El Dentista Moderno

Preservaci­ón alveolar con material aleoplásti­co

Preservati­on of alveolar bone using alloplasti­c material

- Autores: Selene P. Navarro Suárez, Ana I. Coello Gómez, Daniel Torres Lagares, José Luis Gutiérrez Pérez

La preservaci­ón del reborde alveolar es una técnica que ha demostrado reducir significan­temente la reabsorció­n ósea que sufre la cresta alveolar tras la extracción de los dientes, ayudando a la formación del tejido duro necesario para la correcta colocación posterior de implantes. En los últimos años se han utilizado diferentes técnicas y materiales, todos basados en tres mecanismos biológicos que son los que promueven la curación del alveolo.

Introducci­ón y objetivo

La preservaci­ón alveolar se realiza cuando se prevé que tras una extracción dental, dicha pieza se va a rehabilita­r mediante implante, para así minimizar la reabsorció­n ósea que se produce durante la cicatrizac­ión biológica del alveolo. Los estudios actuales nos permiten esperar que, con la técnica de preservaci­ón alveolar, vamos a disminuir la pérdida de volumen alrededor de 1 mm. en altura y de unos 3 mm. en anchura1 . En los últimos años se han utilizado diferentes técnicas y materiales, todos basados en tres me- canismos biológicos que son los que promueven la curación del alveolo2- 4. • Osteogénes­is: formación de nuevo hueso a partir de osteoblast­os viables y precursore­s, trasplanta­dos con el material de injerto. • Osteoinduc­ción: formación de nuevo hueso por diferencia­ción de células del tejido conectivo local en células formadoras de hueso, bajo la influencia de uno o más agentes inductores. • Osteocondu­cción: formación de nuevo hueso por el entramado generado por un material de injerto no vital, el cual permite la penetració­n de osteoblast­os precursore­s presentes en el defecto. Los distintos tipos de injertos se pueden clasificar según su procedenci­a en: autoinjert­os, aloinjerto­s, xenoinjert­os y materiales aloplástic­os. • Autoinjert­os: injertos óseos que provienen de una zona donante del mismo individuo. Son osteogénic­os, pero presentan una alta reabsorció­n. • Aloinjerto­s: injertos óseos de un miembro de la misma especie. Éstos pueden ser mineraliza­dos. En principio, se les atribuyen propiedade­s osteoinduc­tivas y osteocondu­ctivas.

• Xenoinjert­os: injertos óseos de otras especies con propiedade­s osteocondu­ctivas. • Materiales aloplástic­os: injertos óseos de origen sintético ( hidroxiapa­tita, vidrio bioactivo, fosfato tricálcico, etc.). Tienen propiedade­s osteocondu­ctivas. Entre las diversas técnicas descritas disponible­s, el objetivo de este artículo es mostrar un caso clínico de preservaci­ón con un material aloplástic­o sin necesidad de membrana.

Caso clínico

Presentamo­s una paciente mujer de 53 años, sin antecedent­es médicos de interés, a la cual se le realiza una preservaci­ón alveolar de la pieza 47 para una posterior rehabilita­ción con implante. La paciente presentaba una pieza endodoncia­da, infectada y fracturada (Fig. 1-3) cuyo tratamient­o de elección era la exodoncia de la misma y ante el riesgo de colocar el implante en esas condicione­s, decidimos diferirlo preservand­o el alveolo. Tras la exodoncia cuidadosa de la pieza y sin levantar colgajo (Fig. 4), procedemos a un exhaustivo legrado irrigando el alveolo mediante clorhexidi­na al 0,2%. Una vez desinfecta­do el alveolo comprobamo­s que las paredes están intactas y procedemos a su relleno con el biomateria­l de elección. En este caso, usamos un sustituto óseo estéril resorbible de fosfato tricálcico beta (R.T.R.) de Septodont ® presentado en forma en conos de 0,3 cm³, compuesto por compactaci­ón de gránulos de fosfato tricálcico beta recubierto­s con una matriz de fibras de colágeno altamente purificada­s de origen bovino, que en caso de cavidades que no se puedan cerrar, evita la fuga de los gránulos fuera de la misma. El cono se llevó al alveolo mediante una pinza (Fig. 5, 6), esperando cuidadosam­ente que se impregne de la propia sangre del paciente y compactánd­olo (Fig. 7, 8). Finalmente, se realizaron tres puntos entrecruza­dos encima, dejando el material levemente expuesto y com-

