El Confidencial

Los presidente­s (casi) nunca se van

- Ramón González Férriz juegan su mandato en una apuesta muy arriesgada

El político del siglo XX que anunció su retirada de manera más dramática fue

Molesto porque, siendo presidente de Francia, no dis‐ ponía de poderes amplios, y te‐ nía que negociar con los parti‐ dos de la Asamblea para que aprobaran sus iniciativa­s,

si esta no se le sometía. Como no lo hizo, el 20 de enero de 1946 presentó la renuncia creyendo que le im‐ plorarían que se quedara. Pero eso no sucedió y se retiró al pequeño pueblo de a escribir sus memorias. Has‐ ta que, doce años después, en 1958, sucedió lo que había deseado durante todo ese tiempo. Ante la

Francia le requirió de nue‐

Gaulle. nazó con dimitir lia,

vo. Esta vez, los partidos le permitiero­n que cambiara la Constituci­ón para que conce‐ diera enormes poderes ejecuti‐

al presidente. Gobernó du‐ rante 11 años como un monar‐ ca. Luego, en 1969, también por sorpresa, volvió a dimitir. Tenía Murió poco después.

De Gaulle es el caso más lla‐ mativo de político que utiliza la

vos crisis de Arge‐ 78 años. Charles de ame‐ Colombey

amenaza de marcharse, o in‐ cluso la propia dimisión, para regresar. En su caso, fue por la convicción de que tenía la mi‐ sión sagrada de

devolverle la grandeza a Francia.

Otros líde‐ res, simplement­e, se aburren si abandonan su actividad, por‐ que se han vuelto adictos a ella o no saben hacer otra co‐ sa. O, como en el caso de Sil‐ vio Berlusconi, otro ejemplo de primer ministro que nunca se fue de la política aunque repi‐ tió que él solamente estaba de paso, tienen además la necesi‐ dad de seguir gozando de

Berlusconi fue primer ministro de 1994 a 1995, de 2001 a 2006 y de 2008 a 2011; en este último periodo, tras sufrir una agre‐ sión física, utilizó para afianzar su popularida­d un lema que

vilegios judiciales. pri‐

hoy suena familiar a los espa‐ ñoles: "El amor siempre vence a la envidia y el odio". En mitad de la crisis del euro dimitió, pe‐ ro siguió siendo diputado, más tarde senador y luego euro‐ diputado, y estuvo en el centro de las decisiones de su parti‐ do, y de la política de su país, literalmen­te hasta que murió el año pasado.

Otros primeros ministros se

y, cuando pierden, no son capa‐ ces de permanecer fuera de los focos. David Cameron fra‐ casó con el referéndum de Brexit en 2016 y dimitió, vivió de cobrar comisiones de oscu‐ ros negocios financiero­s y sie‐ te años después aceptó, en un acto con pocos precedente­s, el cargo de simple ministro en el

Gobierno de Rishi Sunak. Matteo Renzi

también dimitió como primer ministro de Italia en 2016, tras perder un refe‐ réndum de reforma constitu‐ cional, pero no solo no aban‐ donó la política, sino que si‐ guió liderando su partido, lue‐ go fundó otro, y más tarde co‐ bró enormes comisiones de

mientras seguía siendo senador.

Arabia Saudí

Suárez, González, Aznar y Za‐ patero

En España, por lo general, los expresiden­tes tampoco saben

Tras sus años al frente del Gobierno, Adolfo Suárez fundó un nuevo partido y siguió siendo dipu‐ tado. Tras perder las eleccio‐ nes, se retiró de la actividad pública durante un tiempo, pero hoy es un ac‐

abandonar la política. Felipe González

tor político que aún influir. Cuando

decidió limitar su presiden‐ cia a dos mandatos citó como ejemplo a Cincinato, que pasó a la historia como emblema del político honrado y recto porque, tras ser nombrado em‐ perador en la no quiso aferrarse al cargo y se retiró a su finca a cultivar el huerto y leer. Aznar, sin embar‐ go, volvió rápidament­e a la po‐ lítica desde su fundación y tra‐ tó de tutelar a sus sucesores.

pasó años purgando el pecado de haber ordenado recortes del gasto social y par‐ ticipando de manera un tanto oscura en la

pero hoy vuelve a ser un activo político del adora‐ do por sus bases.

es, por el momento, una ex‐

nar Zapatero na, joy José María Az‐ antigua Roma, política venezola‐ PSOE Mariano Ra‐

cepción.

¿Desapego al cargo?

Por mucho que juren que no tienen ninguna clase de apego al cargo, y más si son relativa‐ mente jóvenes cuando lo ejer‐ cen, que un pri‐ mer ministro o un presidente dimita o abandone totalmente la política. Ni siquiera los polí‐ ticos rasos lo hacen de buen grado: en una ocasión, una ex‐

es muy difícil

pretende diputada que encontró empleo fuera de las institucio­nes pú‐ blicas se me quejó de que, en el sector privado, su trabajo era invisible ante el resto del mundo, y

aunque para ello tuvo que cambiar de partido.

política,

Las razones evidentes que complican la dimisión de Pe‐ dro Sánchez

Esteban Hernández El ámbito progresist­a ha insistido en que la posibilida­d de la marcha de Sánchez es muy real. Sin em‐ bargo, esa decisión sería tan grave que hace menos factible que se lleve a efecto

Por eso no es muy aventurado asegurar que seguirá en la política. En el mo‐ mento de escribir esto no se sabe de qué manera. Mi apuesta es que seguirá siendo presidente y que su amenaza de dimisión era solo un truco para coger más fuerzas. Pero si no fuera así, pueden estar seguros de que pretenderá nombrar y orientar a su

erigir su lega‐ do como mártir progresist­a y, probableme­nte,

en la política europea tras las elecciones de junio. Visto su carácter, además, no sería extraño que imitara a De Gaulle o adoptara la costum‐ bre italiana de tratar de repetir al frente del Gobierno en un periodo posterior.

La visibilida­d pública y la in‐ fluencia son Para lle‐ gar a presidente del Gobierno, y luego ejercer el cargo, uno debe tener una

disponer de una capaci‐ dad de inmensa y te‐ ner una ambición casi patoló‐ gica que luego difícilmen­te se acomodan a la oscuridad de la

y el relativo silen‐ cio de los teléfonos. De modo que, aunque no sabemos có‐ mo, no lo duden: Pedro Sán‐ chez y en nuestras vidas. Durante mu‐ cho, mucho tiempo.

sor en el partido, modo pecial, volvió enseguida a la buscar un aco‐ adictivas. psicología es‐ sacrificio vida privada Pedro Sánchez suce‐ seguirá en la política

 ?? EFE ??
EFE

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain