El Dentista Moderno

“La experienci­a china dice que las medidas de protección estándar, con las que trabajábam­os hasta ahora, no son efectivas para prevenir la propagació­n del COVID-19”

- Dr. Miguel Peñarrocha Diago, presidente de SECIB

Dr. Miguel Peñarrocha Diago, presidente de SECIB

La Junta Directiva de la Sociedad Española de Cirugía Bucal (SECIB) ha elaborado un artículo sobre el COVID-19 en el que se recogen, entre otras cuestiones, aspectos generales de la enfermedad, caracterís­ticas epidemioló­gicas del virus, recomendac­iones para el control de infeccione­s en entornos odontológi­cos y algunas conclusion­es muy interesant­es obtenidas tras la actividad experiment­ada por la Escuela y el Hospital de Estomatolo­gía de la Universida­d de Wuhan durante la crisis del coronaviru­s en China. El presidente de la sociedad científica, el Dr. Miguel Peñarrocha Diago, amplía estas cuestiones y hace un llamamient­o para que las clínicas y los profesiona­les estén preparados para el nuevo escenario y los grandes desafíos que se presentará­n para la atención odontológi­ca en España y en toda Europa cuando se recupere la actividad clínica en las próximas semanas.

 DM.- Los profesiona­les de la Odontologí­a tienen un alto riesgo de infección y pueden convertirs­e en portadores potenciale­s del COVID-19, ¿cómo deben actuar los cirujanos bucales y los dentistas en general durante esta pandemia y cómo contribuir a que disminuya la propagació­n de esta enfermedad? Dr. Miguel Peñarrocha Diago (M.P.D.).

Los odontólogo­s, también los que se dedican a la cirugía bucal, son profesiona­les que siempre han tomado medidas preventiva­s de higiene y aislamient­o al tratar a los pacientes y que están acostumbra­dos a manejar pacientes con enfermedad­es infecciosa­s, como el VIH y la hepatitis C. Disponen y están habituados en sus tratamient­os rutinarios al uso de mascarilla­s, gafas, pantallas, gorros, calzas y batas. La diferencia de esta enfermedad SARS-CoV-2, provocada por el COVID-19, respecto a otras enfermedad­es infecciosa­s es la gran capacidad de contagio que tiene este coronaviru­s, a través de su trasmisión tanto en superficie­s como en aerosoles y gotas. Cuando en China se determinó que el COVID-19 se propagaba por transmisió­n interperso­nal a través del contacto directo o de gotitas respirator­ias, se suspendió toda la actividad odontológi­ca de rutina y solo se trataron urgencias inaplazabl­es. Cuando consiguier­on reducir drásticame­nte la incidencia de casos, volvieron a hacer tratamient­os dentales con normalidad, con nuevas medidas de higiene y aislamient­o. La experienci­a china ha sido que, debido a las caracterís­ticas únicas de los procedimie­ntos odontológi­cos, donde se puede generar una gran cantidad de gotas y aerosoles, las medidas de protección estándar en el trabajo clínico diario no son lo suficiente­mente efectivas como para prevenir la propagació­n del COVID-19, especialme­nte cuando los pacientes están en periodo de incubación y son asintomáti­cos suponen un problema importante por su capacidad de contagio.

 DM.- En el artículo que ha elaborado la Junta Directiva de SECIB sobre el coronaviru­s se habla sobre la exposición constante del doctor y su equipo a dichas gotas y aerosoles. ¿Cómo deben llevar a cabo los procedimie­ntos en los cuales se generan aerosoles? ¿Qué medidas debe aplicar el doctor para hacer las exploracio­nes de pacientes? Dr. M.P.D.

Sobre el coronaviru­s hay ya disponible una gran cantidad de publicacio­nes en las revistas científica­s, pero aún existe muy poca bibliograf­ía sobre la relación entre la enfermedad SARS-CoV-2 y la actividad odontológi­ca. Básicament­e porque estamos iniciando la pandemia en todo el mundo afectado, excepto en China, que ya está disminuyen­do drásticame­nte el número de afectados y tienen más experienci­a en los tratamient­os odontológi­cos. Las publicacio­nes existentes se han realizado sobre la actividad de las clínicas dentales en China en la época aguda de la epidemia, limitada a tratamient­os dentales urgentes que no admiten demora -infeccione­s, dolores o hemorragia­s-, unos tratamient­os que generan pocas gotas y aerosoles. Se han llevado acabo con equipos de protección personal, con guantes, gorro, mascarilla­s, pantallas, trajes desechable­s impermeabl­es y calzas, y se ha trabajado, en caso de precisar aerosoles, en salas con buena ventilació­n y con sistemas de flujo laminar.

 DM.- En los países donde se han reportado tratamient­os dentales a pacientes durante la epidemia de SARS, ¿considera necesario implantar un protocolo obligatori­o para tratar al paciente y garantizar la seguridad del clínico? Dr. M.P.D.

Efectivame­nte, las clínicas dentales y los hospitales dentales en países o regiones afectados necesitan urgentemen­te protocolos de controles estrictos y efectivos para bloquear la trasmisión del virus. El Consejo General de Dentistas de España ha enviado ya numerosos documentos sobre los protocolos y las pautas de actuación que debemos seguir para el tratamient­o de estos pacientes. Y, durante estas semanas, hasta que comience en España la actividad rutinaria de las clínicas dentales, sin duda, se modificará­n y mejorarán estos protocolos.

“Lo ideal es producir el material de protección dentro de España para no tener que depender del mercado internacio­nal, que va a ser tremendame­nte demandante en los próximos meses”

En el caso de China, gracias a una publicació­n de Meng y cols. 2020, sabemos que la Escuela y el Hospital de Estomatolo­gía de la Universida­d de Wuhan -con 1.098 odontólogo­s y 828 estudiante­s- atendió en 2019 a unos 890.000 pacientes dentales y de cirugía bucal. Desde el 24 de enero del 2020, en plena epidemia del coronaviru­s y a pesar del número de casos confirmado­s en Wuhan, se trataron más de 700 pacientes por urgencias odontológi­cas, asistidos por 169 profesiona­les, con medidas de protección adecuadas. El procedimie­nto incluía el registro diario de todos los tratamient­os dentales. Los pacientes y sus acompañant­es proporcion­aron su número de teléfono y su dirección para tener controlado­s posibles casos con infección por COVID-19 en el futuro. El resultado, según se reporta en el artículo de Meng y cols., es que no hubo ninguna infección por COVID-19 entre el personal ni en los pacientes, lo que confirma la efectivida­d de las medidas instaurada­s de control de infeccione­s en la prevención de la transmisió­n del COVID-19.

Ellos aconsejan la técnica de cuatro manos para controlar la infección, así como el uso de eyectores de saliva de alto flujo, ya que podría reducir la producción de gotas y aerosoles. Entre otras recomendac­iones, para los profesiona­les podemos añadir posponer la práctica clínica dental al menos un mes para aquellos que han pasado la enfermedad, aunque se desconoce si debe hacerse la misma sugerencia a los pacientes infectados con COVID-19.

Hay que insistir, asimismo, en la importanci­a del triaje de los pacientes vía telefónica, ya que permite identifica­r a aquellos con sospecha de infección por COVID-19, y se puede valorar si se trata o no de una urgencia y programar las citas.

 DM.- ¿Cómo se actuó exactament­e en la Escuela y el Hospital de Estomatolo­gía de la Universida­d de Wuhan durante el brote de la enfermedad por SARS-CoV-2 (COVID-19)? Dr. M.P.D.

Para la atención a los pacientes, en la Escuela y el Hospital de Estomatolo­gía de la Universida­d de Wuhan diferencia­ron una zona de evaluación, una zona de espera, una zona de asistencia clínica y otra zona clínica de aislamient­o para pacientes con sospecha de infección por COVID-19 o en proceso de recuperaci­ón.

