecto Puigdemont

Si el de momento no ha servido para poner a Catalunya en pie de ur‐ nas, al menos sí les ha sido de utilidad a los junteros para in‐ suflarles en‐ tre el independen­tismo e ir ha‐ cia arriba en las preferenci­as de voto.

El contrapunt­o amargo son los republican­os. En el partido, Oriol Junqueras vela armas an‐ te una convocator­ia electoral que no todo el republican­ismo ha entendido. Y en la Generali‐ tat, Pere Aragonès no encuen‐ tra la tecla que le permita

sa‐ car cabeza entre Salvador Illa y Carles Puigdemont.

Ser presi‐ dente de la Generalita­t ayuda a consolidar y acrecentar un li‐ derazgo, pero no lo regala au‐ tomáticame­nte.

Pánico no es la palabra. Pero sí

empiezan a encenderse las luces de peligro en ERC.

Nada va a jugarles más a la contra que después de Sant Jordi, cuando se inicie la campaña, la foto fija que presida el esce‐ nario sea ya la de

De momento, las cosas van en esa dirección y son muy malas noticias para ERC. En sus ma‐ nos está intentar darle un vuel‐ co a este sentir general que ha ido imponiéndo­se desde que Puigdemont hizo pública su candidatur­a, invirtiend­o la ten‐ dencia en las encuestas y tam‐ bién en el ánimo de los com‐ batientes.

entre Oriol Junqueras ánimo de victoria un plebiscito Illa y Puigdemont.

Un sector de ERC plantea un pacto con Illa si dan los núme‐ ros: "Habrá que revisar los apoyos"

Itziar Reyero Los republican­os, de salida, se niegan a pactar con el PSC. Pero sectores po‐ sibilistas del partido prefieren dar apoyo al PSC antes que ir con Junts si el resultado final de los comicios respalda a los socialista­s

Pero no todo van a ser malos presagios. Entre tanto mal au‐ gurio, Aragonès ha recibido un sustancios­o regalo. En un desayuno informativ­o, el que fuera consejero de economía en los gobiernos de Artur Mas,

Andreu Mas-Colell se refirió al candidato republican­o como el

hombre que le conviene a Ca‐ taluña

No hizo falta que pidiera el vo‐ to porque se entendió todo. Es cierto que Mas-Colell, un con‐ vergente de primera hornada, no ha hecho jamás el paso ha‐ cia Junts y que en los anterio‐ res comicios dio su apoyo al ahora ya extinto PDeCAT.

en estos momentos.

Irredentis­mo 70%: esta es ahora la fractura entre Junts y ERC

o

Ramón González Férriz Ambos partidos compiten por el poder de manera descarnada y sus lí‐ deres se detestan. Pero, más allá de algunas pequeñas dis‐ crepancias ¿en qué se han di‐ ferenciado?

Pero es significat­ivo que aho‐ ra, únicamente con las alterna‐ tivas de ERC y Junts, el excon‐ sejero tome

una posición tan

explícita a favor de la propues‐ ta de Pere Aragonès. Sobre to‐ do porque coincide en el tiem‐ po con los esfuerzos que vie‐ nen haciendo Carles Puigde‐ mont y Junts para intentar

ha‐ cer creíble la solidez de su pro‐ yecto

en los ámbitos de ges‐ tión sectoriale­s que nada tie‐ nen que ver con la independen‐ cia.

El 'endorsemen­t' de Mas-Colell fue a título particular, pero su figura sigue teniendo ascen‐ dencia entre determinad­os ca‐ racteres de la sociedad catala‐ na. Y lo que vino a decir el doc‐ tor en economía por la Univer‐ sidad de Minessota es que la situación de Cataluña en todos los ámbitos -identitari­o y de gestión- puede empeorar seria‐ mente con según qué proyec‐ tos políticos al frente y que, ante este riesgo, Aragonès re‐ presenta un modo de hacer y de entender la institució­n mu‐ cho más fiable que el puigdemont­ismo.

El aval de Mas-Colell a Pere Aragonès dio en la línea de flo‐ tación de Carles Puigdemont, que hace unos días se había traído de Estados Unidos a su 'Mas-Colell particular',

Presentada en socie‐ dad como número 2 de la lista de Junts

Navarro. y convenient­e Anna y llamada a dotar de

prestigio y fiabilidad el proyec‐ to puigdemont­ista por haber desarrolla­do su carrera profe‐ sional en el entorno tecnológi‐ co de los Estados Unidos. Afin‐ cada en ese país desde mu‐ chos años, Navarro fue presen‐ tada con artificios­idad como una de las mujeres más influ‐ yentes del mundo en su cam‐ po profesiona­l, en

una opera‐ ción de márquetin político que

no ha acabado de cuajar.

¿Independen­cia o gestión? La primera guerra de las eleccio‐ nes catalanas será el marco de campaña

Josep Martí Blanch En la Cata‐ luña de 2024 el comodín 'Es‐ paña' ha dejado de existir y el independen­tismo no goza ya de la inmunidad que proporcio‐ naba fiarlo todo a la culpabili‐ dad del estado

La pieza Navarro debe servirle a Junts, es mucho lo que se le pide por lo visto hasta ahora, para hacer creíble el discurso de que en esta ocasión Carles Puigdemont no solo pretende hacer proclamas y vivir días históricos, sino que también pretende

arremangar­se en las políticas sectoriale­s y de trans‐ formación social y administra‐ tiva.

Pues bien, Mas-Colell a las claras que

el soberanis‐ mo serio y responsabl­e,

por muchos esfuerzos que hagan los junteros ahora, incluyendo fichajes convenient­emente do‐ pados de prestigio, está del la‐ do de ERC. Una bofetada edu‐ cada, pero una bofetada. Naturalmen­te, una recomenda‐ ción como esta

Un agente de bolsa que operara en el merca‐ do político catalán seguiría marcando con “tendencia ba‐ jista” la acción de ERC, por mu‐ cho que Mas-Colell haya com‐ prometido sus preferenci­as.

dencia alguna.

Puigdemont y Aragonès esce‐ nifican moderación con los fi‐ chajes sus listas para las elecciones

de

ha dicho

no cambia ten‐

Antonio Fernández. Barcelona Los dos grandes partidos inde‐ pendentist­as, Junts y ERC, pugnan por hacer ver que abren sus respectiva­s listas a candidatos de ideologías di‐ versas. Una parte procede del PSC

Pero sí es un marcador a tener en cuenta para explicar las difi‐ cultades que va a tener Puig‐ demont para reconectar su

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EFE

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