El Dia de Cordoba

Lejos de sus familias, pero arropadas por los consultore­s

● Las temporeras contratada­s en origen en Marruecos que se desplazan a Huelva consideran a los mediadores de integració­n del Prelsi como su “familia en España”

- Jordi Landero HUELVA

Milouda El Rkaybi tiene 32 años, es natural de Moulay Bouselham (Marruecos), y lleva cuatro años viniendo a trabajar a la campaña de los frutos rojos de Huelva, concretame­nte a Moguer; su compañera Aicha Khetabi, de 46 años y natural de Kenitra –también en el reino Alauita– y es un poco más veterana después de nueve años como temporera en nuestra provincia, las primeras campañas en Cartaya, y más recienteme­nte igualmente en Moguer.

Son sólo dos ejemplos de las aproximada­mente 14.000 mujeres contratada­s en origen en Marruecos que este año –si la pandemia lo permite– trabajarán en los campos onubenses recolectan­do frutos rojos, sobre todo fresas, frambuesas y arándanos.

Y aunque en mayor o menor medida todas responden a parecidos patrones por el hecho de ser mujeres procedente­s del ámbito rural, trabajador­as del campo y con familia a su cargo en su país de origen, por el contrario cada una de ellas tiene sus propias inquietude­s, problemas, necesidade­s e ilusiones. Caracterís­ticas personales que conocen bien los consultore­s de integració­n del Plan de Responsabi­lidad Ética, Laboral, Social y de Igualdad (Prelsi), que hace tres años puso en marcha la interprofe­sional de la fresa de Andalucía –Interfresa–.

Un programa pionero en toda Europa que, en sólo tres campañas, ha demostrado sobradamen­te su utilidad como herramient­a de auto-mejora, destinado a lograr el mayor grado de satisfacci­ón de todos los agentes productivo­s integrados en el sector de los frutos tojos: jornaleros, agricultor­es, empresas y asociacion­es; así como contribuir a un escenario de cooperació­n con los máximos niveles de respeto, ética laboral y compromiso social entre los gobiernos de España y Marruecos.

Basta con hacer un somero repaso por su evolución para apreciar el éxito de la iniciativa. Según su director, Borja Ferrera, el Prelsi ha pasado de contar el año de su estreno con solo una persona en el área de administra­ción, otra en la de formación para cargos intermedio­s y agricultor­es y nueve consultore­s, a estar dotado para la presente campaña de un equipo humano formado por tres profesiona­les de administra­ción, otros tantos de formación y una veintena de consultore­s a pie de calle.

Además, según Ferrera, el programa sólo tenía en su primera edición tres acciones y una ratio de una visita cada ocho días a las explotacio­nes agrícolas integradas en él, a lo que la pasada campaña se sumó mediación sanitaria, inspección de viviendas o apoyo al plan de acogida y retorno de las temporeras en los puertos y en sus desplazami­entos. Y por último este año, añade Ferrera, la “medida estrella” del Prelsi es la “universali­zación” ya que “mientras que en las dos prime

ras campañas nos centramos básicament­e es el f lujo circular del contingent­e de Marruecos, actualment­e nuestros usuarios son cualquier temporero que trabaja en el campo onubense, independie­ntemente de su nacionalid­ad”. Para ello, concluye, se ha ampliado el número de consultore­s en ocho con respecto al segundo año, procedente­s de nacionalid­ades como España, Lituania, Polonia, Mali, Senegal o Camerún, entre otros.

Pero sin duda, la piedra angular del proyecto, su auténtico corazón –porque eso es, además lo que les sobra– son los consultore­s de integració­n. Una veintena de personas que, de forma rutinaria, visitan cada semana al menos una vez a las temporeras de las fincas que tienen asignadas para conocer sus necesidade­s e inquietude­s; así como de forma excepciona­l “las veces que haga falta, ya que tienen nuestros números de teléfono para llamarnos las 24 horas del día, los siete días de la semana, en caso de que alguna tenga un problema, o de que surja cualquier imprevisto”, según aseguran a este periódico Ghizlane Asfouri Roubi y Omar Boughaba Maleem, que se encargan de varias fincas en la zona del Condado onubense.

Estos dos consultore­s conocen por tanto perfectame­nte la situación de cada una de las mujeres que están a su cargo, para las que por los estrechos vínculos que mantienen durante los años que llevan viniendo a España, “son casi como se nuestra familia”, aseguran sin tapujos las temporeras Milouda y Aicha.

De hecho, prosiguen Ghizlane y Omar, “venimos cada semana a visitarlas, tanto en el tajo como en sus viviendas. Les preguntamo­s cómo se encuentran, si tienen alguna duda. Las asesoramos, las ayudamos en todo lo que precisan. Y por todo ello se sienten muy apoyadas”.

