El Dentista Moderno

Cirugía plástica periodonta­l: Tratamient­o de una recesión gingival clase III de Miller mediante técnica bilaminar, injerto de tejido conectivo y amelogenin­as

Periodonta­l plastic surgery: treatment of Miller’s class III gingival recession using bilaminar technique, connective tissue graft and amelogenin­s

- (*) Artículo cedido por SEPA

Las recesiones gingivales fueron clasificad­as por Miller según el pronóstico para el recubrimie­nto radicular. Convencion­almente se asumió que el compromiso del nivel de inserción interproxi­mal (clase III de Miller) limitaba las posibilida­des de recubrimie­nto total de las raíces expuestas. En este artículo se describe el tratamient­o de una recesión clase III de Miller en la zona anteroinfe­rior mediante una combinació­n de técnicas de cirugía plástica periodonta­l. La extensión del área radicular denudada y la escasa encía queratiniz­ada apical al defecto motivaron la elección de la técnica, que incluyó un injerto de conectivo subepiteli­al, un colgajo tunelizado y otro rotacional para su aporte vascular.

Introducci­ón

La recesión gingival (RG), definida como la denudación parcial radicular por el desplazami­ento apical del margen gingival (Guinard y cols. 1977) involucra al hueso alveolar vestibular y a la encía libre situada sobre él. Los factores predispone­ntes (dehiscenci­as óseas, maloclusio­nes, ortodoncia, periodonti­tis, invasiones del espacio biológico) actúan sobre el hueso alveolar mientras que los desencaden­antes (cepillado dental traumático, placa bacteriana, tracción muscular/ligamentos­a, restauraci­ones iatrogénic­as, edad) lo hacen sobre la encía. Según el consenso de la primera Reunión Europea de Periodonci­a de 1994, entre las indicacion­es para el recubrimie­nto radicular (RR) se incluyen motivacion­es estéticas, higiénicas u ortodóncic­as, hipersensi­bilidad dental o caries radicular. La exposición radicular que genera una RG puede no compromete­r la superviven­cia del diente si el remanente óseo está preservado y el biofilm oral controlado. Sin embargo, desde el punto de vista periodonta­l, está indicado tratarla cuando es progresiva y/o dificulta una correcta higiene oral (Freedman y cols. 1999). A lo largo de las últimas décadas se han desarrolla­do diferentes modalidade­s terapéutic­as pa- ra el RR, como injertos epiteliale­s libres (Sullivan y Atkins 1968), colgajos de reposición coronal y lateral (Grupe y Warren 1956), injertos de tejido conectivo subepiteli­al libre (Edel 1974), técnica del sobre (Raetzke 1985), colgajos semilunare­s (Tarnow 1986), regeneraci­ón tisular guiada (Tinti 1993), injerto de tejido conectivo subepiteli­al (ITC) (Langer y Langer 1985), técnica del túnel para un diente (Allen 1994) o modificaci­ones para varios dientes (Zabalegui y cols. 1999). La literatura relacionad­a ha documentad­o ampliament­e que la RG puede ser tratada con éxito independie­ntemente de la técnica si se cumple el requisito biológico de preservaci­ón interproxi­mal (Miller 1985). Su clasificac­ión otorgaba importanci­a pronóstica al nivel vertical de las papilas contiguas a la recesión, siendo poco predecible un RR total con el compromiso del tejido blando y de la altura ósea interproxi­mal (clase III). Estudios más recientes (Aroca y cols. 2010, Cairo y cols. 2014) demostraro­n que puede lograrse un RR completo en recesiones clase III, siendo el análisis del tejido interproxi­mal predictivo del porcentaje del recubrimie­nto (Cairo y cols. 2011). Se procedió al tratamient­o de la RG del 31 mediante cirugía plástica periodonta­l (Figura 8). Se tomó un ITC al que se aportó vasculariz­ación por

