El Confidencial

Las universida­des, en pie de guerra por Gaza: ¿está viviendo Biden su momento Vietnam?

- Argemino Barro. Nueva York le llegó el turno este mes.

En el año electoral de 1968, ini‐ ciada la primavera, un presi‐ dente demócrata decidió que

de no aguantar otros cuatro años más

su salud corría el peligro en la Casa Blanca, y que la impopular guerra de Viet‐ nam

estaba resquebraj­ando los consensos nacionales.

So‐ bre todo entre la juventud uni‐ versitaria.

ese año, anunció que limitaba las ope‐ raciones en Vietnam y que no se presentarí­a a la reelección, dejando boquiabier­tos a millo‐ nes de votantes.

La situación en el año electoral de 2024

pero es inevitable sope‐ sar, al menos,

El de un presidente demócrata -también exsenador y exvice‐ presidente- sobre cuya salud planean numerosas dudas y que, de cara a la reelección, está viendo cómo una lejana guerra cada vez más los campus universita­rios

cias,

El 31 de marzo de

Lyndon Johnson tiene muchas diferen‐ un paralelism­o. revolucion­a

y va dejando estampas pareci‐ das a las de 1968. En otras pa‐ labras: ya puede te‐ ner, con Gaza,

de Vietnam.

La destrucció­n indiscrimi­nada de la Franja de Gaza a manos del Ejército israelí, en respues‐ ta a los atentados terrorista­s de Hamás del 7 de octubre que dejaron unos

ha provocado una tormen‐ ta en esta‐ dounidense­s. En su visión del mundo como una lucha entre opresores y oprimidos, la pre‐ dominante ideología identita‐ ria de las universida­des tiene en Gaza un motivo nítido,

tos, Joe Biden su propia Guerra 1.200 muer‐ los campus de élite una masacre retransmit­ida en di‐ recto

todos los días, para pro‐ testar. Y eso han estado ha‐ ciendo los últimos seis meses, con cada vez más energía y vi‐ rulencia.

Los campus más caros y ex‐ clusivos del mundo han regis‐ trado una mezcla de

protestas pacíficas propalesti­nas, en las que también participab­an es‐ tudiantes judíos, y

casos de in‐ timidación y violencia, muchas veces contra ellos. Un cóctel perfecto para la "guerracult­uri‐ zación" del fenómeno, desde

las tensiones en los campus

hasta las redes sociales, pa‐ sando por las audiencias del Congreso.

"La hazaña de Hamás" o cómo la guerra llegó a los campus de EEUU

Argemino Barro Numerosas asociacion­es estudianti­les de los campus de élite de EEUU emitieron comunicado­s de apoyo a la causa palestina en el contexto de las matanzas En las últimas semanas, la

se ha convertido en el epicentro de las movilizaci­ones. Columbia tiene uno de los alumnados más amplios y diversos de EEUU, con

versidad de Columbia Uni‐ fuerte presencia tanto de estudiante­s judíos

además de estar en una ciu‐ dad con fuerte presencia judía como Nueva York,

tiene una sucursal en Tel Aviv- como de

estudiante­s de países árabes, dado que acoge uno de los programas de estudios de Oriente Medio más completos del mundo académico. Lo que ha sucedido en la explanada universita­ria de

justo debajo del barrio de Harlem, es un caso claro de espiral, o de escalada política. El pasado diciembre, las presi‐ dentas de

comparecie­ron ante el Con‐ greso de EEUU para explicar cómo estaban abordando las protestas en sus respectivo­s campus. Sus respuestas, dubi‐ tativas y formuladas en un dis‐ tante lenguaje académico, desataron la ira de algunos congresist­as y donantes. Las tres acabaron perdiendo su puesto. Pero una presidenta se salvó de la quema:

de la Universida­d de Co‐ lumbia. Quiso el destino, o el cálculo, que Shafik

cuando las otras presidenta­s acudieron a dar testimonio.

El terremoto 'Shafik'

Heights, nn fik, Harvard, MIT y trase de viaje Morningsid­e UPe‐ Nemat Sha‐ se encon‐

Pero

A diferencia de las presidenta­s de las otras institucio­nes, Sha‐ fik

se encerró en una habita‐ ción de Washington

a prepa‐ rarse para las que seguramen‐ te serían durísimas preguntas. Su actitud durante la compare‐ cencia fue distinta: hacia los parlamenta­rios y más severa hacia las manifes‐ taciones. Para sorpresa de la institució­n que dirigía, Shafik reveló investigac­iones internas a profesores acusados de ser

y estuvo de acuerdo con las posiciones ex‐ presadas por los representa­n‐ tes republican­os. La comparecen­cia de Shafik

en buena parte del profesorad­o de Co‐ lumbia, en el senado que go‐ bierna la institució­n y

propalesti­nos provocó un revuelo también entre los manifestan­tes,

que, ante las suspension­es y otras medidas, decidieron montar un

campamento más dócil propalesti­no.

Shafik también escaló su res‐ puesta. Pidió la

intervenci­ón de la Policía de Nueva York,

que detuvo a un centenar de personas en episodios remi‐ niscentes de las protestas por Vietnam. Estudiante­s de otras universida­des imitaron la acti‐ tud de los de Columbia con di‐ versos resultados. En la

en Austin, la Policía se enfrentó con los estudiante­s y se llevó a 20 de‐ tenidos; en Boston fueron de‐ tenidos un centenar y en la Universida­d de Nueva York,

versidad de Texas, 120. Joe Biden?

¿Y Entre los múlti‐ ples frentes abiertos del presi‐ dente demócrata, el de la

de buena parte de la juventud universita­ria frente a los bombardeos israe‐ líes de Gaza, apoyados con di‐ nero, munición y cobertura di‐ plomática de EEUU, no deja de arreciar. La encuestas reflejan que la simpatía de los esta‐

bativa actitud Uni‐ com‐

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EFE

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