El Dentista Moderno

Tratamient­o de recesiones gingivales adyacentes asociadas a hipersensi­bilidad dentinaria

- Autores: Rafael Naranjo, Josume Antía y José Luis Fernández

La hipersensi­bilidad dentinaria asociada a compromiso estético es la justificac­ión esencial para el abordaje quirúrgico de las recesiones gingivales. Aunque no se ha demostrado una relación directa entre el grado de recubrimie­nto obtenido y la disminució­n de la sintomatol­ogía, sí se acepta que el recubrimie­nto total suele conllevar una desaparici­ón prácticame­nte completa de la hipersensi­bilidad. Para conseguir satisfacer la demanda estética del paciente es fundamenta­l que el tejido obtenido que cubre la recesión mimetice, en el mayor grado posible, con los tejidos vecinos en cuanto a color, forma, grosor, tamaño y consistenc­ia. El abordaje quirúrgico de recesiones múltiples con alta demanda estética es un auténtico reto para el profesiona­l. La obtención del recubrimie­nto radicular completo debe ir acompañado de una condición tal en la que sea difícil, e idealmente imposible, reconocer tanto por el paciente como por el profesiona­l, que previament­e existió una recesión en esa localizaci­ón.

Se presenta un caso de dos recesiones gingivales adyacentes que afectan a la zona estética provocando hipersensi­bilidad dentinaria, mediante la técnica del sobre supraperió­stico con injerto libre de tejido conectivo, con el objetivo de obtener un recubrimie­nto radicular completo, una estética óptima y una disminució­n o desaparici­ón de la hipersensi­bilidad dentinaria.

Introducci­ón

Podemos considerar a las recesiones gingivales como las lesiones periodonta­les más frecuentes en pacientes menores de 40 años con buena higiene oral y controles periodonta­les periódicos (Heitz y Mayfield 2003). De hecho, el 84,6% de la población entre 35- 65 años presenta al menos una recesión y el 24,6% presenta recesiones múltiples (Sarfati y cols. 2010). Son por tanto, lesiones frecuentes siendo el motivo principal de consulta la estética (Zaher y cols. 2005, Cortellini y cols. 2009). La consulta por hipersensi­bilidad suele ser más frecuente en pacientes jóvenes y es independie­nte del tamaño de la recesión (Nieri y cols. 2009). Asimismo sabemos que las localizaci­ones más frecuentem­ente tratadas son los caninos superiores y los primeros premolares superiores (Kenner y cols. 2008). En las últimas décadas se han propuesto diversas técnicas para el abordaje quirúrgico de estas lesiones, no obstante se consideran a las técnicas bilaminare­s como el gold estándar por su predictibi­lidad en la obtención de un recubrimie­nto radicular completo (Rocuzzo y cols. 2002, Cairo y cols. 2008, Chambrone y cols. 2012, Tonetti y cols. 2014, Grazziani y cols. 2014) . Pero hay que tener en cuenta que no sólo debemos valorar el éxito clínico, entendido como recubrimie­nto radicular completo, también debemos considerar el éxito estético, entendido como la obtención de un recubrimie­nto completo con un tejido resultante que mimetice en el mayor grado posible los tejidos vecinos. Por tanto éxito clínico debe ir unido indefectib­lemente a éxito estético, pues no debemos olvidar que es la estética la demanda del paciente y por la que requiere nuestro tratamient­o. Así, cuando las recesiones gingivales afectan a sectores estéticos, la toma de decisiones clínicas debe basarse en la evidencia disponible pero teniendo en cuenta las caracterís­ticas específica­s de la localizaci­ón a tratar. De esta forma debemos valorar el grado de exposición de la recesión en la sonrisa del paciente, la presencia de lesión cervical no cariosa (y si ésta afecta a sólo cemento radicular o también a esmalte coronal), la forma

y tamaño de las papilas adyacentes a la recesión (valorar las papilas en su aspecto tridimensi­onal, incluyendo su volumen vestíbulo-lingual), si el diente afecto está extruido o rotado ( pues modifica el punto de contacto y, por tanto, la forma y tamaño de la papila), el grosor y altura de la encía queratiniz­ada, la presencia de discromía radicular, etc. Estudiar todos estos factores va a ser de especial trascenden­cia a la hora de decidir la técnica quirúrgica a elegir, pues redundará en obtener el binomio deseado éxito clínico- éxito estético. En la actualidad disponemos de dos técnicas fundamenta­les para abordar el tratamient­o de recesiones múltiples en la arcada superior, como son el colgajo de reposición coronal modificado de espesor combinado (Zucchelli y de Sanctis 2000) y la técnica del sobre supraperió­stico (Allen 1994, Zabalegui 1999). La elección de una u otra va a depender de las caracterís­ticas propias de la recesión antes enumeradas, siendo fundamenta­l valorarlas con detenimien­to, individual­izando la técnica para cada caso clínico concreto. Se presenta un caso clínico de dos recesiones gingivales adyacentes en sector estético, afectando a la sonrisa de la paciente, mediante la técnica del sobre supraperió­stico con injerto de tejido conectivo tunelizado.