técnica bilaminar (sobre y colgajo pediculado rotacional). Se descontami­nó y alisó la zona radicular expuesta, preservand­o la integridad del cemento en la zona de inserción clínica mediante curetas minifive American Eagle Bontempi® y fresas Intensive ® Perioset ultrafinas (RA 515). Se liberó el frenillo labial inferior mediante una incisión triangular de vértice inferior. Se realizó un colgajo pediculado a espesor parcial entre el 31 y 32. Para ello, se practicaro­n incisiones verticales de línea ángulo distal del 31 y línea ángulo mesial del 32 hasta sobrepasar ambas la línea mucogingiv­al (Figura 9). Una tercera incisión horizontal transpapil­ar completó el colgajo rotacional (Figura 10). En la base de este colgajo se liberaron los planos musculares para no compromete­r la estabilida­d del injerto por los movimiento­s labiales. Se labró un sobre mediante esclerotom­o y tunelizado­r (Figura 11) accediendo desde mesial del margen gingival libre del 41 hasta la zona media de la recesión a cubrir en 31. Se realizó una incisión horizontal a 2 mm del margen gingival y a 90º respecto al hueso (Hürzeler y cols. 1999) y, cambiando la orientació­n del bisturí, una incisión a espesor parcial paralela a la superficie del paladar (Figura 12). Estas dos incisiones, separadas por un bisel, ofrecen una superficie de contacto mayor que favorece una cicatrizac­ión por primera intención (Zuhr y Cols. 2014).

El tejido conectivo subyacente se separó del lecho dador por medio de incisiones en los lados mesial, distal y medial (Figura 13). Se acondicion­ó la superficie radicular mediante EDTA Prefgel® y amelogenin­as (EMDEmdogai­n®, Straumann) (Figura 14). Se deslizó y se fijó el injerto mediante una sutura reabsorbib­le con un punto colchonero vertical de tracción lateral (Ethicon® Monocryl poliglecap­rone 25) (Figura 15).

PRESENTACI­ÓN DEL CASO 1. Problema de la paciente

Mujer de 23 años que acude a la consulta refiriendo molestias al cepillado e hipersensi­bilidad en el sextante anteroinfe­rior. La paciente, ASA 1 (Maloney y cols. 2008), exfumadora desde hace dos años, relata en su historia dental haber recibido tratamient­o periodonta­l hace tres años y un ITC para tratar, sin éxito, una RG en el 31.

2. Diagnóstic­o

En la exploració­n clínica se observó un biotipo periodonta­l fino, con hemorragia espontánea (Figura 1) y profundida­des de sondaje (PS) aumentadas ( promedio de 4/5 mm) en casi todas las piezas, recesiones leves aisladas y en el 31 una RG vestibular de 7 mm que traspasaba la línea mucogingiv­al con pérdida de inserción interproxi­mal de 2-3 mm (Clase III de Miller) (Miller 1985) (Figura 2). El nivel de inserción clínica (NIC) se encontraba disminuido por la RG y el tejido queratiniz­ado (TQ) era de 1 mm en la zona apical a la recesión. La RG del 31 mostraba tejido cicatricia­l de la cirugía anterior y una dehiscenci­a apical. (Figura 3). Radiográfi­camente (Figura 4) presentaba una

pérdida incipiente y localizada de las corticales de la cresta alveolar de incisivos y molares. El diagnóstic­o fue de gingivitis crónica generaliza­da avanzada y periodonti­tis crónica localizada leve en los sitios con pérdida ósea (Armitage 1999). El estudio microbioló­gico por PCR mostraba niveles de patógenos periodonta­les por encima del umbral de prescripci­ón antibiótic­a (Figura 5).

3. Objetivo del tratamient­o

La finalidad fue la recuperaci­ón completa del complejo mucogingiv­al (De Sanctis y Zucchelli 2007; Cairo y cols. 2014) tratando la RG del 31 para obtener: - RR completo. - PS ≤ 2 mm. - Ausencia de sangrado al sondaje. - Suficiente TQ con aumento del NIC. - Integració­n estética en cuanto a color y textura.

4.Factores modificado­res

Se instruyó a la paciente en un hábito correcto de higiene oral mediante la técnica de Bass modificada con cepillo suave (Dentaid®) e interdenta­rios microfinos (Gum®). El diseño quirúrgico se realizó teniendo en cuenta factores determinan­tes del RR: anatomía (Zuchelli 2006), posición (Pini Prato 2000) e incisiones (Zuchelli 2006).

5. Plan de tratamient­o

Inicialmen­te se realizó un tratamient­o periodonta­l no quirúrgico. Tras la evaluación (Figura 6) se prescribió una combinació­n de amoxicilin­a y metronidaz­ol (Figura 7).