probando la situación final radiográfi­camente (Fig. 9, 10). Como instruccio­nes postoperat­orias se le indicó a la paciente enjuagues con colutorio de clorhexidi­na al 0,2%, tres veces al día, a partir del segundo día, y como tratamient­o médico, se prescribió amoxicilin­a 1g 1c/8h/7días e Ibuprofeno 600mg 1c/8h/7 días. A la semana (Fig. 11) retiramos los puntos y apreciamos el inicio de curación de los tejidos blandos previendo además un cierto mantenimie­nto de la arquitectu­ra alveolar, con menor reabsorció­n de la que se produciría espontánea­mente tras la extracción simple del molar.

Discusión

El caso presentado en este artículo se correlacio­na con estudios previos dónde utilizando injertos óseos de fosfato tricálcico ß y colágeno, se consiguió mantener en gran medida las dimensione­s de la cresta alveolar. En implantolo­gía oral, el objetivo de las técnicas de regeneraci­ón ósea es aumentar o mantener el volumen óseo para la inserción de implantes. La regeneraci­ón ósea puede ser modificada, además de por factores sistémicos, por la utilizació­n de biomateria­les o sustitutos óseos. Clásicamen­te, el material ideal, “gold standard”, para la regeneraci­ón ósea ha sido el hueso autólogo del paciente. Sin embargo, en las últimas décadas se han ido incorporan­do nuevos materiales de origen humano, animal o sintético como el fosfato tricálcico beta (R.T.R.), que ha dado muy buenos resultados en las técnicas quirúrgica­s implantoló­gicas en estudios de experiment­ación5- 14. Cardaropol­i et al. y otros estudios16- demos

15 18 traron que los sitios donde previament­e se había realizado preservaci­ón presentaba­n menos reabsorció­n a los seis meses comparados con las áreas sin preservaci­ón. Sin embargo, aun habiendo realizado una preservaci­ón alveolar, la

reabsorció­n crestal en anchura fue de un 17% a un 25%. Por otro lado también se ha estudiado que hay una pequeña pérdida de altura y anchura de cresta después de la preservaci­ón19, pero aun así, Lasella et al. concluyero­n que se mejora

20 ban las dimensione­s consiguien­do unas condicione­s favorables para la posterior colocación de implantes. El material aloplástic­o usado en este caso se presenta bajo la forma de gránulos de fosfato tricálcico beta formando una estructura micro y macro-porosa osteocondu­ctiva que fomenta un crecimient­o denso de hueso nuevo. El grado de regeneraci­ón ósea del fosfato tricálcico varía dependiend­o de su formulació­n, porosidad y el tamaño de las partículas. La fase beta es más recomendab­le porque es menos soluble que la fase alfa. La velocidad de disolución del material está relacionad­a con su porosidad, es decir una mayor porosidad favorece su reabsorció­n. Además la porosidad es esencial para la perfusión ya que los vasos sanguíneos y el tejido óseo neoformado para crecer necesitan poros mínimos de 60 micras. El tamaño de las partículas también es importante ya que se ha demostrado que un menor tamaño provoca una menor reacción inflamator­ia a cuerpo extraño, lo que permite una interconex­ión mecánica estable y previene la desintegra­ción fagocítica­21. Desde un punto de vista clínico, los diversos estudios que utilizan el betafosfat­o tricálcico en implantolo­gía oral demuestran que se puede considerar como periodo de cicatrizac­ión ósea unos seis meses22- 31. Los casos clínicos presentes en la literatura demuestran unos resultados exitosos y proporcion­an evidencia clínica a considerar para futuros ensayos clínicos randomizad­os y controlado­s en los que estudiar más ampliament­e los beneficios de esta técnica.

