"Una realidad que aún a muchos les cuesta aceptar"
Por si alguien aún no se había enterado de que la digitalización en el sector dental ya está entre nosotros, SOCE Sevilla nos ha mostrado una realidad que aún a muchos les cuesta no sólo ver sino también aceptar. Con un formato totalmente diferente a lo que estamos acostumbrados, no sólo en cuanto a la estructura del congreso sino también en la ejecución, este evento ha puesto de manifiesto que tanto la planificación como la fabricación de prácticamente todo lo que hoy hacemos en nuestro día a día se puede hacer de manera digital. Formar parte del Comité Organizador de SOCE ha sido para mí una experiencia enriquecedora a la vez que un orgullo, por lo que quiero aprovechar estas líneas para mostrar mi agradecimiento al Dr. Rafael Martínez de Fuentes por haber contado una vez más conmigo.
Este congreso, sin duda, habrá sido el estímulo o la excusa que muchos necesitaban para dar el salto al escáner o a la fresadora, algo que volverá a ponerse de manifiesto en la próxima cita que tenemos en marzo con la industria en Expodental. Y, sin duda, se notará en las ventas, ya que muchos han entendido que cuando se eliminen los materiales de impresión en el proceso de fabricación de las prótesis, la calidad y la precisión se multiplicará enormemente y, por ende, las repeticiones se reducirán. Esta digitalización de los procesos de impresión dará también más tiempo al facultativo, ya que en la mayoría de los casos la máquina se ocupará de hacer fácil lo que antes era un trabajo que necesitaba de una dilatada experiencia. Con esto no quiero decir que realizar correctamente una captación intra-oral sea fácil, necesita de una curva de aprendizaje como todo en esta profesión, pero creo que actualmente esta curva es menor que antes con las siliconas y alginatos. No podemos ignorar que la odontología, al igual que otras profesiones en las que ha irrumpido la digitalización, de una u otra manera, está sufriendo una serie de cambios sociales y económicos a los que deberían acompañar también unos cambios políticos para hacer frente a la demanda de la sociedad. Dichos cambios deberían hacerse de manera conjunta, ya que si algo nos ha quedado claro en estos años es que la única manera de conseguir la excelencia en nuestros tratamientos es yendo de la mano y compartiendo éxitos y fracasos. Por último, resaltar que estamos viviendo un momento único en nuestra profesión, y deberíamos enfrentar este momento de cambio con actitud positiva, ya que lo mejor aún está por venir. No hay que pensar que nuestro trabajo lo harán las máquinas y que nosotros dejaremos de ser necesarios, las máquinas harán lo que nosotros les digamos que tienen que hacer, y ellas nos darán tiempo para poder concentrarnos en lo que realmente tenemos que hacer: planificar, organizar, gestionar y dar el control de calidad.