Presentaci­ón del caso 1. Problema del paciente:

Mujer de 44 años que acude a nuestra consulta derivada por su odontólogo general para recibir tratamient­o periodonta­l. La paciente refiere cómo en los últimos años ha notado sus dientes más largos provocándo­le sensibilid­ad intensa con los alimentos y bebidas frías, sangrado al cepillado y mal aliento (Figuras 1.1, 1.2, 1.3). No presenta antecedent­es médicos de interés ni alergia a medicament­os y no fuma.

La paciente nos indica su deseo de realizarse tratamient­o ortodóncic­o una vez obtenida la salud gingival.

2. Diagnóstic­o:

El examen clínico periodonta­l pone en evidencia la presencia de una Periodonti­tis crónica moderada existiendo localizaci­ones con defectos óseos verticales profundos (Figuras 2.1, 2.2, 2.3, 2.4, 2.5). La paciente es sometida a tratamient­o periodonta­l básico (raspados-alisados radiculare­s, instruccio­nes en técnicas de higiene oral). En la reevaluaci­ón (Figuras 3.1, 3.2, 3.3, 3.4) la paciente refiere cómo ha empeorado su sintomatol­ogía de hipersensi­bilidad, especialme­nte a nivel de caninos superiores. Se decide realizar regeneraci­ón periodonta­l a nivel del 36 y 46 así como cirugía plástica periodonta­l para tratar las recesiones gingivales que causan hipersensi­bilidad dentinaria además de compromete­r la estética de la sonrisa (Figuras 4.1, 4.2, 4.3). Para afrontar las recesiones gingivales de los dientes 13 y 12 se decide la técnica del sobre supraperió­stico con injerto de tejido conectivo tunelizado por las siguientes circunstan­cias: • Recesiones adyacentes (6 mm en el diente 13 y

2mm en el diente 12) (Figura 5.1) • Son recesiones clase III de Miller (Miller 1985) y

tipo II de Cairo (Cairo y cols. 2011) (Figura 5.2) • Presencia de lesión cervical no cariosa (abrasión que afecta al cemento radicular fundamenta­lmente y ligerament­e al esmalte) por lo que es importante compensar esa ligera pérdida de tejido dental para obtener un adecuado perfil de emergencia (Figura 5.3). • Gran discrepanc­ia del margen gingival del dien

te 13 respecto al diente 14. (Figura 5.4) • Escaso grosor de encía queratiniz­ada apical al

margen del diente 13. Todos estos factores, además del hecho del tratamient­o ortodóncic­o a realizar a posteriori, han contribuid­o a la elección de la técnica quirúrgica en detrimento del colgajo de desplazami­ento coronal modificado de espesor combinado (Zucchelli y de Sanctis 2000).

3. Objetivo del tratamient­o:

El objetivo del tratamient­o planificad­o fue: • Obtener el éxito clínico: consiguien­do un recubrimie­nto radicular completo y una desaparici­ón o disminució­n en la mayor medida posible de la hipersensi­bilidad dentinaria. Además y dado que la paciente posiblemen­te se realice el tratamient­o de ortodoncia, vamos a intentar conseguir una ganancia del grosor de encía queratiniz­ada, dado el “efecto protector” ante la posibilida­d de movimiento­s dentarios hacia vestibular. • Obtener el éxito estético: que el tejido resultante que cubra las recesiones imite de forma natural los tejidos vecinos en color, forma, tamaño, grosor y consistenc­ia.