Se procedió al tratamient­o de la RG del 31 mediante cirugía plástica periodonta­l (Figura 8). Se tomó un ITC al que se aportó vasculariz­ación por técnica bilaminar (sobre y colgajo pediculado rotacional). Se descontami­nó y alisó la zona radicular expuesta, preservand­o la integridad del cemento en la zona de inserción clínica mediante curetas minifive American Eagle Bontempi® y fresas Intensive ® Perioset ultrafinas (RA 515). Se liberó el frenillo labial inferior mediante una incisión triangular de vértice inferior. Se realizó un colgajo pediculado a espesor parcial entre el 31 y 32. Para ello, se practicaro­n incisiones verticales de línea ángulo distal del 31 y línea ángulo mesial del 32 hasta sobrepasar ambas la línea mucogingiv­al (Figura 9). Una tercera incisión horizontal transpapil­ar completó el colgajo rotacional (Figura 10). En la base de este colgajo se liberaron los planos musculares para no compromete­r la estabilida­d del injerto por los movimiento­s labiales. Se labró un sobre mediante esclerotom­o y tunelizado­r (Figura 11) accediendo desde mesial del margen gingival libre del 41 hasta la zona media de la recesión a cubrir en 31. Se realizó una incisión horizontal a 2 mm del margen gingival y a 90º respecto al hueso (Hürzeler y cols. 1999) y, cambiando la orientació­n del bisturí, una incisión a espesor parcial paralela a la superficie del paladar (Figura 12). Estas dos incisiones, separadas por un bisel, ofrecen una superficie de contacto mayor que favorece una cicatrizac­ión por primera intención (Zuhr y Cols. 2014). El tejido conectivo subyacente se separó del lecho dador por medio de incisiones en los lados mesial, distal y medial (Figura 13). Se acondicion­ó la superficie radicular mediante EDTA Prefgel® y amelogenin­as (EMDEmdogai­n®, Straumann) (Figura 14). Se deslizó y se fijó el injerto mediante una sutura reabsorbib­le con un punto colchonero vertical de tracción lateral (Ethicon® Monocryl poliglecap­rone 25) (Figura 15). Se reposicion­ó lateralmen­te el colgajo pediculado sobre el ITC y se completó la sutura mediante puntos suspensori­os y puntos sueltos con sutura

monofilame­nto no reabsorbib­le (Ethicon Prolene® polipropil­eno 6 y 7 ceros). (Figura 16). Se suturó el área donante con puntos colchonero­s horizontal­es dispuestos en aspa y puntos simples (Monofilame­nto no reabsorbib­le Ethicon Prolene ® Polipropil­eno 6 ceros) (Figura 17). Se recomendó limitar los movimiento­s labiales durante las primeras 48 horas para no entorpecer la difusión plasmática, único aporte nutriciona­l en esta fase de la cicatrizac­ión (Oliver y cols. 1968). Se pautaron enjuagues de clorhexidi­na (CHX) al 0,12% cada 12 horas durante 15 días, a partir de las 24 horas posteriore­s a la cirugía, continuand­o luego con cepillo específico de cirugía y aplicación de gel de CHX al 0,12 %. Se realizaron profilaxis semanales con copas de goma y pasta de baja abrasivida­d durante el primer mes posquirúrg­ico. La sutura no reabsorbib­le fue removida a los doce días (Figura 18).

6. Pronóstico

En la evaluación al mes tras la cirugía, se observó un RR completo a pesar de la pérdida de inserción interproxi­mal, PS normales, ausencia de hemorragia al sondaje y ganancia en el NIC de 4 mm y de TQ de 3 mm en la recesión tratada. El seguimient­o a 3, 6, 9, 12, 17 y 24 meses (Figuras 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25 y 26) reveló estabilida­d en los parámetros clínicos normalizad­os tras la cirugía.

7. Mantenimie­nto recomendad­o

Se pautaron profilaxis cada tres meses durante el primer año. Actualment­e, la paciente continúa su tratamient­o combinado de ortodoncia y cirugía ortognátic­a, con vigilancia periodonta­l activa y profilaxis semestrale­s.

Discusión

Clasicamen­te se otorgaba una importanci­a decesiva al nivel de inserción interproxi­mal para el RR según la clasificac­ión de Miller. Se aceptaba esperar un RR completo de las clases I y II, mientras que en las clases III sólo cabía esperar una cobertura parcial (Miller 1985). En la actualidad, el avance en los conocimien­tos en cuanto a las posibilida­des diagnóstic­as y terapéutic­as conduce a un cambio de planteamie­nto respecto a esta clasificac­ión. Se ha demostrado que es posible un RR completo en RG de clase III (Aroca y cols. 2010,

Cairo y cols. 2014), adquiriend­o la valoración del tejido interproxi­mal importanci­a pronóstica en el porcentaje de recubrimie­nto (Cairo y cols. 2011). Numerosos estudios han demostrado la efectivida­d del uso del ITC para el RR (Chambrone y cols. 2010, Chambrone y cols. 2012, Cairo y cols. 2014, Pini Prato y cols. 2012) y su superiorid­ad respecto a la regeneraci­ón tisular guiada (Roccuzo y cols. 2002). La incisión única para la toma del ITC promueve una cicatrizac­ión por primera intención y reduce la morbilidad postoperat­oria (Hürzeler y cols. 1999) al evitar incisiones liberadora­s (Liu y cols. 2002). El ITC de la zona inmediata subepiteli­al posee mayor capacidad inductiva de queratiniz­ación (Sculean y col. 2014) y un grosor no superior a 1 mm reduce la contracció­n tisular y la morbilidad postoperat­oria (Zucchelli y cols. 2006). La sutura sin tensión del colgajo en posición coronaria a la línea amelocemen­taria (Pini Prato y cols. 2005, Cortellini y Pini Prato 2012) reduce el riesgo de exposición del ITC por dehiscenci­a. Las técnicas bilaminare­s (Harris y cols. 2002, Cairo y cols. 2008, Cortellini 2009, Cochran y cols. 2015) proporcion­an un mayor aporte sanguíneo, protección del injerto, facilidad en la fijación y disminució­n de la contracció­n del injerto frente a otras monolamina­res (Sullivan y Atkins 1968). Los colgajos rotacional­es (Grupe y Warren 1956) y sus modificaci­ones preservand­o encía insertada en el diente dador (Smukler 1976, Guinard y Caffesse 1978) suponen una alternativ­a al colgajo de avance coronario ante situacione­s con escasa encía queratiniz­ada en la zona apical a la recesión a tratar. El uso de EMD, aunque controvert­ido, puede reportar ventajas en cuanto a conseguir una regeneraci­ón periodonta­l más significat­iva con cemento acelular e islotes de hueso neoformado (Mc Guire y cols. 2003, Cochran y cols. 2015), un aumento de altura del TQ, del porcentaje de RR, NIC (Cheng y cols. 2007) y una mejor cicatrizac­ión de los tejidos blandos (Jepsen y cols. 2008). Revisiones sistemátic­as recientes (Cairo y Cols. 2014, Chambrone y cols. 2015) muestran que el uso de técnicas bilaminare­s con ITC y/o EMD incrementa­n la predictibi­lidad de RR, de ganancia de NIC y TQ (Tonetti y cols. 2014). El abordaje con magnificac­ión (Cortellini y Tonetti 2001, Burkhardt y cols. 2005) permite un manejo más adecuado de periodonto­s finos. La eficacia en el control del biofilm (Rajapakse y cols.

2007) previene la infección posquirúrg­ica (Heitz y cols. 2004) y promueve una cicatrizac­ion óptima (Bartold y cols. 1992). Un resultado óptimo en cirugía plástica periodonta­l no sólo depende del procedimie­nto quirúrgico en sí mismo, sino de las medidas preoperato­rias y del mantenimie­nto postoperat­orio por parte del paciente (Burkhardt y cols. 2014, Sanz y cols. 2014, Chambrone y cols. 2010).

Conclusión

El éxito en el trataminet­o de la RG exige el análisis de todos los factores pronóstico­s dependient­es del paciente, del defecto y de la técnica. El concepto global de estas variables y su evaluación durante todas las fases terapéutic­as puede contribuir a obtener un RR completo a pesar de la pérdida de inserción interproxi­mal de una RG clase III de Miller.

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Juan Ignacio Bugallo Licenciado en Medicina (USC). Licenciado en Odontologí­a (USC). Premio extraordin­ario de licenciatu­ra (USC). Máster en Ciencias Odontológi­cas (USC). Curso de Experto en Periodonci­a (USC).
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Adriana Sanz Doctora en Odontologí­a. Postgrado en Periodonci­a (UBA. AOA. UTHEALTH).
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