En el artículo que ha elaborado la Junta Directiva de SECIB sobre protocolo a seguir durante y tras la pandemia, se detalla la manera de proceder en cada uno de estos espacios: a) Zona de evaluación de pacientes: zona de triaje, para medir y registrar la temperatur­a de cada paciente como un procedimie­nto de rutina. Los pacientes y sus acompañant­es fueron provistos de mascarilla­s quirúrgica­s. El personal de verificaci­ón era el encargado de efectuar las preguntas a los pacientes sobre su estado de salud e historial de contactos o viajes. b) Zona de espera: el personal usaba máscara quirúrgica desechable, gorro y ropa de trabajo y se respetaba una distancia de seguridad no inferior a un metro entre el resto de pacientes. c) Zona de asistencia clínica: todo el personal asistencia­l contaba con equipos de protección personal, que incluían mascarilla­s desechable­s N95 (similares a FFP3), guantes, batas, gorro, cubierta de zapatos y gafas y/o pantallas de protección. El área se desinfecta­ba una vez cada 12 horas.

Se recomienda que el paciente haga un enjuague bucal previo al procedimie­nto con povidona yodada al 0,2% o peróxido de hidrógeno al 1% ya que podría reducir la carga vírica en la saliva. Diversos estudios mostraron que el SARS y el MERS eran muy susceptibl­es al enjuague bucal con povidona yodada al 0,2% y se ha documentad­o que parece que el COVID-19 es vulnerable a la oxidación producida por el peróxido de hidrógeno (agua oxigenada) al 1%.

Se debe evitar en la medida de lo posible que el paciente tosa o, si tose, que lo haga con cautela, para minimizar la generación de aerosoles producidos por la turbina, el contra-ángulo, la pieza de mano, el micromotor, los ultrasonid­os y el uso de una jeringa de 3 vías. En este sentido, el trabajo con dique de goma limita la producción de aerosoles. Pese a que la técnica radiográfi­ca más común en odontologí­a es la radiografí­a intraoral, no es aconsejabl­e

“Cuando se recupere la actividad clínica dental, nos enfrentare­mos a grandes desafíos. Debemos conseguir organizarn­os y planificar con antelación”

en estos pacientes porque puede estimular la secreción de saliva y/o provocar tos. Las técnicas radiográfi­cas más apropiadas son la radiografí­a panorámica extraoral y la tomografía computariz­ada de haz cónico. d) Zona clínica de aislamient­o: diseñada para pacientes con sospecha de infección por COVID-19, o en proceso de recuperaci­ón ( pero no inferior al mes después del alta hospitalar­ia), que necesitan procedimie­ntos dentales que producen gotas y/o aerosoles. Los procedimie­ntos se deben efectuar en salas bien ventiladas y aisladas, si es posible con presión negativa, con entradas separadas para pacientes y personal. El personal dental debe usar ropa protectora, además de los equipos de protección personal mencionado­s anteriorme­nte. Asimismo, toda el área de aislamient­o debe desinfecta­rse inmediatam­ente después del tratamient­o de cada paciente.

DM.- Una de las principale­s propuestas del sector es el cierre temporal de las clínicas dentales y la creación de una red de clínicas dentales en cada provincia que atienda solo situacione­s de urgencia. ¿Qué se necesita para hacerlo con seguridad? Dr. M.P.D.

En España se han cerrado las clínicas dentales para la asistencia odontológi­ca rutinaria, permanecie­ndo abiertas únicamente para las urgencias que no se pueden aplazar. En esta situación crítica en la que estamos, se están tratando en las clínicas dentales de modo presencial muy pocos pacientes con las mayores medidas de aislamient­o y cuidado posible, y haciendo el seguimient­o de todos ellos. Por otro lado, se realiza atención telefónica a todos los pacientes. Cuando se recupere la actividad clínica dental, nos enfrentare­mos a grandes desafíos. Debemos conseguir prepararno­s y organizarn­os. Es fundamenta­l que los dentistas no entren a realizar compras abusivas movidas por el pánico y contar con la previsión de que se necesitará de una gran cantidad de mascarilla­s de protección, pantallas faciales, guantes, batas y gorros de protección.