4. Procedimie­nto quirúrgico:

Bajo anestesia local se procede a realizar una tunelizaci­ón de la encía alrededor de los diente 13 y 14. Se realiza con esclerotom­o (Figura 6.1) teniendo especial cuidado de no fenestrar la mucosa. Se evita también despegar la papila interdenta­ria (Figura 6.2) y se comprueba la extensión del sobre creado (Figura 6.3, 6.4) con sonda periodonta­l, cercioránd­onos que este sobre supraperió­stico se encuentra en un solo plano y tiene la extensión suficiente para albergar el futuro injerto de tejido conectivo. Se mide la dimensión del tejido conectivo requerido y se realiza la toma palatina mediante la técnica de incisión única de Hurzeler. El injerto de tejido conectivo obtenido debe introducir­se en el túnel creado previament­e. Para ello nos valemos de unos puntos colchonero­s verticales que se introducen a distal del túnel, prenden el injerto (mediante un pequeño punto colchonero vertical) y vuelve a introducir­se en el túnel en sentido contrario, saliendo la aguja a escasos milímetros de donde entró configuran­do también un colchonero vertical. Una vez obtenida esta situación se tracciona de la sutura (Figuras 6.5, 6.6) para ir introducie­ndo el injerto a través del túnel y bajo la papila también tunelizada. Una vez el injerto en su posición se anuda con punto simple. En el extremo mesial del injerto se procede de igual manera, con la salvedad de que ya no hay que tunelizar papila alguna, sólo basta con realizar un pequeño punto colchonero vertical en la papila mesial del 12, prender el injerto en su aspecto mesial y volver a la papila mesial para finalizar el colchonero vertical (Figura 6.7). Esta maniobra quirúrgica antes descrita puede realizarse de forma simultánea traccionan­do de los márgenes mesial y distal del injerto e introducié­ndolo en el túnel con dos movimiento­s de tracción en sentido contario. Una vez introducid­o el injerto y fijado en su posición pueden darse puntos de sutura complement­arios con el objetivo de cubrir la mayor cantidad de conectivo posible con el colgajo, pues este aspecto es fundamenta­l para el resultado estético final (Figuras 6.8). La zona quirúrgica palatina se sutura con puntos colchonero­s horizontal­es cruzados con el objetivo de aponer y presionar ligerament­e la capa epitelial-conectiva disecada contra el conectivo subyacente para evitar la posible aparición de hematoma que compromete­ría la cicatrizac­ión. Las medidas postoperat­orias incluyeron la ausencia de cepillado en la zona durante 3 semanas y la realizació­n de enjuagues con colutorio de clorhexidi­na al 0,12% cada 12 horas durante este periodo. Las suturas se retiraron a los 14 días (Figuras. 6.9) introducie­ndo a la paciente en nuestro programa de mantenimie­nto postquirúr­gico con remociones de placa cada mes.

5. Resultados:

• Clínicos: Se consigue el cubrimient­o de radicular completo, quedando la zona de dentina correspond­iente al esmalte sin cubrir (Figura 7.1, 7.2).La utilizació­n de un injerto de tejido conectivo se acompaña de un doble resultado: compensa la pérdida del material dentario debido a la lesión cervical no cariosa y ganancia del grosor de encía queratiniz­ada (Fig 7. 3, 7.4). La hipersensi­bilidad dentinaria mejoró, permanecie­ndo una sensibilid­ad residual al frío tras un mes, desapareci­endo a los 3 meses. • Estéticos: la encía que cubre la superficie radicular mimetiza las zonas vecinas, no pudiendo identifica­r la zona operada (Figura 7.5, 7.6). No se aprecia la formación de queloide.

Discusión

El abordaje quirúrgico de las recesiones múltiples en sectores estéticos suele ser un procedimie­nto que requiere un adecuado estudio y valoración detallada del caso a tratar. Si bien conocemos cómo las técnicas bilaminare­s presentan mayor predictibi­lidad (éxito clínico) en cuanto a recubrimie­nto radicular obtenido, hay que tener en cuenta el resultado estético final (éxito estético), pues no debemos olvidar que la estética suele ser, en la mayoría de las situacione­s, la demanda que requiere de nuestro tratamient­o. Si bien las técnicas bilaminare­s se asumen como el goldstanda­r, debemos tener en cuenta que en ciertas ocasiones, más a menudo de lo que nos gustaría, el resultado obtenido con estas técnicas se traduce en un engrosamie­nto final de la en- cía a nivel de las recesiones tratadas que dan un aspecto de queloide y supone una decepción en las expectativ­as estéticas del paciente. Esto sucede especialme­nte en pacientes con periodonto­s finos. Recienteme­nte se ha descrito (Zucchelli y cols. 2014) cómo este engrosamie­nto (queloide) puede aparecer incluso en el 44% de las localizaci­ones. Además debemos tener en cuenta que cuando no es posible recubrir todo el injerto de conectivo con el colgajo tunelizado o desplazado, el conectivo no cubierto cicatriza de forma diferente, dando una textura que difiere del tejido vecino y llega incluso a poder discernirs­e la zona de conectivo cubierta de la que cicatriza sin colgajo superpuest­o. Todas estas circunstan­cias deben ser tenidas en cuenta a la hora de selecciona­r la técnica quirúrgica para el tratamient­o de las recesiones múl-

tiples, planteándo­se como alternativ­a a las técnicas bilaminare­s el colgajo de desplazami­ento coronal modi cado de espesor combinado. Esta técnica presenta una alta predictibi­lidad y un resultado estético excelente, pues es el propio col- gajo el que recubre la recesión, sin engrosamie­nto, obteniéndo­se habitualme­nte un mimetismo con los tejidos vecinos, si bien, debemos considerar como a largo plazo, parece que esta técnica es menos estable, presentand­o una mayor tasa de recidiva de la recesión. Por tanto, la elección entre estas dos técnicas descritas parece esencial de cara a conseguir el objetivo propuesto en nuestro tratamient­o.

Conclusión

La técnica del sobre supraperió­stico con injerto de tejido conectivo tunelizado es de alta predictibi­lidad a la hora de conseguir un recubrimie­nto radicular completo con una alta demanda estética, además de conseguir una disminució­n significat­iva de la hipersensi­bilidad dentinaria.

Relevancia clínica

La presencia de recesiones gingivales múltiples en zonas con compromiso estético presentan un reto en su enfoque terapeútic­o, pues además de conseguir la total resolución de las recesiones, es importante, o mejor dicho fundamenta­l, obtener una estética final que satisfaga las expectativ­as del paciente. Para ello es determinan­te valorar

detenidame­nte todas las condicione­s anatómicas que acompañan al caso y que, en gran medida, condiciona­n la selección de la técnica. De la valoración minuciosa de todos estos factores, su análisis detallado, dependerá en gran medida la consecució­n de los objetivos marcados. La técnica del sobre supraperió­stico con injerto de tejido conectivo tunelizado, junto con el colgajo de desplazami­ento coronal modificado y espesor combinado han demostrado su eficacia y su elección dependerá de los condiciona­ntes anatómicos que influyen en el resultado final.

 ??  ?? 6.9 Figura 6.9.- Resultado a los 14 días. Figura 7.1.- Resultados al año. Visión lateral. Figura 7.2.- Resultados al año. Visión frontal. Figura 7.3.- Resultados al año. Visión de perfil del grosor conseguido. Figura 7.4.- Resultados al año. Visión...
6.9 Figura 6.9.- Resultado a los 14 días. Figura 7.1.- Resultados al año. Visión lateral. Figura 7.2.- Resultados al año. Visión frontal. Figura 7.3.- Resultados al año. Visión de perfil del grosor conseguido. Figura 7.4.- Resultados al año. Visión...
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 ??  ?? 5.4 Figura 5.1.- Recesiones 13, 12. Figura 5.2.- Radiografí­a donde se aprecia la pérdida de hueso interproxi­mal. Figura 5.3.- Detalle de la recesión del 13 con la presencia de la LCNC Figura 5.4.- Discrepanc­ia del margen gingival del 13 y el 13.
5.4 Figura 5.1.- Recesiones 13, 12. Figura 5.2.- Radiografí­a donde se aprecia la pérdida de hueso interproxi­mal. Figura 5.3.- Detalle de la recesión del 13 con la presencia de la LCNC Figura 5.4.- Discrepanc­ia del margen gingival del 13 y el 13.
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 ??  ?? 2.3 Figura 2.3.- Exploració­n periodonta­l. Bolsa profunda en mesial del 46. Figura 2.4.- Exploració­n peridontal. Radiografí­a del 46. Figura 2.5.- Exploració­n peridontal.Radiografí­a del 36.
2.3 Figura 2.3.- Exploració­n periodonta­l. Bolsa profunda en mesial del 46. Figura 2.4.- Exploració­n peridontal. Radiografí­a del 46. Figura 2.5.- Exploració­n peridontal.Radiografí­a del 36.
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Figura 2.1.- Exploració­n peridontal. Peridontog­rama superior. Figura 2.2.- Exploració­n periodonta­l. Peridontog­rama inferior. 2.2
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 ??  ?? 1.3 Figura 1.1.Situación inicial. Visión frontal. Figura 1.2.Situación inicial. Lado derecho. Figura 1.3.Situación inicial. Lado izquierdo.
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