Otras de las principale­s tareas que realizan estos consultore­s pasan por acompañarl­as al centro de salud para que vayan al médico, ayudarlas a sacarse la tarjeta sanitaria, acompañarl­as a los bancos y asesorarla­s para que abran una cuenta o en cualquier otra gestión.

“Hay que tener en cuenta, precisan –Ghizlane y Omar– que se trata de mujeres que vienen solas, que han dejado a sus familias en marruecos, y que vienen a un país y una cultura que no conocen y que es totalmente opuesta a la suya”.

Cada consultor lleva una serie de fincas y, en el caso de Ghizlane y Omar, suelen visitar una media de seis al día si no se producen incidencia­s. En sus visitas también las asesoran sobre sus derechos y deberes como trabajador­as, prevención de riesgos, igualdad, y desde el año pasado también sobre las medidas de prevención contra el coronaviru­s.

Además, según subrayan ambos consultore­s, “salvando las

La previsión es que, si lo permite la pandemia, trabajen este año 14.000 mujeres

El programa de Interfresa persigue mejorar la satisfacci­ón de todos los agentes

Los consultore­s ayudan a todos los agricultor­es, independie­ntemente de sus nacionalid­ades

distancias, también les tenemos que prestar ayuda psicológic­a, especialme­nte cuando tienen que enfrentars­e a algún problema personal y puntual como el fallecimie­nto de algún ser querido en Marruecos y no poder asistir al funeral por estar la frontera cerrada, tener que hablar con algún familiar en su país para garantizar­les de que ellas están bien aquí, y cosas así”.

Según Pedro Marín, gerente de Interfresa, el Prelsi es una de las “patas fundamenta­les” de la interprofe­sional ya que este plan de responsabi­lidad “pone de manifiesto la capacidad de innovar que tiene el sector onubense de los frutos rojos”. “No existe ningún programa como este en Europa –añade–, y además se financia prácticame­nte en su totalidad por el propio tejido empresaria­l” ya que las propias empresas “son las primeras interesada­s en que se conozca y transmita la realidad de un sector que, además de ser puntal fundamenta­l para la economía de esta provincia, produce el 96% de los frutos rojos de España”.

Marín también quiere dejar muy claro que el contingent­e de Marruecos “supone apenas el 15% del volumen total de contrataci­ones que se realizan cada año para la campaña de los frutos rojos en Huelva, en la que trabajan más de 90.000 personas”.

Según precisó finalmente el gerente de Interfresa, esta misma semana acaba de concluir la primera fase de la venida de trabajador­as temporeras contratada­s en origen en Marruecos, la cual se inició en diciembre y que está compuesta por un contingent­e de unas 3.600 trabajador­as repetidora­s de campañas anteriores. Ahora, de forma prácticame­nte sucesiva, se inicia la segunda, en la que vendrán otras 7.000 entre repetidora­s y nuevas. Y finalmente, de forma también contatenad­a, llegarán entre 2.500 y 3.000 nuevas en el marco de la tercera y última fase de este proceso. Todo ello, precisa “siempre y cuando no se produzcan interrupci­ones en la navegación en el Estrecho, o no haya un problema sobrevendi­do como el año pasado el cierre de la frontera como consecuenc­ia de la pandemia”.

En este sentido, una auténtica prueba de fuego tanto para el sector en general, como para el propio Prelsi en particular, fueron las 7.200 temporeras marroquíes que quedaron retenidas en Huelva una vez concluida la campaña por el cierre de la frontera con Marruecos.

Para Ghizlane y Omar este hecho supuso todo un reto al tener que asistir a estas mujeres durante las semanas que pasaron aquí alejadas de sus seres queridos. “Nuestra labor fue entonces muy importante -subrayan ambos consultore­s- sobre todo a la hora de reducir su angustia por no poder regresar junto a sus familias y por la incertidum­bre de no saber cuándo podrían hacerlo.

Para Pedro Marín el sector tuvo el año pasado la “suficiente capacidad y cintura para ir adaptándos­e sobre la marcha a una situación sobrevenid­a y totalmente desconocid­a, evitando contagios, hasta el punto que ya en julio, cuando se logró repatriar a estas 7.200 trabajador­as, todas regresaron con una PCR negativa”.

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JORDI LANDERO Temporeras contratada­s en origen en Marruecos para trabajar en la campaña de los frutos rojos de la provincia de Huelva.
 ?? JORDI LANDERO ?? Llegada de una temporera a la provincia de Huelva.
JORDI LANDERO Llegada de una temporera a la provincia de Huelva.

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