Conclusión

La preservaci­ón del reborde alveolar es una técnica que ha demostrado reducir significan­temente la reabsorció­n ósea que sufre la cresta alveolar tras la extracción de los dientes, ayudando a la formación del tejido duro necesario para la correcta colocación posterior de implantes. El fosfato tricálcico beta (R.T.R.) ha demostrado ser un buen material osteocondu­ctor para la regeneraci­ón ósea después de rellenar un alveolo postextrac­ción, manteniend­o un reborde alveolar adecuado para la colocación posterior de un implante dental. Cuando gradualmen­te se reabsorbe el fosfato tricálcico beta, éste es reemplazad­o por hueso similar al hueso original, obteniéndo­se un tejido óseo vital regenerado. La presentaci­ón en cono además de adaptarse a la forma del alveolo, permite no tener que ser cubierto con membranas, facilitand­o así su colocación y manejo.

 ??  ?? 9 Figura 9: Imagen terminando de compactar el biomateria­l. Figura 10: Imagen postoperat­oria inmediata dónde se observa la sutura del alveolo. Figura 11: Radiografí­a periapical postoperat­oria inmediata. Figura 12: Radiografí­a periapical a la semana.
9 Figura 9: Imagen terminando de compactar el biomateria­l. Figura 10: Imagen postoperat­oria inmediata dónde se observa la sutura del alveolo. Figura 11: Radiografí­a periapical postoperat­oria inmediata. Figura 12: Radiografí­a periapical a la semana.
 ??  ?? 10
10
 ??  ?? 12
12
 ??  ?? 11
11
 ??  ?? 5 Figura 5: Imagen del alveolo tras la extracción de la pieza, dónde observamos la integridad de sus paredes. Figura 6: Imagen de la colocación del biomateria­l de elección, fácil manejo mediante una pinza. Figura 7: Imagen que muestra el relleno del...
5 Figura 5: Imagen del alveolo tras la extracción de la pieza, dónde observamos la integridad de sus paredes. Figura 6: Imagen de la colocación del biomateria­l de elección, fácil manejo mediante una pinza. Figura 7: Imagen que muestra el relleno del...
 ??  ?? 8
8
 ??  ?? 6
6
 ??  ?? 7
7
 ??  ?? 3 Figura 3: Ortopantom­ografía dónde se visualiza la pieza 47, pilar posterior de puente metal porcelana de tres piezas, pieza fracturada, endodoncia­da y con imagen radiolúcid­a apical. Figura 4: Radiografí­a periapical preoperato­ria.
3 Figura 3: Ortopantom­ografía dónde se visualiza la pieza 47, pilar posterior de puente metal porcelana de tres piezas, pieza fracturada, endodoncia­da y con imagen radiolúcid­a apical. Figura 4: Radiografí­a periapical preoperato­ria.
 ??  ?? 4
4
 ??  ?? Selene P. Navarro Suárez Odontóloga. Máster en Cirugía Bucal (Universida­d de Sevilla).
Selene P. Navarro Suárez Odontóloga. Máster en Cirugía Bucal (Universida­d de Sevilla).
 ??  ?? Daniel Torres Lagares Co- Director del Máster de Cirugía Bucal (Universida­d de Sevilla).
Daniel Torres Lagares Co- Director del Máster de Cirugía Bucal (Universida­d de Sevilla).
 ??  ?? José Luis Gutiérrez Pérez Co- Director del Máster de Cirugía Bucal (Universida­d de Sevilla).
José Luis Gutiérrez Pérez Co- Director del Máster de Cirugía Bucal (Universida­d de Sevilla).
 ??  ?? Ana I. Coello Gómez Máster Cirugía Bucal (Universida­d de Sevilla).
Ana I. Coello Gómez Máster Cirugía Bucal (Universida­d de Sevilla).
 ??  ?? 1 Figura 1: Visión intraoral preoperato­ria del 1º y 4º cuadrante. Figura 2: Visión oclusal preoperato­ria de la arcada inferior.
1 Figura 1: Visión intraoral preoperato­ria del 1º y 4º cuadrante. Figura 2: Visión oclusal preoperato­ria de la arcada inferior.
 ??  ?? 2
2

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain