Fenin advierte que España mantiene un alto nivel de obsolescencia en equipamiento hospitalario
España mantiene el deterioro del equipamiento sanitario hospitalario con niveles de obsolescencia que, en algunas modalidades, la sitúan en el penúltimo lugar de los países de la Unión Europea, según el último estudio “Perfil tecnológico hospitalario y propuestas para la renovación de tecnologías sanitarias”, realizado por la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin), en colaboración con las empresas del sector de Tecnología y Sistemas de Información Clínica, con datos actualizados a diciembre de 2018. Dicho estudio ha analizado el nivel de obsolescencia de 13 familias tecnológicas sanitarias del conjunto de hospitales públicos y privados de España, dos familias más que en el estudio anterior publicado en 2017.
Así, según el informe, las áreas quirúrgicas y de cuidados de pacientes críticos son algunas de las áreas más afectadas, ya que más del 50% de los equipos instalados cuentan con más de 10 años de antigüedad. “Esto incide directamente en la seguridad del profesional y del paciente”, asegura el presidente de Fenin, David Castro.
No obstante, Fenin destaca que las tecnologías de imagen y tratamiento médico han experimentado un avance positivo gracias a las donaciones de la Fundación Amancio Ortega, con 320 millones de euros, y a las iniciativas de algunas regiones.
Equipos de diagnóstico por imagen
Por otro lado, con el fin de garantizar la máxima seguridad y calidad de los equipos de radiodiagnóstico utilizados en los centros sanitarios, la Sociedad Española de Protección Radiológica (SEPR), la Sociedad Española de Física Médica (SEFM) y la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM), en colaboración con Fenin, han actualizado los informes
sobre pruebas de aceptación de equipos de diagnóstico por la imagen fluoroscopia y por la imagen grafía.
Estas actualizaciones se han llevado a cabo dentro del grupo de trabajo que se creó para elaborar documentos de consenso con el objetivo de identificar las pruebas necesarias que aporten las máximas garantías de seguridad y calidad antes del uso clínico de los equipos de diagnóstico por imagen.