Bienvenido Mr. Cook: este pequeño pueblo segoviano esconde la última inversión de Apple
En la mañana de este último miércoles de abril, Carmen y María se preparan tranquila‐ mente para irse a andar. Son más de 11 en Martín Miguel (Segovia), pero a su alrededor el silencio es sepulcral. "Es un lugar tranquilo, no te lo niego, es de lo mejor que tenemos", comenta una de ellas. Si uno repasa a estas horas las calles del pueblo, podría pensar que ellas
son las únicas habitantes del lugar,
pero lo cierto es que este pequeño enclave incluso acaba de ganar un nuevo ve‐ cino ilustre. Ahora, estas dos mujeres y los otros 200 habi‐ tantes censados aquí compar‐ tirán impuestos municipales
con la mayor tecnológica del mundo.
En este término municipal (y en los que le rodean, Abades y Valverde del Majano), a pocos minutos en coche del centro del pueblo, están construyen‐ do la planta fotovoltaica que se convertirá en la primera in‐ versión de este tipo Apple realizará en España. Con su in‐ versión, la empresa de la man‐ zana mordida añadirá la ener‐ gía que ofrezcan las placas se‐ govianas a su objetivo de con‐ vertirse en una empresa neutra en carbono en 2030. A cambio, el municipio y los vecinos con las tierras ocupadas por las placas recibirán
que un dinero difí‐ cil de igualar por otras vías.
Según las cuentas del Ayunta‐ miento, el consistorio doblará el presupuesto solo con los impuestos que pagará la ex‐ plotación y el alquiler de los te‐
unos 25 años 1.000 euros anuales por hectárea.
"Si se ve con perspectiva es una oportunidad para el muni‐ cipio, es probable que incluso con esto el consistorio ya no necesite más inversores para nada en décadas", comenta César Palomo, tín Miguel. Su opinión es que era una oportunidad que muy difícil de dejar escapar, pero no niega que haya debate e in‐ cluso desazón. "A ver, yo mis‐ mo soy agricultor y tengo mis dudas internas sobre esto. Al final estamos quitando tierras de cultivo, que es de lo que vi‐ vimos la mayoría aquí, para es‐ ta explotación. Soy sincero,
pero es difícil enfrentarse a algo así y decir que no, el campo está su‐
alcalde de Mar‐ el pueblo hay división, en
friendo mucho", detalla. La llegada de Apple a la co‐ marca de la campiña segovia‐ na vuelve a poner de manifies‐ to uno de los grandes debates de la España rural. Proyectos como este, liderado por la mul‐ tinacional alemana IB Vogt,
aparecen como un salvavidas
para zonas cada vez más olvi‐ dadas, pero a la vez sus pobla‐ dores
Su sensación es de estar acep‐ tando un caramelo envenena‐ do que paga bien, pero con unos costes que
Acaban modifi‐ cando su modo de vida, su pai‐ saje y su entorno. Cientos de hectáreas de cultivo entrega‐ das a la generación de energía para, en este caso,
simple vista. no se ven a limpiar la imagen de gigantes globales.
En el caso de Martín Miguel y sus vecinos (a 20 km de Sego‐ via capital),
cuenta con una inversión de unos 350 millones de euros financiados, en gran parte, por bancos como Norddeutsche Landesbank, Santander y BB‐ VA. Lleva cinco años de largo camino. En 2022 se aprobó en el BOE la declaración de im‐ pacto ambiental de todo el plan, que incluye los parques fotovoltaicos Castaño (el in‐ vertido por Apple), Baobab, Serbal y Pato, y en 2023 esos mismos parques recibieron el visto bueno para empezar las obras por parte de la Dirección General de Política Energética y de Minas, dependiente del Ministerio para la Transición
Vogt no terminan de fiarse. el proyecto de IB
Ecológica y el Reto Demográfi‐ co.
El plan, que ocupa unas 700 hectáreas,
incluye 677.000 pla‐ cas solares
dedicadas a con‐ trato PPA (pago por produc‐ ción a precio) y
una potencia instalada total de más de 400 megavatios.
Aunque no hay nada cerrado, todo apunta a que todos los parques estarán en marcha en 2025. Desde El Confidencial nos hemos pues‐ to en contacto con IB Vogt pa‐ ra conocer más detalles sobre la situación de sus parques so‐ lares, pero
al cierre de este artí‐
respuesta no hemos recibido
culo.
De todos modos no se ve co‐ mo algo descabellado al mo‐ verse por la zona. En el trián‐ gulo casi perfecto que forman en el mapa los pueblos de Abades, Valverde del Majano y Martín Miguel, los campos de cultivo eternos y las carreteras sin una sola curva
conviven ahora ya con grandes hileras de placas.
Los caminos se han adecuado para el paso de los camiones y se ve más maqui‐ naria que tractores o granjas en el horizonte.
Así se construye la granja so‐ lar invertida por Apple. Foto: G. C.
"El impacto sobre el paisaje lo tienes ahí mismo, solo hace falta que salgas a la carretera para verlo. Tienen a decenas de obreros ahí trabajando y van a destajo", comenta Anto‐