El PP se queda solo en la defensa de la ‘ley mordaza’, abocada a su reforma
El PP se quedó solo y no obtuvo ni si quiera el apoyo de Vox para tratar de mantener la actual Ley de Seguridad Ciudadana, la llamada ley mordaza, abocada a una reforma impulsada por el PNV, que se frustró hace casi tres años y que el Congreso volverá definitivamente a activar tras el rechazo de la enmienda a la totalidad de los populares. Un veto que recibió reproches de todos los diputados al tildar la iniciativa de “chapuza”, “maniobra” para tratar de obstaculizar la tramitación parlamentaria e, incluso, “enmienda fraudulenta” y “desprecio” para el Congreso, en palabras del diputado de Unidas Podemos Enrique Santiago.
Hasta desde las filas de Vox afearon el texto presentado por el PP. “Estamos de acuerdo con la actual ley, pero es que ustedes se han limitado a presentar un ‘copy paste”, dijo José Alcaraz, antes de compartir con otras formaciones sus reproches motivados porque el texto no incluye el respaldo del Constitucional a la norma o el actual organigrama ministerial.
“Esta ley era y es necesaria y por eso el Gobierno la ha mantenido (...), “no hay que derogarla ni en fondo ni en espíritu, porque cuenta con el apoyo de quienes la utilizan”, destacó la diputada del PP María Teresa Jiménez-Becerril en la defensa de la enmienda a la totalidad de la propuesta del PNV, que en septiembre fue apoyada por la mayoría de grupos, excepto por los populares y Vox.
Fueron pocas las alusiones del PP a su propia enmienda, ya que Jiménez-Becerril dedicó la mayor parte de su intervención a denunciar la connivencia del PNV y Bildu con ETA, a criticar al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, “por despojarse de su armadura de dignidad” con el acercamiento de etarras, o la “hipocresía” del vicepresidente segundo del Ejecutivo, Pablo Iglesias.