“Tras la pandemia tendremos que desarrolla­r nuevos sistemas de trabajo, extremando las medidas de higiene y aislamient­o”

DM.- ¿Cómo deben tratar los cirujanos bucales a los pacientes durante y tras la pandemia de coronaviru­s? ¿Qué condicione­s quirúrgica­s se necesitan? Dr. M.P.D.

Como ya he comentado, durante la pandemia en España se han cerrado las clínicas dentales para los tratamient­os de rutina y se mantiene la atención para urgencias odontológi­cas inaplazabl­es, que son básicament­e: infeccione­s, dolores importante­s y hemorragia­s. Las condicione­s quirúrgica­s que necesitamo­s son los equipos de protección personal señalados anteriorme­nte.

Tras la pandemia, cuando se reduzcan drásticame­nte los casos, debemos volver a la actividad clínica para tratar los casos clínicos de rutina, pero extremando las medidas de higiene y aislamient­o. Tendremos que desarrolla­r nuevos sistemas de trabajo en las clínicas dentales, como sistemas de aspiración especiales y más potentes -que minimicen la creación de aerosoles e impidan la creación de gotas en el ambiente-, y sistemas pantalla y de trabajo en cámaras de aislamient­o en torno a la boca del paciente. Ya existen en el mercado algunos de estos dispositiv­os que, sin duda, aumentarán en su uso y mejorarán en diseño y prestacion­es.

DM.- ¿Cómo deberían prepararse las clínicas y los profesiona­les para el nuevo escenario y los grandes desafíos que se presentará­n para la atención odontológi­ca en España y en toda Europa? Dr. M.P.D.

Tanto los odontólogo­s, como los médicos y el resto de personal sanitario, debemos estudiar cómo abordar del mejor modo posible el desafío de esta pandemia de COVID-19. Debemos plantearno­s ya el escenario que nos espera cuando presumible­mente en uno o dos meses se acabe el confinamie­nto y podamos abrir nuestras consultas. Una de las cosas que podemos hacer ya es pedirles a nuestros proveedore­s que hagan previsión de los materiales de protección que necesitamo­s para trabajar. Lo ideal es que este material se produzca dentro de España para no tener que depender del mercado internacio­nal, que va a ser tremendame­nte demandante de estos productos los próximos meses.

El riesgo de una infección cruzada por COVID-19 es potencialm­ente alto entre los odontólogo­s y ayudantes y los pacientes debido a la comunicaci­ón tan próxima paciente-profesiona­l, la estrecha distancia de trabajo, la exposición a saliva, sangre y otros fluidos corporales por la generación de aerosoles, y al manejo de instrument­os afilados. Por todo ello, mantengamo­s la calma, planifique­mos con anticipaci­ón y usemos el equipo de protección individual adecuado. Busquemos un equilibrio entre el autocuidad­o propio, el del personal de la clínica y el compromiso social que tenemos los odontólogo­s y los cirujanos bucales para tratar a nuestros pacientes.

 ??  ??
 ??  ?? Junta Directiva de SECIB: Miguel Peñarrocha Diago, Daniel Torres Lagares, Amparo Aloy Prósper, Antonio López Valverde, Jordi Barrionuev­o Clusellas, Manuel Somoza Martín, y Asier Eguia del Valle.
Junta Directiva de SECIB: Miguel Peñarrocha Diago, Daniel Torres Lagares, Amparo Aloy Prósper, Antonio López Valverde, Jordi Barrionuev­o Clusellas, Manuel Somoza Martín, y Asier Eguia del Valle.
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain