El creador del Persán moderno
● José Moya fallece a los 67 años tras luchar contra una enfermedad incurable ● Su legado es la creación de riqueza en una región necesitada de emprendedores
EN Pamplona, arropado por el cariño de su mujer y tres hijos. Así murió el empresario José Moya Sanabria tras meses de lucha contra una patología oncológica de la que nunca se quejó y que no lo impidió estar despachando asuntos de la compañía hasta días antes de su fallecimiento.
Moya Sanabria (Sevilla, 1953) era licenciado en Económicas por la Universidad de Sevilla, donde conoció a su mujer, Concha Yoldi. Con ella tuvo tres hijos: José, Javier y Juan.
Moya Sanabria presidente de Persán y del holding Álea, entre otras compañías, pertenece a la primera promoción de licenciados la citada facultad. Refundó Persán en 1993, en la Sevilla marcada por la depresión posterior a la Exposición Universal, cuando se convirtió en consejero delegado y presidente ejecutivo de la compañía con 40 años y ya gozaba de una sólida experiencia profesional, incluida la gestión de los recursos humanos, pues fue el jefe de personal del Ayuntamiento de Sevilla con Manuel del Valle Arévalo como alcalde.
Hijo de un reconocido maestro de abogados, Juan Moya García, y de Margarita Sanabria. Era el cuarto de siete hermanos. Pepe no sólo sufrió la muerte de sus padres, sino de tres hermanos: Juan, senador y hermano mayor de los Estudiantes entre 1983 y 1991, Joaquina y Margarita.
La gran contribución de José Moya a la sociedad ha sido, sin duda, reflotar Persán y conseguir que se convirtiera en el estandarte de la industria química de Andalucía con reconocimiento en toda España. Moya Sanabria reordenó un capital totalmente disperso con la entrada de fondos de capital riesgo y las cajas sevillanas, y resucitó la compañía con una completa reestructuración de su producción. En 2000 la familia Moya Yoldi ya era la propietaria del 50% del capital de la sociedad, y con la salida de los fondos en 2004 y de las cajas en 2009 se hizo con el control total de la empresa.
Bajo su dirección, Persán se ha convertido en un líder consolidado en la península ibérica en detergentes y suavizantes, muy por delante de las multinacionales que operan en España. Multiplicó por diez su facturación, al llegar a los 400 millones de euros en 2015 y superarlos en 2020. La compañía dispone de un equipo de más de 800 personas en su planta de Sevilla, la más grande de Europa y la segunda del mundo, que ahora se ampliará. Recientemente ha sumado a la matriz 500 trabajadores más, al incorporar una nueva fábrica en Polonia, tras ejecutar la opción de compra que tenía sobre su aliado, E&S Industry de Breslavia. Esta última operación le ha permitido entrar en el negocio del cuidado personal y fortalecer su posición como proveedor de las empresas líderes en Europa Occidental y Oriental.
Persán cuenta con alianzas estratégicas con los principales distribuidores del continente, en particular en el Reino Unido, Polonia, Portugal, Francia, Italia, Bélgica y Holanda. Ha invertido 150 millones de euros en I+D en los últimos 10 años. Su plan estratégico 2020-2025 tenía entre otros objetivos lograr una facturación de 800 millones de euros anuales y tener tres nuevas fábricas en el extranjero, la primera de las cuales ya se ha adquirido a Unilever en Saint-Bulvas, en la región francesa de Ródano-Alpes.
La actividad empresarial de José Moya abarca otros muchos ámbitos. Presidía el holding familiar Álea, cuyas actividades comprenden desde explotaciones dedicadas a la agricultura intensiva, innovadora y sostenible a inversiones directas en compañías de soporte tecnológico y biotecnología, o indirectas a través de fondos de capital riesgo. También presidió desde su fundación hasta el año pasado la Socimi Trajano Iberia, una sociedad que cotiza en el Mercado Alternativo Bursátil (MaB) cuya actividad principal es la adquisición y gestión de activos inmobiliarios en España y Portugal.
Además de sus hitos empresariales, ha sido consejero de Ecoembes, organización que vela y promueve la sostenibilidad medioambiental. Ha sido miembro de la junta directiva del Instituto de la Empresa Familiar, organización empresarial de referencia en España. Fue el fundador y primer presidente del Centro de Debate y Desarrollo, foro de opinión sobre los principales desafíos de la sociedad andaluza, creado con el ánimo de influir en el conjunto de la ciudadanía, con actividad en Sevilla, Málaga, Granada, Cádiz y Almería. Era patrono de la Fundación Persán y miembro de su comisión ejecutiva. Esta fundación tiene diversas áreas de actividad: formación para el empleo, acción social directa y la promoción de los valores del mérito y el esfuerzo.
Antes de llegar a Persán inició su carrera profesional como director financiero de la fábrica de cerámica Pickman, La Cartuja de Sevilla. Posteriormente trabajó durante cinco años como consultor especialista en auditoría económico financiera y sistemas de organización, en el equipo de Control Presupuestario. Y también fue director gerente de Tecsa, empresa del grupo Abengoa. En el ámbito de la administración pública, entre 1982 y 1985, fue gerente del área de Gobierno Interior del Ayuntamiento de Sevilla, desde la que dirigió una plantilla de más de 3.000 personas y fue responsable de los departamentos de compras, organización, informática y servicios internos. Entre 1986 y 1992, antes de liderar Persán, fundó y dirigió seis pequeñas empresas de promoción de naves industriales, servicios de hostelería, residencia de tercera edad, promoción inmobiliaria y servicios informáticos.