La Virgen de Araceli regresará a San Mateo en otro traslado discreto e inesperado
Lucena ya asimila un segundo año consecutivo sin Fiestas Aracelitanas. La pandemia, y sus concatenadas oleadas, obligarán a suspender oficialmente los actos tradicionales en torno al Primer Domingo de Mayo.
A lo largo de febrero, Cofradía y Ayuntamiento anunciarán, conjuntamente, la cancelación de unos acontecimientos que combinan vertientes civil y religiosa. Una cancelación indefectible que, en este 2021, sí halla un resquicio, al menos por el momento, para la realización de celebraciones de veneración a la Virgen de Araceli en la iglesia de San Mateo. Una programación alternativa y amoldada a las instrucciones sanitarias de control, seguridad y aforo.
Esta intención de la hermandad aracelitana que conlleva, de forma indisociable, el retorno de la Patrona a Lucena. En 2020, entre el sigilo y el asombro, un traslado nocturno, durante la madrugada del 30 de mayo, condujo a la Virgen de Araceli al templo de la Plaza Nueva, donde permaneció hasta la segunda quincena de julio.
Las cautas palabras del hermano mayor, Rafael Ramírez, avanzan, implícitamente, que, en esta ocasión, la aparición de la Virgen en Lucena se adelantará, probablemente, al mes de abril. “Entiendo que bajará”, admite Ramírez, “para estar en Lucena en su período normal”. Este ciclo ordinario comprende entre abril y junio. El calendario de las Fiestas Aracelitanas, en este 2021, se establece entre el 30 de abril y el 3 de mayo.
Sobre una segunda prórroga de las manijerías de bajada, su día y subida, procesiones que, igualmente, tampoco tendrán lugar en esta anualidad, Ramírez prefiere evitar pronunciarse.